Grupo o especie asociado: Atanatari (Pueblo de Bëor, Pueblo de Hador, y Pueblo de Haleth).
Localización: Beleriand.
Fecha: Primera Edad.
Lengua(s) relacionada(s): Khuzdul, Lengua Silvana, Avarin.
Otro(s) Nombre(s): Lengua del Pueblo de Bëor, Lengua Bëoriana, Lengua del Pueblo de Hador, Lengua del Pueblo de Haleth, Lengua Halethiana.
Aquellos de entre los Hombres que primero alcanzaron las tierras de Beleriand recibieron entre los Altos Elfos el nombre de Atanatari (Quenya, “Padres de los Hombres”). Eran estos los miembros del Pueblo de Bëor, el de Marach (conocido después como Pueblo de Hador), y de los Haladin (que también recibió el nombre de Pueblo de Haleth); tres pueblos diferentes cada uno de los cuales poseía su propia lengua.
Se sabe que, de las tres, las lenguas del Pueblo de Bëor y la del Pueblo de Hador estaban estrechamente relacionadas, y, aún cuando el entendimiento entre ambos pueblos resultaba complicado, compartían muchas palabras. Se dice incluso que los maestros de tradición de los Elfos eran de la opinión de que ambas procedían de una misma lengua que había evolucionado por dos vías diferentes debido a la división de ambos pueblos y al contacto de cada uno de ellas con las lenguas de pueblos diferentes. Así, de las dos, la lengua del Pueblo de Bëor contenía muchos elementos ajenos, principalmente procedentes de la lengua de los Elfos Oscuros; mientras que la base de la lengua original, muy patente aún en la lengua del Pueblo de Hador, pues parecía menos evolucionada y con un estilo más uniforme, parece haber sido la lengua de los Enanos (el Khuzdul).
La lengua de los Haladin era diferente a las de los otros dos pueblos, y no compartía el origen de estas. Los escasos miembros Drúedain que habitaban entre ellos eran los únicos que la compartían con ellos, aunque la utilizaban a su manera, y mantenían algunas palabras propias.
Conforme los Atanatari se fueron asentando en Beleriand y aliándose con los Elfos en la guerra contra Morgoth, fueron aprendiendo la lengua de estos, el Sindarin, aunque se dice que nunca olvidaron sus propias lenguas ancestrales. Solo entre los Haladin, más reticentes adoptar nuevas maneras y costumbres, el uso de la Lengua Élfica estaba más limitado; muchos la hablaban solo de una forma vacilante, y aquellos que nunca abandonaban sus hogares ni siquiera la utilizaban.
En Númenor, durante los años de la Segunda Edad, los descendientes de los descendientes de los Atanatari (en su mayoría procedentes de los Pueblos de Bëor y de Hador) recuperaron su antigua lengua en el uso cotidiano (aún cuando mantenían el conocimiento de las lenguas élficas heredado de sus antepasados). Así pues, el Adûnaico, la lengua materna de los habitantes de Númenor, descendía directamente de la antigua lengua del Pueblo de Hador, y en menor medida la del Pueblo de Bëor), tal y como queda reflejado en las similitudes entre este y el Khuzdul de los Enanos.