“El Público”: El Señor de los Anillos
Resumen del programa emitido en Canal 2 Andalucía “EL PÚBLICO”, emitido el 28 de noviembre de 2004 y titulado: EL SEÑOR DE LOS ANILLOS, la obra de John Ronald Reuel Tolkien (1892-1973), ¿en libro o en película?

El programa “El Público”, presentado por Jesús Vigorra y que emite Canal 2 Andalucía, destinado al debate literario, dedicó su emisión el pasado 28 de noviembre de 2004 a la obra de JRR Tolkien. Con el título de “EL SEÑOR DE LOS ANILLOS, la obra de John Ronald Reuel Tolkien (1892-1973), ¿en libro o en película?” Se intentó debatir acerca de importantes cuestiones como ¿Le hubiera gustado a Tolkien la adaptación al cine de su obra El Señor de los Anillos? ¿Éxito literario, primero, y cinematográfico, después? ¿El cine llevó a nuevos lectores al libro de Tolkien? ¿Con qué se quedan los seguidores de Tolkien, con el libro o con la película?

Lejos de lo que pudiera parecer, este programa difiere con el resto de emisiones televisivas dedicadas a la literatura en una cuestión muy importante: La columna vertebral del programa es el encuentro de un autor y su obra, con los lectores que le entrevistan en el plató y con los espectadores que siguen el programa desde sus casas como testigos de excepción. El pasado domingo fue el turno del libro del maestro y sus lectores andaluces.

Como expertos invitados – puesto que en este caso, por desgracia, no podían traer al autor – se encontraban el conocido por todos Eduardo Segura, catedrático de Literatura de la Universidad Católica de San Antonio (Murcia) y asesor de las películas de El Señor de los Anillos y Carlos Márquez, profesor titular de la Facultad de Traducción e Interpretación de la Universidad de Granada.

Como lectores se contaba con la presencia de Mª Ángeles Guisado, estudiante de Derecho, Pablo Pérez Molina, estudiante de Comunicación Audiovisual cuya mayor afición es leer “El Hobbit” en voz alta, y ambos miembros de la STE, y por último una estudiante de 4º ESO llamada Sedecilla Pérez, que había leído los libros y visto las películas.

El Programa comenzó con un breve video-reportaje titulado “Andalucía en la Tierra Media”, centrado en la repercusión social producida por las películas. Se explicó en qué consiste la STE, con imágenes de quedadas de sus miembros, reuniones, celebraciones en tabernas disfrazados de Hobbits, Nazgûls y Elfos y una corta entrevista con el presidente del Smial “Minas Morgul” de Sevilla. Mostraron también escenas del concierto de Howard Shore con la Orquesta Sinfónica de Sevilla interpretando temas de las bandas sonoras de las películas.

Tras esto, el presentador hizo una escueta y correcta introducción, con anillo en mano, de la trama de El Señor de los Anillos.

El debate que fue muy cívico en todo momento, contó en numerosas ocasiones con la palabra de Eduardo Segura y Carlos Márquez, que aportaban una visión más profunda y “técnica” de la obra. Este debate se podría dividir en partes muy significativas, pero no demasiado segregadas.

1º) ¿Se debe separar el libro de la película?

En esta primera parte del programa, se trató acerca de la influencia que han ejercido las películas sobre el libro, además de intentar determinar si le ha hecho justicia Peter Jackson a la obra de Tolkien.

Las opiniones más interesantes y destacables ante esta pregunta fueron sobre todo de Eduardo Segura y Carlos Márquez. El primero expuso que, en su opinión, El Señor de los Anillos es imposible llevarla al cine por su riqueza metafórica y valores implícitos. Las películas han sacado sobre todo la relación entre el bien y el mal y se centran demasiado en eso: han dejado la mayor parte de esos valores y contenidos fuera. En el libro, por el contrario, el primer plano es esa lucha del bien contra el mal, pero en un segundo plano y como eje fundamental está más presente la mirada nostálgica de la belleza que se desvanece. CS Lewis, amigo de Tolkien, llegó a decir que “Cada personaje en la Tierra Media no toma una decisión sin mover el polvo de su pasado”. La compañía pasa por lugares que nunca más serán lo que fueron, como Moria, por ejemplo. Esto es imposible de llevar al cine. Eduardo Segura cree que Peter Jackson y su equipo han obtenido una gran película en el terreno cinematográfico, pero no perdurará en el tiempo como el libro, ya que habrá cosas que pasarán de moda. Dio un dato curioso, y es que Minotauro, la editorial con los derechos de la obra de Tolkien en España, incrementó sus ventas gracias a las películas, llegando a vender un millón doscientos mil ejemplares en 2001.

El catedrático Carlos Márquez, dijo ante esto que El Señor de los Anillos ya conoció el éxito mucho antes de las películas. Ya en los sesenta era una obra de culto, pero que ahora ha pasado a ser cultura popular gracias a las películas. Expone también que los filmes son la visión que ha tenido Peter Jackson del libro. “Es como si él te contara la historia tal y como la ha interpretado”. Por supuesto nadie trabaja por amor al arte y se ha visto obligado a introducir cambios para hacerlo más atractivo de cara al marketing.

Las opiniones de los lectores Mª Ángeles Guisado y Pablo Pérez fueron básicamente que la película no está hecha a gusto de todos, y que al llevarla al cine hay que dejar gran parte de la narración fuera. Creen que ha beneficiado a Tolkien, pues han acercado su obra a gente que la desconocía.

Ahora bien, ¿le habrían gustado a Tolkien las películas? Eduardo Segura cree que no le hubiera gustado a Tolkien sobre todo el tempo narrativo. Los personajes entran y salen muy rápidamente. Les falta un poco de profundidad y se exalta demasiado la violencia. Sin embargo, aspectos que suplen las sensaciones del libro en imágenes son introducidas con la música espectacular de Howard Shore y una buena ambientación. Sigue diciendo que Peter Jackson mete dosis de “sal gruesa” como producto de la lectura personal. Un ejemplo de esto es la tala de árboles de la película, visto más fríamente por el director. Tolkien por el contrario, ama el mundo por que forma parte de él, no sólo por que no quiere que se talen. Cada árbol muerto lo ve como un crimen contra la humanidad.

2º) ¿Cómo es considerado Tolkien en los ambientes académicos?

Eduardo Segura opinó que, en el mundo académico, Tolkien es un proscrito. Su obra es de un gran modernismo literario. La sociedad de la época rechazaba el mito, se centraba en una literatura más realista, sobre todo la dedicada a narrar las penurias de la Primera Guerra Mundial. Tolkien desafía a la mentalidad moderna al intentar reconstruir una mitología para Inglaterra. La obra de Tolkien se basa en una inspiración lingüística, como Beowulf. Tal es la importancia de esta tradición oral, que Tolkien dijo que sus libros habían sido escritos para que se leyeran en voz alta. Él mismo leyó durante años El Señor de los Anillos en las reuniones de los Inklings, sustituyéndolo más tarde Christopher Tolkien, ya que según el padre, su hijo lo leía mejor que él mismo.

Carlos Márquez opinó que el éxito literario es una mala tarjeta de presentación en el mundo académico. Un libro que es leído por un gran número de personas es rechazado por la academia y es ahora, después de cincuenta años, cuando se está empezando a revalorizar El Señor de los Anillos. La literatura de evasión fue duramente criticada, género en el que fue catalogada la trilogía. Tolkien “huye” porque se siente prisionero en este mundo y escapa a otro en el que las cosas son como deberían ser y tienen un significado para él.

La lectora Mª Ángeles, dijo al respecto que esa infravaloración puede estar provocada por la mala prensa que tiene el género de fantasía, ya que se suele considerar destinado para un público infantil, y Pablo Pérez, habló de que precisamente el amor de Tolkien por la naturaleza, fue adoptada por la contracultura hippy y por los ecologistas, y esto contribuyó a ser mal visto en el mundo académico.

3º) ¿Era Tolkien racista?

El presentador y moderador Jesús Vigorra, preguntó, siempre cauto y con precaución, el por qué los “buenos” eran los del este y los únicos hombres aliados con Sauron eran los hombres del sur, físicamente parecidos a los árabes en las películas. ¿Era entonces racista? Carlos Márquez expuso que la situación geográfica del mal durante El Señor de los Anillos es anecdótica, ya que durante la Primera Edad, por ejemplo, el mal estuvo en el norte. Además, según la tradición histórica europea y las vivencias arraigadas en nuestra cultura, las invasiones siempre han venido desde el este o desde el sur. Aún así, se observa el matiz en el libro de que todos los hombres tienen posibilidades de salvarse y la única forma de hacerlo es destruyendo el Anillo Único. Cuando se iba a publicar “El Hobbit” en Alemania bajo el gobierno nazi, éstos le pidieron a Tolkien en una carta que demostrara que no tenía antepasados judíos. No sólo no lo intentó demostrar, sino que en su respuesta criticó duramente el nazismo y la exaltación de sus ideales.

Eduardo Segura dijo que el texto de El Señor de los Anillos va más allá de la simple superficialidad. En ningún momento Tolkien escribe que los elfos fueran altos, rubios y guapos, sino que se observa todo más metafóricamente. Frodo, por ejemplo, cuando ve los ojos de Galadriel, los describe más desde el punto de vista alegórico. Las películas tal vez al mostrar imágenes hayan aumentado esta sensación.

 

Este programa suele terminar con la dedicatoria del autor a sus lectores presentes en la mesa. En lugar de ello, Jesús Vigorra propuso terminar el programa con la pregunta: "¿A quien recomendarías el libro?" a cada uno de los participantes. Estas fueron sus respuestas:

Sedecilla Pérez: “Se lo recomiendo a mis amigos que no leen”.

Pablo Pérez: “Se lo recomiendo a todo hombre sencillo que crea que no puede hacer nada por el mundo”.

Mª Ángeles Guisado: “A esa juventud que conoce a Tolkien por las películas y lo puede ver como una tontería por la fantasía”

Carlos Márquez: “Se lo recomiendo a mi director de Departamento, que se ha leído hace poco Código DaVinci y si le ha encantado ese libro, seguro que le encanta también éste”

Eduardo Segura: “A cualquier persona que haya perdido la esperanza”.

 

Todo esto ha sido un resumen de lo más importante del debate. El programa fue tremendamente respetuoso con Tolkien y su obra. Las opiniones que mostraban cada uno de los participantes fueron valoradas por igual, sin dar más importancia a unas que a otras. Incluso el presentador y moderador Jesús Vigorra incitaba a la palabra a aquellos que hablaban menos, como fueron en este caso los tres invitados designados como lectores.

Por último, cabe decir que en la mesa de debate, estaban apilados muchos libros de Tolkien y de las películas de Peter Jackson. Entre todos ellos estaba presente el libro de Eduardo Segura y también el de las FAQ de elfenomeno.com.