Portadas de Leandro para Elfenomeno
30 de Septiembre del año 3018 de la Tercera Edad
Frodo, Pippin y Sam regresaron al salón. El fuego de la chimenea se había apagado. Merry no estaba allí, pues había salido a dar un paseo.
El pueblo parecía tranquilo, tal vez demasiado, aunque no era extraño. Estaba empezando a refrescar y hombres, hobbits, enanos y otras gentes preferían pasar la velada en sus casas, junto a un acogedor fuego.
Esta idea cobró fuerza en la mente de Merry. Apretó el paso de vuelta, en dirección al "Poney". Cuando llegó a la puerta, junto al farol, levantó la vista... y sonrió. A pesar de estar ya tan lejos de Hobbiton, las estrellas en Bree eran las mismas, tan hermosas como en las noches de verano en La Comarca.
Con la violencia de un latigazo, un tremendo escalofrío recorrió su espalda. Se volvió, mirando hacia las sombras que rodeaban el camino, y con el rabillo del ojo acertó a observar una sombra incluso más oscura que las demás, pese a estar junto a la luz de un farol, y que se escabulló de nuevo en aquellas sombras de las que parecía haber surgido.
La curiosidad se impuso a la placentera idea del fuego. Merry siguió a la sombra por el camino, hacia arriba. Al doblar la esquina, comprobó que allí no había nadie. Pero se animó a seguir adelante. Escuchó cada vez más cerca unas voces inquietantes, que susurraban y siseaban. No pudo seguir adelante. El terror se apoderó de él. Debía advertir a los demás. Sin preocuparse de no hacer ruido echó a correr hacia la posada.
De pronto, algo apareció tras él. Un leve sonido, como un soplido, surgió de aquella figura. Para Merry todo se volvió oscuro.