Portadas de Leandro para Elfenomeno
10 de Octubre del año 3018 de la Tercera Edad
Antes de que finalizase el primer día de marcha, Frodo volvió a resentirse de su herida, pero no habló de ello durante un buen rato. Pasaron cuatro días, sin que el terreno ni el escenario cambiasen mucho.
Mientras tanto, los cinco jinetes cabalgaban hacia el este. Habían perdido todo rastro de los hobbits y el montaraz. Pero ahora no estaban preocupados por ellos. Otro peligro se acercaba, incluso mayor que el de aquel extraño hombre que los había atacado en la Cima de los Vientos.
Uno de los cuatro jinetes que se habían quedado guardando el camino entre el Puente del Mitheithel y el Bruinen había abandonado su puesto, hacía algunos días. Un Señor Elfo venía desde Rivendel. Tal vez incluso los cuatro Nazgul no podrían enfrentarse a ese Señor, quien era brillante y blanco para sus oscuros ojos.
El Rey Brujo estaba aún herido, pero su dolor se redujo a nada cuando le trajeron estas noticias. Sin emitir ningún sonido que pudiesen oir ningunos oidos mortales, ordenó secamente a tres de sus sirvientes que fuesen hacia el este, y que se enfrentasen a aquel brillante enemigo. Él y sus dos espectros más fieles los seguirían más despacio.
Sus oscuros pensamientos se volvieron incluso más oscuros. "Demasiados problemas para una misión tan simple". Ahora debían detener a aquel Señor Elfo y a los hobbits. Pero aún no sabía quién era aquel hombre, aquel montaraz, que brillaba incluso más que los elfos para ellos. No había visto brillar a ningún hombre de tal manera desde... ¿Earnür, se llamaba?