Portadas de Leandro para Elfenomeno
12 de Abril del año 3018 de la Tercera Edad
- Pero temo que no hay ninguna duda: Gollum había ido arrastrándose lentamente, paso a paso, milla a milla, hacia el sur, hasta llegar al fin a la Tierra de Mordor.
Hubo un pesado silencio en el jardín. Sam alcanzaba a oir los latidos de su propio corazón. Dentro, en el cuarto, también todo estaba en silencio. Sam había dejado hacía rato de dar tijeretazos con sus podadoras.
En el momento en que Gandalf había hablado del Concilio Blanco y la Batalla de los 5 Ejércitos, Sam estaba pasando cerca de la ventana, y pudo oir cómo el mago contaba que Bilbo había encontrado el Anillo. Sam continuó podando distraídamente los rosales que adornaban la pared, acercándose a la ventana.
Desde hacía tiempo, Sam venía espiando en secreto a su señor Frodo. Merry, Pippin y el propio Sam habían notado el nerviosismo de Frodo, y ahora estaba claro que la larga ausencia de Gandalf era lo que había tenido a su amigo tan preocupado. Desde luego, estaban muy alerta desde que Merry les contó que había visto a Bilbo desaparecer usando su Anillo, y lo poco que había podido leer de su libro rojo.
Cuando Gandalf había llegado la noche anterior, Sam había ido corriendo a avisar a sus dos compañeros. Sam les contó cómo Gandalf había empezado a decir cosas extrañas sobre el Anillo, pero que "tales asuntos era mejor ventilarlos a la luz del día". Merry y Pippin decidieron que Sam tenía que hacer lo posible por escuchar lo que Gandalf tenía que contar, pero a Sam no le pareció tan buena idea.
Sin embargo ahora, sentado en el suelo, las tijeras ya olvidadas en su mano, Sam no se preocupaba de la conversación de la noche anterior. Oculto bajo el alféizar de la ventana que daba al estudio donde estaban su señor y Gandalf, oyó cómo el mago gris relataba toda su historia; cómo su amo Frodo no era capaz de siquiera tirar el Anillo al fuego de la chimenea; y cómo Gandalf rechazaba la custodia del Anillo (aquel tono de voz, ¿había sido miedo? ¿realmente el Anillo asustaba al gran Gandalf?)
Ahora Sam escuchaba cómo el mago incitaba a Frodo a partir de Bolsón Cerrado en secreto y que llevara a alguien de confianza. Incluso le había proporcionado un seudónimo para el viaje. ¿TopoMonte? ¿Sotomonte había dicho? Sam se incorporó un poco para poder escuchar un poco mejor. Gandalf advirtió a Frodo que tuviera cuidado, pues el Enemigo tenía muchos espías y muchas maneras de enterarse. A Sam se le puso un nudo en la garganta, y sin darse cuenta, carraspeó.
De pronto, Gandalf se detuvo, como si escuchara. Frodo notó que había mucho silencio, adentro y afuera.