Raza o especie: Hombre
Nacimiento: PE
Muerte: 460 PE
Padres: Angrim
Casado con: Eilinel
Grupos: Primera Casa de los Edain; Proscritos de Barahir
Otros nombres: el Desdichado
Adan de la Primera Casa, hijo de Angrim, nacido en la Primera Edad y casado con Eilinel. Gorlim fue uno de los doce hombres que acompañaron a Beren en Dorthonion y que fueron conocidos como los Proscritos de Barahir.
Tal y como se nos cuenta en el capítulo "De Beren y Lúthien" de El Silmarillion, Gorlim, que amaba mucho a su esposa, cuando regresa de la Guerra, se encuentra con que su casa había sido saqueada y abandonada y su esposa había desaparecido. Como no sabía si ésta estaba muerta o había sido raptada por el enemigo, se unió a Barahir, junto al cual luchó como el más feroz y desesperado de los guerreros. Sin embargo, la duda le corroía y pensaba que su esposa no había muerto; de esta manera, a veces iba solo y en secreto a visitar su casa, lo que no tardaron en averiguar los siervos de Morgoth.
Un día de otoño, a la caída del sol, Gorlim llegó a su casa y le pareció ver una luz en la ventana. Se acercó y vio dentro a su amada Eilinel, cuyo rostro se mostraba devastado por el hambre y el dolor e incluso le pareció escuchar la voz de su esposa lamentándose de que él la hubiera abandonado. Pero en cuanto la llamó, la luz de la ventana se apagó, escuchó el aullido de los lobos, mientras era apresado por los cazadores de Sauron. Entonces fue sometido a torturas para que confesara dónde se encontraba Barahir, pero Gorlim resistió y no dijo nada. Pero cuando le prometieron ser devuelto a su amada esposa y puesto en libertad si contaba lo que le pedían, abrumado por el dolor, el hombre vaciló. Fue conducido ante Sauron, y al aceptar el Maia la condición exigida de reunirse con Eilinel, Gorlim le contó todo lo que éste quería saber. Entonces Sauron se rió y burlándose de Gorlim le dijo que lo que había visto era un fantasma producto de la hechicería y que Eilinel estaba muerta; pero accedería al ruego del hombre, por lo que Gorlim recibió una muerte cruel.
Fue así como fue revelado el escondite de Barahir y los Orcos sorprendieron a los Hombres y les dieron muerte a todos menos a uno, pues Beren había sido enviado a espiar al Enemigo. Y mientras Beren dormía, el especto de Gorlim se le apareció en los sueños, confesando su traición y su muerte y pidiéndole que se diera prisa para advertir a Barahir. Pero cuando Beren llegó a la segunda mañana a la guarida de los proscritos, sólo pudo dar sepultura a los huesos de su padre, levantando sobre ellos un túmulo de piedras y prometiendo la venganza.