Raza o especie: Edain, Casa de Bëor.
Casada con: Gorlim el Desdichado.
Edain, perteneciente a la Casa de Bëor, casada con Gorlim el Desdichado.
El nombre Eiliniel tiene un origen y etimología desconocidos; se ha sugerido un origen mixto de sindarin, taliska y gaélico antiguo significando “Segunda Luz” o “Luz de Luna”; de sobrenombre “la Blanca”.
Según las Baladas de Leithian, era una doncella bella y amable, siendo muy amada por Gorlim.
Eilinel y Gorlim vivían felices en Dorthonion, pero al partir Gorlim a la guerra, su casa fue saqueada por las tropas de Morgoth y Eilinel resultó muerta.
Al regresar de la Guerra, Gorlim se encuentra su casa había saqueada y abandonada y su esposa había desaparecido. Como no sabía si ésta estaba muerta o había sido raptada por el enemigo, se unió a Barahir, junto al cual luchó como el más feroz y desesperado de los guerreros. Sin embargo, la duda sobre el destino de su mujer le corroía; de esta manera, a veces iba solo y en secreto a visitar su casa, lo que no tardaron en averiguar los siervos de Morgoth.
Un día de otoño, a la caída del sol, Gorlim llegó a su casa y le pareció ver una luz en la ventana. Se acercó y vio dentro a su amada Eilinel, cuyo rostro se mostraba devastado por el hambre y el dolor e incluso le pareció escuchar la voz de su esposa lamentándose de que él la hubiera abandonado. Pero en cuanto la llamó, la luz de la ventana se apagó, escuchó el aullido de los lobos, mientras era apresado por los cazadores de Sauron.
Entonces fue sometido a torturas para que confesara dónde se encontraba Barahir, pero Gorlim resistió y no dijo nada. Pero cuando le prometieron ser devuelto a su amada esposa y puesto en libertad si contaba lo que le pedían, abrumado por el dolor, el hombre vaciló. Fue conducido ante Sauron, y al aceptar el Maia la condición exigida de reunirse con Eilinel, Gorlim le contó todo lo que éste quería saber.
Entonces Sauron se rió y burlándose de Gorlim le dijo que lo que había visto era un fantasma producto de la hechicería y que Eilinel estaba muerta; pero accedería al ruego del hombre, por lo que Gorlim recibió una muerte cruel. Poco después los Orcos de Sauron tendieron una emboscada a Barahir y sus proscritos y todos fueron muertos salvo Beren, que en aquella ocasión no se encontraba con los suyos.