Hombre
Lugar de origen o emplazamiento habitual: Tierra Media e Isla de Númenor.
Los Hijos menores de Ilúvatar, una de las razas hablantes de la Tierra Media. Los Eldar llamaron a los Atani el segundo pueblo, pero también Hildor, los seguidores, y muchos otros nombres: Apanónar (los nacidos después), Engwar (los enfermizos), y Fírimar (los mortales); y además los llamaron los usurpadores, los forasteros y los inescrutables, los malditos, los de mano torpe, los temerosos de la noche, y los hijos del sol. La Muerte es su destino, el don de Ilúvatar, que hasta los mismos Poderes envidiarán con el paso del Tiempo. Pero Melkor ha arrojado su sombra sobre ella, y la ha confundido con las tinieblas, y ha hecho brotar el mal del bien, y el miedo de la esperanza. Les concedió también el poder de modelar sus propias vidas, entre las fuerzas y los azares mundanos, más allá de la Música de los Ainur, que es como el destino para toda otra criatura.
Siendo amigos de los Elfos desde el comienzo y compartiendo varias habilidades comunes, aunque siempre las élficas eran superiores, en el Oeste y en el Norte del mundo antiguo los hombres aprendieron de los Elfos la lengua, por ende, cualquier lengua Quendi es siempre más agradable al oído que la de otros orígenes. Estas lenguas élficas, se distanciaron rápidamente, ora por tiempo, ora por el contacto que los Hombres tenían con los Enanos.
El Despertar de los Hombres
Cuando por primera vez se elevó el Sol, los Hijos Menores de Ilúvatar despertaron en la tierra de Hildórien, en las regiones orientales de la Tierra Media. Sus ojos se abrieron vueltos hacia el oeste, hacia donde se elevó el primer Sol, y hacia allí se dirigieron casi siempre en sus desplazamientos. Pero en los primeros años del Sol y la Luna los Padres de los Hombres, los Atanatári, se mudaron al norte del mundo.
Ningún Vala fue a Hildórien para guiar a los Hombres o llamarlos a Valinor, aunque los abordó Melkor, cuya Sombra cayó sobre ellos, y los Hombres les tuvieron siempre más miedo que afecto, sin llegar a comprender los propósitos de los Poderes que les parecen ajenos y contrarios a la naturaleza del mundo. Pero Ulmo pensó en ellos y apoyó el consejo y la voluntad de Manwë; y sus mensajeros a menudo llegaron a ellos por corrientes e inundaciones. Pero los Hombres no eran capaces entonces de manejar tales asuntos, hasta que trabaron amistad con los Elfos Oscuros. Por tanto, amaban las aguas pero sin comprender los mensajes.
La Primera Edad
En el año 310 de la Primera Edad los hombres entran finalmente en Beleriand. La Casa de Bëor y la Casa de Marach se asentaron en Estolad, mientras que los Haladin lo hicieron al sur de Thargelion inicialmente, y posteriormente (en el 375) viajaron también a Estolad asediados por los orcos. La Casa de Bëor recibió el Señorío de Ladros en Dorthonion en el 410, la Casa de Hador, el de Dor-Lómin en el 416, y los Haladin se instalaron en Brethil en el 422.
Tras la Dagor Bragollath, Beren (de la Casa de Bëor) huye perseguido por las huestes de Morgoth y llega a los bosques de Neldoreth en Doriath, donde se encuentra con Lúthien, de quien se enamora y es correspondido. Para poder casarse con ella, Thingol le exige uno de los silmarils de la Corona de Hierro de Morgoth. Con grandes dificultades lo consigue, pero perece en la lucha con Carcharoth. Lúthien intercede por él ante los Valar y se les concede vivir de nuevo durante algunos años más y compartir el Destino Mortal de los Hombres. Su hijo Dior nace en el año 470.
Dos años más tarde tuvo lugar la Nirnaeth Arnoediad, en la que Húrin y su pueblo (provenientes de Hithlum) lucharon valientemente junto a los Elfos. También participaron Edain venidos de Himring, de Amon Ereb (que seguían a Caranthir) y de Brethil. Pero Morgoth consiguió que los hombres del traidor Uldor cambiaran de bando y atacaran a las fuerzas de Maedhros, cambiando así el destino de la batalla. Elfos, Hombres y Enanos fueron derrotados y Húrin capturado. Sobre él y sus hijos cayeron las maldiciones de Morgoth, tal y como se narra en la Nar i Hîn Húrin. La terrible historia de Túrin Turambar terminó con la caída de Nargothrond y la muerte de Glaurung, pero también de los hijos de Húrin.
Sólo Gondolin permanecía escondida, y allí tiene lugar el matrimonio entre Tuor hijo de Húor, de los Edain e Idril hija de Turgon, de los Eldar, del que nacerá Eärendil. Pero entonces Maeglin cometió su gran traición, indicando el camino a las tropas de Morgoth, que conquistaron y destruyeron la ciudad en un solo día. Tuor, Idril, Eärendil y los que lograron huir de la Caída de Gondolin viajan hacia los Puertos del Sirion, donde Eärendil se encuentra con Elwing que aún conservaba el Silmaril.
Finalmente, Eärendil parte al Oeste y llega a las costas de Valinor para solicitar ayuda a los Valar en nombre de los Eldar y los Edain. Aceptando su petición, los Valar envían sus tropas a luchar contra Morgoth en lo que se conoció como la Guerra de la Cólera, que concluyó con la derrota de Morgoth, la destrucción de Thangorodrim y la pérdida de los Silmarils a manos de Maedhros y Maglor, mientras que Eärendil porta el tercero a bordo de su barco surcando el firmamento.
La Segunda Edad
Cuando terminó la Guerra de las Joyas, los Valar dieron la isla de Númenor a los hombres por su valentía para morar allí si era su deseo, en donde los Hombres llegarían a su máximo esplendor. Eran denominados Dúneidan por los Noldor, por lo cual, su lengua era Noldorin (élfico). También se empleaba una lengua autóctona, el Adûnaico (Númenóreano), y los habitantes hablaban ambas lenguas, producto del intenso intercambio que tenían por ese entonces.
Con la caída de Númenor en el 3319 S.E., los sobrevivientes del reino escaparon hacia la Tierra Media encabezados por Elendil y sus hijos Isildur y Anárion. Allí fundaron los reinos de Gondor (diarquía entre Isildur y Anárion) y Arnor (Elendil), pero también se encontraron con un lengua común que se extendía desde la desembocadura del Anduin hasta la Bahía de Forochel. Esta lengua se llamaba Falathern (lengua de la costa), aunque quienes la empleaban le decían Yandúnë (Oestron) o sóval Pháre (Lengua común). Dicha lengua común, era una variante de la lengua de los Padres de los Hombres antes de embarcarse hacia el Mar. Por ello se relacionaban con otras lenguas encotradas en el curso superior del Anduin.
Sumado al Oestron, seguía subsistiendo la antigua lengua Noldorin, aunque habían pasado milenios de disminuir el contacto con los elfos producto de la soberbia de los númenóreanos, nunca se perdió contacto total. Por ende no les resultaba difícil a los restos de Númenor comunicarse con los Elfos.
Por otra parte, debido al poco poder que quedaba en los sobrevivientes, estos debieron adaptarse al Oestron modificando y enriqueciendo la misma lengua con palabras de Adûnaico.
Respecto al pueblo de Rohan, debe decirse que cuando bajaron del Éothéod (naciente del Anduin) que conservaron su lengua nórdica y hablaron también la Lengua Común. Por su parte, los dundelinos en decadencia, aún conservaban su lengua original, no emparentada con los Atani , aunque quizás si lo era con el dialecto de Bree.
Incluso, la Lengua Común fue utilizada por los demás pueblos de la Tierra Media (Enanos, Orcos, Elfos, Trolls, etc.), sirviendo de un nexo entre estos.
Durante el tiempo que fue desde la Guerra contra Sauron al final de la Segunda Edad hasta la destrucción del Anillo Único, la Lengua Común no presento casi cambios. Si hay que compararla sería con el Inglés moderno y el Rohírrico con el Inglés antiguo
Los Hobbits
Debido a el parentesco con los Hombres, los Hobbits podría decirse que poseían lengua propia, distinta al Oestron aunque parecida, ya que seguramente era una rama de la anterior. Esta lengua, se perdió mayormente, pero conservando palabras y usos propios. Esto se debió a que los primeros registros datan del 1300 T.E., tiempo en donde la Lengua Común ya había sido asimilada. Respecto al tema hay 2 opiniones: La primera se basaba en la idea de una lengua propia y la segunda sostenía una legua emparentada con la de los hombres, cual era la acertada, según los versados en estas tradiciones.
Una vez instalados, los Hobbits dominaron la escritura, y para tal fin emplearon las letras del alfabeto Noldorin o Fëanoriano, destacándose los Albos en esta actividad, recopilando datos desde 300 años cuando por fin se establecieron en la Comarca.
La Cuarta Edad
En edades posteriores, los Hombres (Dunedain, los Rohirrim, los Hombres del Valle y de los Valles del Anduin, por ejemplo) se elevaron por envima de la Sombra, pero las vastas hordas de Rhûn y Harad y muchos de los pueblos que habitaban las tierras del Oeste permanecieron sumidos en la ignorancia y la barbarie. Sin embargo, la historia de Arda es la historia de la elevacion de los Hombres, pues ellos se encuentran fuera del destino de la Gran Música, y cuando empezó la Cuarta Edad, la del Dominio de los Hombres, eran la raza dominante de la Tierra Media.