Mereth:OOOOhhh... que bonito la parejita... (Caeron y Nayru)
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Esperanza caída
La luz del este nunca llegó para los gondolidhrim, en cambio un fuego súbito se alzó en las montañas del norte que escondían el valle de Tumladen, donde sobre Amon Gwareth se irguiera la más bella y orgullosa de todas las ciudades al este del Gran Mar. Pero el destino por fin había alcanzado a Gondolin, y desde las altas torres los centinelas divisaron, abriéndose paso al calor del fuego abrasador, bastas huestes de Balrogs, Orcos, Lobos y Dragones de la estirpe de Glaurung descendiendo rápidamente de las montañas. Pero el ataque no había sido previsto por nadie, salvo por... (sigue)
La última carga de los Rohirrim
¡¡Gloria a los valientes en la hora final,honremos su memoria cantando la gesta,perviva su hazaña cuando les vayamos a enterrar,convirtamos nuestro dolor en un día de fiesta !! Muchas tierras crucé y recorrí cientos de millascuando oí hablar de una historia grande de verdad aquella que hablaba de los que lucharon en Cuernavillaal último de los cuales supe se daría regio funeral Y los valientes seguían avanzando... El aire traía un coro de extrañas voces de fondoaudible a medida que a Edoras me acercabamas deciros puedo que nada me impresionó mas hondoque la gran hoguera en mitad de la plazadonde... (sigue)
De Daedor, el salinamiento del Mar y el nacimiento de las Estrellas y los Peces
En una oscura noche de verano, la Luna se hallaba escondida entre las negras nubes veraniegas. Solo había luz gracias a los candiles de algunas personas que los dejaban encendidos para ahuyentar a un posible animal que entraran en sus pequeñas chozas. Un viento suave empezó a soplar, un viento con olor a mar, ya que se encontraba cerca, pero un viento un tanto especial, parecía ser intencionado, ya que solo se dirigía hacia la casa de Daedor. Él dormía, e inconscientemente tiro de la sabana que se encontraba a un lado de la cama, arrugada y hecha un lío,... (sigue)
El Cuento de la Dama y la Luna
Ya todos se encaminaban hacia el pequeño claro abierto en el bosque con rostros expectantes, deseosos de oír una nueva historia del anciano. Su "Viejo Bardo", así lo llamaban desde hacía muchísimo tiempo, desde que por primera vez regalara a sus oídos con increíbles y fantásticos cuentos que guardaban en su memoria como los más preciados tesoros, tesoros que les hacían soñar. El viejo sólo les pedía a cambio un techo donde cobijarse una noche, un plato de comida caliente y un pellejo de vino.Aquella noche, como otras tantas, el anciano ya les esperaba en el claro junto a una... (sigue)