Existen pocas referencias directas sobre los ciervos en la obra de Tolkien, pero teniendo en cuenta las que hay, hemos de suponer que los ciervos estaban presentes en la Tierra Media de una forma tan corriente como en nuestros días.
Según se cuenta, los ciervos eran el animal favorito de la Valië Nessa, los cuales acompañaban a su séquito cuando salía a pasear por los bosques, y a los cuales ganaba en carrera.
Según se relata en El Silmarillion, en el Bosque de Brethil existía un acantilado llamado Cabed-en-Aras, que traducido del sindarin significaría “Salto del Ciervo”.
También encontramos referencia del ciervo en la lista de criaturas vivientes que recita Bárbol al encontrarse con los hobbits Merry y Pippin: “…el ciervo de corona de cuerno…”
También encontramos referencia en El Hobbit, donde Bilbo y los Enanos tuvieron un percance con un ciervo que les sorprendió mientras huía de una cacería, tirando a Bombur al Río Encantado.
Aparte de alguna breve mención en algunos poemas y canciones de las obras de Tolkien, no hay mas referencias a los ciervos en su obra.