El Hobbit: La Desolación de Smaug, versión extendida: Más de lo mismo.

Hace algunos meses vi la versión en cine de El Hobbit: La Desolación de Smaug. No voy a extenderme en mi crítica de entonces, pues ya fue bastante larga (podéis leerla aquí). Sólo voy a comentar acerca de la Edición Extendida de esta segunda entrega de "El Hobbit" que Peter Jackson nos ha presentado, y que ya hemos podido ver gracias a la amabilidad de nuestro amigo G.

Todo lo que dije en mi crítica anterior se hace doblemente patente aquí: la terrible cabezonería de Peter Jackson de alargar innecesariamente todas y cada una de las escenas de sus películas; su manía de crear conflicto continuamente, sin dar respiro ni descanso a los personajes, que se encuentran a cada paso del camino con enemigos ahí donde no tendrían que tenerlos, ignorando el material original que le habría facilitado enormemente la tarea de dar ritmo a la película, lo cual le obliga a intentar crear un nuevo ritmo (y fracasando en ello, todo sea dicho), con alivios cómicos o pausas artificiales que no aportan nada a la historia y sólo hacen perder el interés del espectador (es mi forma amable de decir que aburren soberanamente y que me hacen incluso dar cabezadas).

Pero en esta ocasión me he dado cuenta de otro problema añadido, que se hace evidente en esta Edición Extendida más aún si cabe: Peter Jackson rueda veces cada escena de distintas maneras, incluso escenas que no tienen sentido si juntas unas con otras, seguramente con la intención de ponerlas después en la Edición Extendida. Pero he aquí que se encuentra atrapado por el formato que él mismo creó para estas Ediciones Extendidas, no pudiendo eliminar nada del montaje cinematográfico, sino sólo añadiendo nuevas escenas.

(spoilers)

Así, tenemos la escena de presentación de Beorn. En la edición extendida, tenemos DOS escenas (los enanos se refugian en la casa huyendo de Beorn oso, y Gandalf presenta a la compañía saliendo de la casa de Beorn, en una pobre imitación de la escena del libro), incompatibles entre sí, y que PJ sólo intenta pseudo-arreglar diciendo que Beorn, cuando es un oso, no atiende a razones... como si eso explicase por qué, al volverse humano de nuevo, no intenta entrar en su propia casa, y se queda tranquilamente cortando madera esperando a que unos intrusos (que no sabe quién son, porque ni siquiera ha mirado por la ventana o ha escuchado tras su propia puerta) salgan y se presenten. Y entonces, Beorn reacciona y coge su hacha, enfadado (o algo así) cuando ve que salen enanos de su casa. ¿Hola?

Otro claro ejemplo de esto es la escena extendida del Bosque Negro, cruzando el río. Vemos el ciervo, Thorin le dispara, pero no pasa nada más que un reproche de Bilbo. Entonces Bombur cae al río y se duerme, y todos le tienen que llevar. Pero el montaje que ya teníamos de la edición cinematográfica obliga a olvidarnos de esto y pasar a la escena de las arañas, olvidando totalmente que Bombur estaba dormido (hop, ya no lo está) y el ciervo (¿qué ciervo?). De esta forma, los añadidos quedan como meras anécdotas, prescindibles y que nada aportan. No es una edición extendida, sino una edición alargada.

Hay otras escenas extendidas que funcionan algo mejor. En el prólogo de Gandalf y Thorin se aporta algo más de contexto a la historia que PJ se ha montado sobre la Piedra del Arca y cómo el enano que tenga esta piedra podrá reclamar ser rey. Es una tontería, pero en la pantalla sirve como MacGuffin para dar sentido a la historia. La escena alargada del Alcalde de Lago con su Gríma particular, Alfrid, nos muestra más la codicia y forma de pensar de estos dos, aunque no hacía falta mucho. Evidentemente, esta escena la ha puesto PJ para recordarnos a Denethor comiendo (asquerosamente) mientras sacrifica la vida de su hijo, una torpe imitación en este caso de un alcalde maquinando cómo derrotar a su más directo competidor.

Y es en las escenas con Gandalf cuando más patente se hace el cómo PJ se ve atrapado por sí mismo. Tanto, que decide saltarse esta "auto-prohibición" con las escenas de Thráin, metiéndolo como un pegote en el intento de huida de Gandalf en Dol Guldur, para posteriormente ver cómo Sauron (un todopoderoso Nigromante) lo atrapa y lo "devora" (o algo así). Hale, ya podemos volver a como teníamos el montaje antes.

Ufff, y Gandalf. Madre mía. Recuerdo cuántas veces he defendido a Ian McKellen como Gandalf, y ahora tengo que tragarme mis palabras. No es sólo que el actor esté viejo, es que (entre él y PJ, no me cabe duda) han convertido a Gandalf el Gris en un anciano balbuceante, asustadizo y patético. Recuerdo en las Cartas de JRR Tolkien cómo nuestro querido profesor criticaba el tratamiento que Disney quería dar a Gandalf (cito del maravilloso artículo Un Hobbit Contra Hollywood de nuestro amigo Aldo): "...Gandalf ¡Por favor! No debe farfullar. Aunque parezca quisquilloso a veces, tiene sentido del humor y adopta una actitud algo avunculada en relación con los hobbits; es una persona de elevada y noble autoridad..." ¿Hay alguien que, sinceramente, vea alguna diferencia con el Gandalf que Ian McKellen interpreta en esta película, sobre todo en esta edición extendida? En serio, pensaba que nunca diría esto, pero ojalá hubieran escogido a otro actor en esta nueva trilogía.

O mejor aún, ojalá nunca la hubiera hecho PJ, y se hubiera rodado con otro equipo creativo, con otros actores y con otras aspiraciones (y libres de la Tierra Media de PJ). Otro gallo nos habría cantado.

No tengo casi ninguna gana de ver qué nos depara en la tercera parte, que se estrenará dentro de un mes y medio. Supongo que iré a verla por mi niña, y por demostrarme a mí mismo que puedo seguir diferenciando entre libro y película. Afortunadamente, puedo afirmar que es así, puesto que sigo teniendo claro qué partes del libro funcionarían en la pantalla y cuáles no. Pero también, como aficionado al cine puedo decir que este (sub)producto de Peter Jackson está tan por debajo de su trilogía original, y tan por debajo del libro en el que se basa, como la segunda y tercera partes de La Historia Interminable en el cine. ¿No las conocéis? Eso que os ahorráis. Ya me habría gustado a mí no haberlas visto, pero así entenderéis mejor cómo me siento ahora.