Raza o especie: Ainu, Valier.

Nacimiento: Espíritu primordial creado por Ilúvatar.

Casado con: Tulkas.

Hermanos: Oromë.

Grupos: Ainur, Valar.

Otros nombres: la Bailarina; conocida en quenya como Indis: “Novia"; En sindarin es Neth, “Joven”, o Dineth “Joven novia”.

Nessa, también conocida como la Bailarina, Es una Valië, dama de los Valar, rápida y ágil, amante de los ciervos y de la danza. Nessa es la hermana de Oromë y la esposa de Tulkas, con quien se casó en Almaren durante la Primavera de Arda, vestida de flores por Vána, bajo la luz de Las Dos Lámparas.

Nessa es una palabra quenya que podría significar “La Valiente”. El equivalente en quenya antiguo o vanyarin es Neþþa. Sin embargo, no está claro que la palabra Nessa sea de origen élfico. El propio Tolkien comenta, por la pluma del cronista ficticio Pengolodh, en el ensayo titulado “Los Quendi y los Eldar” que este nombre podría tener un origen valarin (la lengua de los mismos Valar), aunque simplificado y adaptado al habla élfica arcaica. Anota más adelante, en el mismo ensayo, que la palabra también podría ser un arcaísmo élfico, procedente de la forma neresa, una formación adjetiva femenina de la raíz ner— (“valor” o “fuerza viril”), con lo que Nessa significaría “la que tiene valor” o “la que tiene fuerza viril”. También llamada en los primeros escritos de Tolkien Helinyetillë “Ojos de la Serenidad”, un apelativo quenya para las violetas, y Melesta (de la raíz quenya mel—, “amar”).

Además, Nessa también era conocida en quenya como Indis “Novia”, del mismo modo que a Tulkas se le conocía como Ender “Novio”, por haber sido la suya la única boda celebrada entre los Valar en la Tierra Media. En sindarin el nombre de la diosa es Neth, que significa “Joven”, o Dineth “Joven novia”.

Nessa es el Ainu menos poderoso de entre los Valar, la séptima y última de las Valier, tan sólo superior en poder a los Maiar, por tanto, no es considerada una de los Aratar.

Como su esposo, destaca por su rapidez y agilidad. Ama a todos los animales del bosque, que acuden a ella porque ella misma es un espíritu salvaje; pero los ciervos son sus criaturas favoritas, y siguen a su séquito cada vez que se interna con él por los campos y los bosques. Como prueba de su rapidez y agilidad, el Valaquenta narra que es capaz de ganar a esos mismos ciervos en carrera.

Además le gusta la danza y baila asiduamente en las praderas verdes de Valinor, sobre el césped escogido por su hermano Oromë. La danza tiene connotaciones especiales en las historias de Tolkien, pues está conectada con el poder, del mismo modo que el canto, pero más como un regalo de júbilo, expresión de alegría y atractivo. En este sentido, podría decirse que Nessa es la antítesis de Nienna la Sufridora, que padece con cada herida causada por Melkor en Arda.

En los primeros escritos de Tolkien, Nessa no ayudó, como su hermano Oromë, a Yavanna con su trabajo de sembrar Arda de plantas y vida, pues pasaba el tiempo danzando en las praderas de Valinor. Sin embargo sí la secundó en su idea de permitir a los Elfos abandonar la Tierra Media, entonces oscura sin Sol ni Luna, para viajar hacia Aman y residir en Valinor entre los Valar; y de los elfos disfrutó en particular de los cantos y bailes de los Solosimpi (antigua denominación de los Teleri). Por ello, y por ansia de paz, apoyó el Ocultamiento de Valinor a los Noldor cuando éstos perpetraron la Matanza de Alqualondë contra sus hermanos Teleri.

En estos escritos también se relata como, cuando Melkor y Ungoliant destruyeron Los Dos Árboles de Valinor y la oscuridad cayó también sobre Valinor, Nessa se refugió en el jardín donde brotaba la fuente de luz dorada que regaba a Laurelin, el único lugar de Valinor en el que quedaba algo de luz, junto con Vána y otras damas de los valar y doncellas, llorando y afligiéndose.

Una de las especies de los árboles fragantes, o Nísimaldar, que crecían en la isla de Númenor se llamaba Nessamelda “Amado de Nessa” en honor a esta Valië.