Entradas Guerra de los Rohirrim
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25 de febrero de 3019 de la Tercera Edad: La Compañía cruza los Argonath mientras la guerra se cierne sobre Rohan
Cerca del mediodía, la Compañía surcó las aguas del Anduin entre los colosales Argonath, las estatuas de Isildur y Anárion que vigilan la frontera norte del antiguo reino de Gondor. "Nunca había visto algo tan impresionante," declaró Sam Gamyi, quien observaba con asombro las gigantescas figuras de piedra. "Parecen estar vivos, como si aún velaran por estas tierras." Aragorn, visiblemente conmovido, navegó en silencio mientras sus ojos recorrían las formas erosionadas de los reyes de antaño. "Aquí está la gloria de Gondor, aún en pie pese al paso de los siglos," murmuró. Poco después, la Compañía desembarcó en Parth Galen,... (sigue)
Rohirrim
Los Rohirrim, Señores de los Caballos, eran jinetes que se asentaron en Rohan. "Rohirrim" era su nombre para los forasteros; ellos se llamaban Eorlingas (por su rey Eorl el Joven), Jinetes de Rohan y Jinetes de la Marca. "Jinetes del Rey" designaba a la guardia real. Otros nombres fueron Jinetes del Norte, Forgoil (por los dunlendinos) y Pálidos. Rohirrim, en sindarin, significa "Señores de los Caballos" (de roch "caballo", hîr "señor" y el plural -rîm "hueste"). Hallas, hijo del Senescal Cirion de Gondor, les dio este nombre, usado por ambos pueblos. Sus ancestros fueron los Éothéod, Hombres del Norte, parte... (sigue)
Ventana del Ojo
La Ventana del Ojo (Window of the Eye en V.O.) era una ventana o un puesto de vigilancia muy alto en la torre más alta de Barad-dûr. Cuando Frodo y Sam llegaron al Camino de Sauron durante su travesía por Mordor, tuvieron una terrible y fugaz visión de la Ventana y el Ojo de Sauron. Miraba hacia el oeste en dirección al Monte del Destino. Es posible que fuera una de las ventanas desde las que Sauron contemplaba las tierras del noroeste de la Tierra Media. (sigue)
La Guerra de los Rohirrim: Fidelidad sin Magia
Quienes me conocen saben de mi escasa experiencia con el cine de animación, y menos aún con la animación japonesa conocida como anime. Esto no es porque no lo haya intentado viendo algunas series o películas, sino porque no logro conectar con el estilo visual o con el ritmo que proponen las historias y transiciones.No por ello soy crítico de estas producciones; considero que el «problema» —si puede llamarse así— está de mi lado y no del arte o la producción que intento entender y disfrutar. Sin embargo, y para introducir mi opinión sobre The War of the Rohirrim, debo... (sigue)