15 de Enero de 3019 de la Tercera Edad. Un día de pérdidas y nuevos encuentros: La Compañía del Anillo deja Moria y llega a Lothlórien

15 de Enero de 3019 de la Tercera Edad. Moria y el Valle del Arroyo Sombrío
15 de Enero de 3019 de la Tercera Edad. Un día de pérdidas y nuevos encuentros: La Compañía del Anillo deja Moria y llega a Lothlórien

La Compañía del Anillo vivió hoy uno de los episodios más dramáticos de su travesía, marcando un punto de inflexión en su misión. Tras descubrir la Tumba de Balin y enfrentarse a un brutal ataque de orcos y ¡un Balrog!, perdieron a Gandalf el Gris en un sacrificio heroico. El día concluyó con su llegada a Lothlórien, donde encontraron brevemente un respiro en la sombra protectora de los elfos.

A primera hora del día, la Compañía llegó a la Cámara de Mazarbul, el antiguo archivo enano que ahora sirve como tumba para Balin, hijo de Fundin. Gimli, conmovido, cayó de rodillas ante la tumba de su primo, decorada con runas que proclaman: "Balin, hijo de Fundin, señor de Moria".

En declaraciones a nuestro corresponsal, Gimli expresó su pesar: "Esta tumba no es solo un recordatorio de la valentía de Balin, sino de la tragedia que se cernió sobre mi pueblo. Su luz se apagó demasiado pronto." Durante su estancia en la cámara, Gandalf examinó el Libro de Mazarbul, un registro desgarrador de los últimos días de los enanos en Moria. "Sus palabras están llenas de desesperación," dijo el mago. "Pero también revelan la magnitud del asedio que enfrentaron."

No habían pasado muchas horas cuando la Compañía fue atacada por una horda de orcos, y, para rematar, por una criatura de terror antediluviano: un Balrog, conocido como la Perdición de Durin. "Su presencia llenó el aire de una oscuridad y calor abrasadores," relató Aragorn. "Nunca he sentido un peligro tan abrumador."

Gandalf tomó una posición defensiva en el Puente de Khazad-dûm, enfrentándose al Balrog en un acto de valentía que quedó grabado en la memoria de sus compañeros. "No puedes pasar," fueron las palabras del mago antes de destruir el puente, provocando la caída de ambos al abismo. Legolas, visiblemente afectado, declaró: "La luz de Gandalf era una guía para todos nosotros. Su pérdida es un golpe profundo."

La Compañía, ahora liderada por Aragorn, logró escapar de Moria y llegar al Valle del Arroyo Sombrío. Gimli insistió en visitar el Espejo de Durin, un lago cristalino que refleja las estrellas incluso a plena luz del día. "Este es un lugar sagrado para mi pueblo," comentó el enano. "Mirarlo es como ver el alma de Khazad-dûm en su antigua gloria."

Frodo y Sam también se acercaron al lago, encontrando un breve momento de calma en medio del caos. "Es como si el agua conociera todas nuestras penas y las envolviera en su quietud," dijo Sam, conmovido por la escena.

Al caer la noche, la Compañía entró en los bosques de Lothlórien, donde fueron recibidos por Haldir y sus hermanos, Rúmil y Orophin. Los elfos ofrecieron refugio en sus flets, plataformas elevadas en los árboles. "Nos mantendremos vigilantes esta noche," dijo Haldir a nuestro corresponsal. "Las criaturas del Enemigo han osado adentrarse en nuestras fronteras, pero no permitiré que traigan su oscuridad aquí."

Aunque la Compañía encontró un breve respiro, los orcos también cruzaron las fronteras de Lothlórien, una señal de que la seguridad nunca está garantizada. Aragorn aseguró a sus compañeros que continuarían al amanecer, agradeciendo la hospitalidad de los elfos pero consciente de la urgencia de su misión.

La jornada de hoy quedó marcada por la pérdida de Gandalf, pero también por la resiliencia de la Compañía, que sigue adelante pese a las adversidades. Seguiremos informando sobre los avances y los desafíos que enfrentan en esta lucha contra las sombras.