15 de febrero de 3019 de la Tercera Edad: El espejo de Galadriel
En una noche de calma, Frodo Bolsón y Sam Gamyi fueron conducidos por Galadriel a un claro donde se alza el misterioso Espejo de Galadriel. Ante los ojos de ambos hobbits, la Dama de Lothlórien les ofreció una visión del pasado, del presente y de posibles futuros, un hecho que ha dejado una huella profunda en sus corazones.
-He aquí el Espejo de Galadriel -dijo-. Os he traído aquí para que miréis, si queréis hacerlo, anunció la Dama de Lothlórien con voz serena, mientras los hobbits observaban con mezcla de asombro y temor. Lo que verás, si dejas en libertad al espejo, no puedo decirlo. Pues muestra cosas que fueron y cosas que son y cosas que quizá serán. Pero lo que ve, ni siquiera el más sabio puede decirlo. Sin imponer su voluntad, les permitió elegir si querían enfrentarse a las revelaciones del Espejo.
Sam fue el primero en asomarse y contempló imágenes de la Comarca. "Vi nuestros campos y nuestros árboles, pero también vi fuego y destrucción," relató con voz temblorosa a nuestro corresponsal. "No sé qué puede significar, pero me parte el corazón pensar que algo así pueda suceder."
Frodo, al acercarse al Espejo, tuvo visiones aún más inquietantes. "Vi el Ojo," confesó después. "Un ojo ardiente que buscaba, siempre vigilante. Fue como si me hubiera sentido expuesto ante una fuerza inmensa."
Según relató un Elfo que prefiere no revelar su identidad, "Yo no estaba espiando, simplemente pasaba por ahí cuando el mediano le ofreció un anillo a la Dama. Y en ese momento, la terrible voz de Doña Galadriel me martilleó en la cabeza". Dijo: En el sitio del Señor Oscuro instalarás una Reina. ¡Y yo no seré oscura sino hermosa y terrible como la Mañana y la Noche! ¡Hermosa como el Mar y el Sol y la Nieve en la Montaña! ¡Terrible como la Tempestad y el Relámpago! Más fuerte que los cimientos de la tierra. ¡Todos me amarán y desesperarán!
Galadriel observó las reacciones de los hobbits con comprensión. Levantó su mano y del anillo que llevaba brotó una luz que la envolvió por completo, dejando todo el claro en penumbras. En ese instante, se erguía ante Frodo con una altura inconmensurable y una belleza irresistible, al mismo tiempo adorable y terrible. Luego, dejó caer la mano, la luz se apagó, y con una risa suave volvió a ser una figura esbelta, una dama elfa de voz dulce y triste, vestida sencillamente de blanco.
Sin embargo, en un acto de voluntad suprema, rechazó la tentación. -He pasado la prueba -dijo-. Me iré empequeñeciendo, marcharé al oeste y continuaré siendo Galadriel.
Tras la experiencia, los hobbits quedaron pensativos. Sam intentó animar a Frodo, aunque sus propias preocupaciones eran evidentes. "Si todo esto es lo que está en juego, tenemos que seguir adelante, aunque no me guste nada de esto," dijo con determinación, según nos informa nuestro corresponsal.
Mientras tanto, Galadriel se retiró en silencio, dejando a los hobbits con sus pensamientos. La influencia del Espejo y las decisiones tomadas en esta noche marcarán el destino de la Compañía del Anillo y de la Tierra Media.
Seguiremos informando sobre los acontecimientos que se desarrollan en Lothlórien y las decisiones cruciales que determinarán el curso de esta gran travesía.