27 de abril de 2941 de la Tercera Edad: La aventura llama a la puerta

Hobbiton – Lo que comenzó ayer como una visita incómoda ha tomado hoy un rumbo inesperado. Un grupo de enanos ha llegado a Bolsón Cerrado, sin invitación, pero con un propósito claro. Y lo que era una vida tranquila… podría estar a punto de desaparecer para siempre.
Bilbo recibiendo a los últimos enanos y Gandalf

La calma matinal en la Colina ha sido interrumpida hoy por una serie de visitas insólitas. A primera hora, un enano llamó a la puerta de Bolsón Cerrado. Poco después llegó otro. Luego, más. Según los vecinos, la fila de visitantes terminó por formar una hilera pintoresca y creciente hasta que, al final, fueron trece.

“La mayoría venía del este, eso seguro”, comentó un joven lechero. “Vestían como enanos de las Montañas Azules, y llevaban herramientas, capas de viaje y hasta instrumentos musicales”.

Aunque en un principio el señor Bilbo Bolsón pareció sorprendido (y no poco incómodo), los recién llegados entraron sin ceremonias, como si conocieran bien la casa. Se identificaron como miembros de una compañía liderada por Thorin Escudo de Roble, heredero del antiguo Reino bajo la Montaña.

Más tarde apareció Gandalf el Gris, que regresó con aire tranquilo, como si todo formara parte de un plan cuidadosamente urdido.

La reunión que tuvo lugar esa tarde en Bolsón Cerrado fue, según fuentes cercanas, de las que no se olvidan fácilmente. Se habló de una montaña lejana, un dragón llamado Smaug y un mapa que sólo Gandalf sabía cómo leer. También se mencionó un contrato, que el señor Bolsón —no sin cierta confusión— terminó aceptando.

“Dijo que sí”, nos confirmó un viajero que pasó por el sendero al anochecer. “Salió a tomar aire con la cara blanca como la espuma, pero sonreía. Una sonrisa extraña, como de quien no sabe bien si ha cometido una locura... o está a punto de vivir algo inolvidable”.

Se rumorea que la compañía partirá en breve. Si es así, esta podría ser la última noche de Bilbo Bolsón en la Comarca durante mucho tiempo.

Y aquí, en Hobbiton, ya no se habla de otra cosa.