Raza o especie: Poney
Sorprendente animal, muy querido por Sam. Pertenecía al desalmado Bill Helechal, que se lo vendió a los hobbits por el triple de su valor normal (doce centavos de plata) cuando éstos perdieron sus cabalgaduras en Bree. Se encontraba en un estado lamentable, huesudo, mal alimentado y flojo, con síntomas de haber sido maltratado.
Pero, con el tiempo, mejoró de modo notable y cargó con Frodo casi todo el camino hasta Rivendel, desarrollando un talento inesperado para elegir el camino y evitar a su jinete todas las sacudidas posibles. Durante su estancia en Rivendel se transformó de un modo asombroso: le brillaba el pelo, y parecía haber recuperado todo el vigor de la juventud. Por insistencia de Sam, acompañó a la Compañía del Anillo como bestia de carga durante el largo camino hasta Caradhras y la entrada de Moria.
En las mismas puertas de Moria quedó claro que Bill no podría acompañarles durante el resto del viaje, iban a dejarle partir con la bendición de Gandalf y gran tristeza de Sam, cuando fueron atacados en el lago, entonces Bill el poney corrió espantado a lo largo de la orilla, perdiéndose en la oscuridad. Pero logró sobrevivir y retornó a Bree, donde recibió los cuidados de Nob hasta que los hobbits regresaron y (con gran alegría de Sam) les acompañó hasta La Comarca, reencontrándose con su antiguo dueño, Bill Helechal, al que despidió con una coz.
Lo último que conocemos de Bill el Poney es que acompañó a Sam hasta los Puertos Grises para despedir a Frodo.