Raza o especie: Edain.
Nacimiento: 440 de la Primera Edad.
Muerte: 489 de la Primera Edad.
Hijos: Andvír.
Grupos: Casa de Hador, Gaurwaith.
Edain, padre de Andvír, perteneciente a la Casa de Hador y miembro de la banda de renegados conocidos como los Gaurwaith;
El nombre Andróg es de origen y etimología desconocida; de ser sindarin se observan las palabras ”and” “largo” y ”rog” “demonio”.
Residente en Dor-Lómin, Andróg tuvo que abandonar esta tierra ya que fue perseguido por haber matado a una mujer; escapó hacia el sur hasta llegar a los bosques al sur del río Teiglin, donde encontró a un grupo de renegados, llamados Gaurwaith, que cazaban en la zona; siendo un buen arquero, se unió al grupo, siendo descrito como el mas torvo y rudo de ellos.
Cuando Túrin encontró al grupo de renegados y decidió unirse a ellos, Andróg no se opuso pues percibió rápidamente la superioridad de Túrin; tampoco se opuso cuando decidió convertirse en el líder del grupo de renegados.
Cuando Beleg encontró al grupo de renegados buscando a Túrin, Andróg lo ató y quiso matarlo para apoderarse del arco de Beleg, Belthronding, ya que lo codiciaba como arquero que era, no mostrando piedad alguna por el elfo.
Cuando el grupo de renegados se encontró con los Enanos Mezquinos, fue Andróg quien capturó a Mîm y disparo flechas sobre sus hijos cuando escapaban, hiriendo mortalmente a Khîm en su huida; Andróg despreciaba a los Enanos, y se mostró muy poco confiado cuando los renegados aceptaron trasladarse a Amon Rûdh.
Al descubrir Mîm que Andróg había matado a su hijo, le lanzó una maldición y le obligó a romper sus armas dictaminando que no debía llevar nunca más arco ni flechas, y si alguna vez lo hacía, encontraría la muerte por ese medio; Andróg obedeció, temiendo la maldición del enano, pero lo maldijo en respuesta diciendo:
”-Dicen que la maldición de un Enano no muere jamás, pero la de un Hombre también puede llegar a su destino. ¡Que muera con la garganta atravesada por un dardo! “
Algún tiempo después, Andróg desafió la maldición de Mim y tomó de nuevo un arco en una incursión desde Bar-en-Danwedh; en esa escaramuza fue abatido por una flecha de orco envenenada, y lo llevaron de vuelta moribundo, siendo curado por Beleg.
Durante el saqueo de Amon Rûdh por las tropas de Morgoth, Andróg cayó mortalmente herido por una flecha en los primeros peldaños de la escalera exterior, aunque no murió inmediatamente, conservando unas ultimas fuerzas para arrastrarse entre los cadáveres hacia Beleg que permanecía atado y Mîm que se disponía a matar al elfo, y tomando una espada se la arrojó al Enano. Gritando aterrorizado, Mim corrió hacia el borde del barranco y desapareció huyendo por un sendero. Andróg, en sus últimos momentos, cortó las ligaduras de las muñecas y los tobillos de Beleg, y lo liberó; al morir le dijo:
“-Mis heridas son demasiado profundas incluso para tus dotes de curación”
Siendo este el final de Andróg, en el 489 de la Primera Edad; su hijo Andvír, sin embargo, sobrevivió la batalla.