Hombres

Lugar de origen o emplazamiento habitual: Arda.

lenguas: Taliska, Adûnaico, Oestron

Hombres

Los Hombres, uno de los Eruhíni, representan una de las razas parlantes de la Tierra Media, distinguidos por un destino y una naturaleza únicos.

Los Elfos, los Primeros Nacidos, los designaron con diversos nombres: Atani, que significa "el segundo pueblo"; Hildor, "los seguidores"; y otros apelativos como Apanónar ("los nacidos después"), Engwar ("los enfermizos") y Fírimar ("los mortales"). También fueron llamados, en ocasiones, los usurpadores, los forasteros, los inescrutables, los malditos, los de mano torpe, los temerosos de la noche y los hijos del sol

Eru no concibió a los Hombres con la misma semejanza a los Valar que a los Elfos. En su lugar, otorgó a estos "Segundos Hijos" dones únicos y peculiares. A diferencia de todas las demás criaturas, que estaban ligadas a la Música de los Ainur, solo los Hombres poseían la libertad de forjar sus propios destinos. Esta independencia venía acompañada de la mortalidad, liberándolos de la unión eterna con Arda.

Su sino es la Muerte, un don de Ilúvatar que, con el transcurrir del Tiempo, incluso los mismos Poderes llegarían a envidiar. Sin embargo, Melkor, el gran enemigo, arrojó su sombra sobre este don, confundiéndolo con tinieblas y haciendo brotar el mal del bien y el miedo de la esperanza. A los Hombres también se les concedió el poder singular de modelar sus propias vidas, de forjar su camino entre las fuerzas y los azares del mundo, más allá de la Música de los Ainur, que para todas las demás criaturas opera como un destino ineludible.

El Despertar de los Hombres ocurrió en Hildórien, cuando el Sol se elevó por primera vez sobre Arda. Ningún Vala se presentó en Hildórien para guiar a los Hombres o invitarlos a Valinor. Sin embargo, Melkor sí los abordó, extendiendo su Sombra sobre ellos. Esto llevó a que los Hombres siempre sintieran más temor que afecto hacia los Poderes, sin lograr comprender sus propósitos, que a menudo percibían como ajenos o contrarios a la naturaleza del mundo. A pesar de esto, Ulmo sí se preocupó por ellos, respaldando la voluntad de Manwë. Sus mensajes, a menudo a través de corrientes y crecidas, les llegaban. No obstante, los Hombres no estaban preparados para comprender estas comunicaciones hasta que forjaron una amistad con los Elfos Oscuros. Por ello, aunque amaban las aguas, no lograban descifrar sus secretos.

Desde sus comienzos, los Hombres trabaron amistad con los Avari, compartiendo con ellos diversas habilidades, aunque las de los Elfos siempre fueron consideradas superiores. Fue de los Primeros Nacidos que los Hombres aprendieron la lengua, y por ello, cualquier idioma de origen elfico resulta más agradable al oído que aquellos de otros orígenes. Con el tiempo, estas lenguas élficas adoptadas por los Hombres se distanciaron de sus raíces, ya fuera por el paso de las edades o por el contacto que los Hombres tuvieron con los Enanos.

Los Hombres guardan silencio sobre sus orígenes, o bien, poseen múltiples y contradictorios relatos de sus primeros días. En Beleriand, Andreth de la Casa de Bëor le confiesa a Finrod (según se detalla en Athrabeth Finrod Ah Andreth) que su pasado carece de importancia. No obstante, en sus palabras se intuye un miedo a un error primordial cometido por la humanidad. Tras este enigmático suceso, algunos Hombres emprendieron un viaje hacia el Oeste, que finalmente los llevó a Beleriand.

En el poema-lista del Ent Bárbol, los Hombres son reconocidos como uno de los cuatro "Pueblos Libres", junto a los Elfos, los Enanos y los Ents. Si bien los Hobbits no figuraban inicialmente en esta enumeración, al conocer a Merry y Pippin, Bárbol los incorporó de inmediato, reconociéndolos como una rama del linaje de los Hombres.

La humanidad en la Tierra Media se puede agrupar en varias grandes divisiones:

Primeramente, Los Hombres se subdividieron en algún momento de su historia temprana en dos ramas:

1) Los Hobbits, de mediana estatura, que llamaron al resto Gente Grande 

2) Los Hombres, de estatura normal, llamando a los hobbits la Gente Pequeña.

Posteriormente, los Númenóreanos hicieron una division de distintas razas:

1) Los llamados Altos Hombres: aquellos que se aliaron con los Pueblos Libres contra Morgoth en Beleriand, llamados Edain, que significa "Amigos de los Elfos" y que fueron las llamadas Casa de Bëor, los Haladin y la Casa de Hador.

La diferencia fundamental que separaba a los Altos Hombres del resto de la humanidad radicaba en la Bendición de los Valar, un don otorgado a los Edain en reconocimiento a su contribución decisiva en la derrota de Morgoth en la Primera Edad, durante la Guerra de las Joyas. Esta bendición se manifestó en una longevidad y sabiduría superiores a la de otros hombres, así como en la concesión de la isla de Númenor, destinada a ser su reino y un centro de civilización sin parangón.

Con la Caída de Númenor, la denominación "Altos Hombres" persistió para designar a sus descendientes. En este sentido, los Dúnedain, establecidos en la Tierra Media tras la catástrofe, que serían considerados los herederos de los Fieles que escaparon de la destrucción de la isla. Igualmente, este término englobaría a los llamados Númenóreanos Negros, la descendencia de los Hombres del Rey, la facción númenóreana que se había opuesto a los Valar y que también encontró refugio en la Tierra Media.

2) Otro gran grupo lo constituyen los Hombres Medios, aquellos pueblos que no viajaron a Beleriand en la Primera Edad y que, en términos generales, no cayeron bajo la Sombra de Morgoth y nunca se opusieron activamente a los Pueblos Libres.

Es importante destacar que el término "Hombres Medios" enfatiza el carácter indígena de estos pueblos humanos de la Tierra Media, en contraste con los Dúnedain, cuya herencia proviene de Númenor. Los Hombres Medios representan un complejo conjunto de pueblos indígenas de la Tierra Media, con orígenes ancestrales en los Edain, que experimentaron diversas relaciones con los Númenóreanos, desde la instrucción y la amistad inicial, hasta la subyugación, el conflicto y la absorción, manteniendo una identidad diferenciada y diversa a lo largo de las Edades.

Atendiendo a su origen y disposición geográfica, podemos hacer una pequeña clasificación y enumeración básica de los Hombres Medios, los cuales serian:

En Eriador y Gondor:

Los Forodwaith, y sus descendientes, los Lossoth.

Los Hombres Púkel.

Los Hombres de las Montañas Blancas, de los que descienden varios grupos: los Dunlendinos, los Hombres de Bree, los Hombres de las Colinas y los Hombres Muertos del Sagrario.

En Rhovanion:

Los llamados Hombres del Norte, de los que descienden:

Los Hombres del Bosque.

Los Hombres de los Valles del Anduin, de los que descienden los Beórnidas y los Éothéod, los ancestros de los Rohirrim.

Los Hombres de Lago y los Hombres de Valle, de los que descienden los Bárdidos.

Los Hombres de Dorwinion.

3) Finalmente, están los Hombres de la Oscuridad, término utilizado por los Dúnedain para referirse de manera genérica a aquellos pueblos humanos del sur y este de la Tierra Media que cayeron bajo el dominio de Morgoth en la Primera Edad o que fueron posteriormente dominados por Sauron en la Segunda Edad, llegando incluso a adorarlo. 

Era un término genérico para todos aquellos pueblos del sur y este que no eran simplemente saqueadores bárbaros o bandidos, sino que se oponían fanáticamente a los Pueblos Libres y sus aliados, como enemigos de sus "dioses".

Los siguientes pueblos pueden ser considerados Hombres de la Oscuridad:

Los Orientales (Hombre Cetrino).

Los Orientales (Hombre de Rhûn)(Aurigas, Balchoth).

Variags.

Corsarios de Umbar.

Haradrim.


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