El nombre Amárië es quenya y no tiene una etimología clara; se ha sugerido la construcción “Hogareña”.
Durante los felices años que los Eldar pasaron en Aman tras el Gran Éxodo, la vanya Amárië encontró el amor en Finrod Felagund, hijo de Finarfin de los Noldor; pero aunque se amaron, nunca se casaron.
Posteriormente, debido a los hechos producidos en el llamado Oscurecimiento de Valinor, los Noldor, instigados por Fëanor decidieron abandonar el continente de Aman y dirigirse a Endor (Tierra Media); Finrod se unió a ellos, no así Amárië, que permaneció en Aman.
Cuentan las leyendas que en el año 102 de la Primera Edad finalizó la construcción de Nargothrond y que por tal motivo los hijos de Finarfin, con Finrod a la cabeza, decidieron celebrar una fiesta para conmemorar la finalizacion de tales trabajos. A la celebración acudió, procedente de Doriath, Galadriel, y al encontrarse con su hermano Finrod le preguntó por qué no había tomado aún a ninguna esposa. Se dice que el Rey Finrod tuvo una visión en ese momento, y que lúgubre y funesta fue su respuesta. Porque dijo a Galadriel, entre otras cosas, que nada iba a perdurar en su reino que un hijo pudiera heredar. Se cuenta que estos negros augurios no habían estado presentes en él hasta ese entonces, puesto que lo que realmente ocurría era que Finrod amaba a Amárïe, que no le acompañó en su viaje al Exilio pues no se lo permitieron, permaneciendo en Aman junto con los de su pueblo.
En otras historias se cuenta que tras la muerte de Finrod, y tras pasar un breve tiempo en las Estancias de Mandos, Amárïe se volvió a reencontrar con su amado en las Tierras Imperecederas y que finalmente pudieron reunirse en la beatitud del Reino Bendecido, donde viven juntos.