Yelmo de Hador

Creación: Telchar.

Destrucción: ¿?

Creador(es) o propietario(s): Telchar, Azaghâl, Maedhros, Finrod, Fingolfin, Hador, Galdor, Húrin, Túrin.

Espada, casco y cota de malla de un soldado de Rohan
Yelmo de batalla, forjado por el maestro herrero de Nogrod, Telchar; también fue llamado el Yelmo-Dragón de Dor-Lómin.

El yelmo se describe en los Cuentos Inconclusos:

”Ese yelmo estaba hecho de acero gris y adornado de oro, y en él habían grabado las runas de la victoria. Tenía un poder que protegía a quien lo llevara de heridas y de muerte, porque la espada que en él diera se quebraría, y el dardo que le golpeara caería a un lado. Había sido hecho por Telchar, el renombrado herrero de Nogrod. Tenía una visera (como las que los Enanos usan en sus fraguas para cuidarse los ojos), y la cara de quien lo llevase metería miedo en el corazón de cuantos la vieran, pero en cambio estaría protegida del dardo y del fuego. En la cresta tenía montada la imagen dorada y desafiante de la cabeza de Glaurung el dragón; porque el yelmo había sido hecho poco después de que Glaurung saliera por primera vez de las puertas de Morgoth. A menudo Hador, y Galdor después de él, lo habían llevado en la guerra; y los corazones de las huestes de Hithlum se enardecían cuando lo veían sobresalir en medio de la batalla, y gritaban: —¡De más valor es el Dragón de Dor-Lómin que el gusano dorado de Angband!”.

Forjado por Telchar para su señor Azaghâl, fue dado como regalo a Maedhros, el cual se lo cedió a Finrod Felagund, y éste a Fingolfin.

Por aquel entonces, Hador Lórindol, que estaba al servicio de la Casa de Fingolfin y recibió en señorío la tierra de Dor-Lómin, recibió como regalo el Yelmo-Dragón de Dor Lómin. Le fue dado ya que el yelmo estaba hecho para las cabezas enanas y nadie tenía el suficiente tamaño para llevarlo, excepto Hador, que fue uno de los Hombres más altos de toda Beleriand. Todo su linaje llevó el yelmo, hasta que fue perdido en tiempos de su bisnieto Túrin.

Nada se sabe sobre su destino final, aunque Tolkien en sus primeros escritos (La Guerra de las Joyas) menciona varias opciones, tales como que Húrin recupero el Yelmo durante su estancia en Brethil, o que el Yelmo se perdió en la Batalla de Tumhalad, cuando Glaurung retó a Túrin a que le enfrentara sin el Yelmo, aunque la idea finalmente no fue desarrollada.