Hombre de Númenor, nacido en el año 2960 de la Segunda Edad, hijo de Ar-Sakalthor, casado con Inzilbêth y padre de Inziladûn y Gimilkhâd.

Ar-Gimilzôr se convirtió en el vigésimo tercer Rey de Númenor, tras la muerte de su padre, en el año 3102 de la Segunda Edad. Durante su reinado la persecución a los Fieles se intensificó de tal manera que algunos incluso se marcharon a la Tierra Media. La mayoría de los que permanecieron en Númenor acabaron estableciéndose en Romenna, en la costa este, donde el Rey los tenía mejor vigilados. A los Elfos se les prohibió visitar Númenor, se prohibió el uso de sus lenguas y el Árbol Blanco, regalo de los Elfos, fue descuidado. Se dejó de reverenciar a los Valar y el rey no subía jammás al Santuario de Eru. Los Valar, al enterarse de todo esto, dejaron de proteger a las gentes de Númenor.

Se cuenta que el Rey se casó con Inzilbêth, una descendiente de Tar-Calmacil que secretamente pertenecía a los Fieles (su madre era Lindórië, de la Casa de los Señores de Andúnië) y se dice que ella no deseaba casarse con Ar-Gimilzôr y que su matrimonio fue infeliz. Las diferencias de la pareja las heredaron los hijos: así Inziladûn, el mayor, era el preferido de la madre y compartía con ella su inclinación hacia los Fieles; mientras que Gimilkhâd, el menor, era como su padre.

Ar-Gimilzor reinó durante 75 años y tras su muerte, ocurrida en el año 3177 de la Segunda Edad, fue sucedido por su hijo mayor Inziladûn, más conocido como Tar-Palantir.