Enedwaith
Situación: Eriador al norte y Drúwaith Iaur
Época: Segunda Edad
Otros nombres: “Pueblo Medio” (Sindarin)
GEOGRAFÍA.
Región de la Tierra Media al oeste de las Tierras Brunas, entre Eriador al norte y Drúwaith Iaur al sur. A finales de la Tercera Edad era una enorme pradera entre los ríos Gwathló e Isen, sin ningún tipo de accidente geográfico de por medio, pero no siempre fue así. A mediados de la Segunda Edad Enedwaith estaba cubierto por un tupido bosque, tan solo interrumpido en su parte central por una zona de Grandes Marjales. Este bosque formaba parte de un bosque inicial compartido con la norteña región de Minhiarath, que sufrió una tala indiscriminada hasta su completa exterminación. El clima de la región sufrió una considerable variación de una edad a otra, puesto que la existencia de esa extensa selva aseguraba una alta humedad, mientras que su ausencia favorecía el clima estepario continental. Para la Tercera Edad, ya se había convertido en esa interminable pradera – páramo, de características similares a Rohan, y escasamente poblada. Tenía una extensión aproximada de 150.000 kms2, y solo se han documentado dos asentamientos en su solar: el puerto de Lond Daer, y la ciudad de Tharbad.
HISTORIA.
Cuando los Númenóreanos fundaron en la desembocadura del río Gwathló el puerto de Vinyalondë durante el siglo VIII de la Segunda Edad, sus cronistas ya documentaron la presencia de un pueblo de nativos, atrasados aunque no hostiles, que vivían, sobretodo, del mar y de los frutos que las enormes extensiones boscosas de la zona les ofrecían. Estas gentes, fuertes, morenos, cetrinos y de alta talla, emparentados con los Dunledinos, que en un primer momento se retiraron hacia los extensos bosques del interior, mostraron respeto por los Hombres de Númenor y no les molestaron.
Así pues, las costas de Enedwaith fueron colonizadas por los Dúnedain bajo el impulso del príncipe Aldarion, que visitó el puerto en los años 806, 814 y 863, dirigiendo y supervisando los trabajos de fortificación, edificación y dragado del estuario. Vinyalondë se convirtió en la principal colonia Númenóreana de esa época, y desde allí zarpó Aldarion en el 814 para completar la mayor gesta exploradora de los Hombres del Oeste en todos los días antiguos, al navegar hacia el lejano Este y los Mares Interiores. El flujo constante de madera hacia Númenor, mantenía en ebullición la ciudad, y hacía del puerto una de las zonas más prosperas de toda la Tierra Media. Sin embargo, tanto progreso tuvo la cara negativa en la progresiva e irremediable deforestación, y el precio a pagar fue la enemistad de los primitivos habitantes del país, que veían como sus hogares eran arrasados sin tregua. Las necesidades madereras de la metrópoli, la prosperidad comercial de la colonia, esquilmaron la selva original, y el territorio boscoso quedaba cada vez más lejos del puerto. Cuando en el año 1695 estalla la guerra de Sauron contra los Elfos, la colonia se convierte en objetivo del Señor Oscuro, así que aprovechando la animadversión de los nativos hacia los Númenóreanos, los sedujo y usó para atacar Vinyalondë. Los Hombres de Númenor resistieron y derrotaron a los siervos de Sauron, pero éste pasó a controlar el territorio boscoso que aún quedaba virgen, lo que produjo el colapso económico de Vinyalondë. La situación amenazaba ruina, pero por fin en el año 1700 una flota procedente de Númenor al mando del almirante Ciryatur pudo desembarcar en el puerto y ayudar a los Elfos en la Batalla del Gwathló, donde masacraron a los ejércitos de Sauron aliviando así la situación de la ciudad. Sin embargo, esta ayuda llegó demasiado tarde. La deforestación había alcanzado tal grado, que pronto dejó de ser rentable la tala de bosques tan lejos del mar, y Vinyalondë entró en una lenta y constante decadencia que acabó con ella en ruinas.
En el siglo XXIII perdió su nombre original y empezó a ser conocida como Lond Daer. Durante la Tercera Edad, cuando el bosque primitivo había desaparecido, Enedwaith quedó constituida en una especia de marca entre Arnor y Gondor, y aunque no fue reclamada por ninguno de los dos reinos, ambos colaboraron en la edificación y mantenimiento de una serie de calzadas, de las cuales la más importante fue el Camino Viejo del Sur. En su cruce con el río Gwathló se edificó un puente y se levantó el asentamiento de Tharbad. Desde allí, los barcos de pequeño y medio calado navegaban río abajo hacia Lond Daer, reiniciando una tímida actividad comercial en el antiguo puerto Númenóreano. Pero la desastrosa acción del hombre con el entorno iba a volverse contra él, y es que en el año 2912, una estación especialmente lluviosa provocó unas devastadoras inundaciones, que no hubiesen pasado de unas precipitaciones copiosas pero inofensivas de haber existido aún el bosque, pero que ausente éste, arrasaron Tharbad y Lond Daer, las cuales terminaron en ruinas y nunca más fueron reconstruidas. La desaparición del Reino del Norte, y la progresiva despreocupación de Gondor por sus fronteras septentrionales, hicieron que las tierras de Enedwaith quedasen totalmente yermas y desiertas durante el final de la Tercera Edad. El territorio quedó finalmente incluido dentro de las fronteras del Reino Unificado de Arnor y Gondor, ya en la Cuarta Edad.