13 de marzo de 3019 de la Tercera Edad
Elfenomeno

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Año 485 de la Primera Edad: Túrin y Mîm, una tregua sellada en sangre
Apenas había amanecido sobre los brezos rojizos de Amon Rûdh cuando Mîm el Enano se sentó junto a su huésped inesperado. La bruma aún se cernía sobre las laderas del oeste del Sirion, y el silencio era más denso que el musgo entre las piedras. Nada en la escena sugería que aquel instante sería el germen de una alianza insólita. El viejo Enano —quien hasta entonces apenas había cruzado palabra con los hombres que lo habían apresado la noche anterior— hablaba con voz grave, no tanto por el cansancio, sino por el peso de la pena. Uno de sus hijos... (sigue)
Año 484 de la Primera Edad: Túrin, hijo de Húrin, mata a Saeros y huye de Doriath
Se respira hoy un aire tenso en las estancias de Menegroth. Los salones del Rey Elu Thingol, habitualmente repletos de armonía élfica y voz de laúdes, despiertan ahora bajo el peso de una tragedia: Túrin Turambar, hijo de Húrin el Inquebrantable, ha desaparecido tras un grave incidente que ha culminado con la muerte del elfo Saeros, uno de los consejeros del Rey. Todo comenzó, como tantas veces ocurre, con palabras más afiladas que espadas. Durante una cena en los salones de Menegroth, Saeros se burló abiertamente del linaje de Túrin y de la dignidad de su madre, Morwen Eledhwen. El... (sigue)
Año 473 de la Primera Edad: Húrin es encadenado en Thangorodrim y maldecido por Morgoth
No diré nada. Ni aunque tu Ojo me atraviese hasta los huesos.Ni aunque mi carne se haga polvo.Ni aunque mi nombre sea borrado de la tierra. Así respondió Húrin Thalion a Morgoth Bauglir en el trono ardiente de Angband, y así comenzó su castigo. Derrotado en la Nirnaeth Arnoediad pero no doblegado, el Señor de Dor-lómin fue encadenado por Gothmog, llevado a rastras ante el Enemigo, y colocado en un sitial de piedra sobre los pináculos de Thangorodrim. Allí, por arte oscura, su cuerpo fue sostenido sin alimento ni sueño, y sus ojos abiertos de par en par para ver... (sigue)
29 de mayo de 2941 de la Tercera Edad: Encuentro con los trolls
La mañana había sido dura para los viajeros. Cruzaron tierras desoladas bajo una lluvia implacable, y cuando cayó la noche, el viento arrastraba jirones de nubes bajo una luna inquieta. Buscaban un lugar donde refugiarse cuando divisaron una luz roja parpadeando entre los árboles. Siguiendo la antigua costumbre de los hobbits de ser enviados a investigar, fue Bilbo quien avanzó en silencio hasta encontrar la fuente: una hoguera junto a la cual asaban un carnero tres trolls enormes. Lo que ocurrió después rozó lo increíble. Animado por la misión de ser un saqueador, Bilbo intentó hurtar algo del bolsillo de... (sigue)