Paz de Arda

La Paz de Arda es un periodo de armonía y estabilidad en el mundo, tras el encarcelamiento de Melkor por los Valar, y antes de su liberación. Se trata de una etapa en la que el mal parecía haber sido vencido, y los pueblos libres —en especial los Elfos— vivieron bajo la luz de los Dos Árboles, en una era de relativa plenitud.

Este tiempo de calma es mencionado explícitamente en El Silmarillion, y representa uno de los momentos de mayor equilibrio en la historia de Arda antes del estallido de los grandes conflictos de la Primera Edad: 

“Ahora bien, Melian tenía mucha capacidad de previsión, como era propio de los Maiar; y cuando hubo transcurrido la segunda edad del cautiverio de Melkor le comunicó a Thingol que la Paz de Arda no duraría para siempre.”
(El Silmarillion, “De Thingol y Melian”)

Este periodo se sitúa tras la derrota de Melkor en la llamada Batalla de los Poderes, cuando fue llevado encadenado a Aman, y antes de su liberación y traición. Durante este tiempo:
- Melkor permanece prisionero en Mandos, y no ejerce influencia directa sobre el mundo.
- Los Valar gobiernan en paz desde Valinor, bajo la luz de Telperion y Laurelin.
- En la Tierra Media, los Elfos despiertan junto al lago Cuiviénen, y algunos inician el Gran Viaje hacia el oeste.
- Elwë (Thingol) encuentra a Melian en los bosques de Beleriand, y juntos fundarán más adelante el reino de Doriath. 
- Los Valar envían mensajeros para invitar a los Elfos a trasladarse a Aman.

No hay conflictos armados conocidos durante este tiempo, y la obra de los Valar prospera en Aman. Es una era de desarrollo cultural y belleza, especialmente para los Elfos. Pero la Paz de Arda no es eterna. Cuando los Valar, en un acto de clemencia, liberan a Melkor tras su encarcelamiento, este finge humildad, pero pronto siembra discordia entre los Noldor, destruye los Árboles con la ayuda de Ungoliant y roba los Silmarils. Su traición marca el fin abrupto de este periodo de paz y el inicio de los grandes sufrimientos que vendrán con la Primera Edad del Sol.

Mencionar que antes de esta Paz de Arda de la que se habla en El Silmarillion, existió también un tiempo de aparente armonía tras la elevación de las Lámparas de los Valar y la fundación de Almaren, la primera morada de los Poderes. Los Anales de Aman lo describen como una época de equilibrio antes del regreso de Melkor. La destrucción de las Lámparas supuso su abrupto fin.