Encuentro entre Sauron(Melkor) y Finrod (Eleder)
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8 de noviembre de la Primera Edad: Un Encuentro Fugaz en los Estanques de Ivrin
Estanques de Ivrin – En una tarde cargada de presagios, Tuor, hijo de Huor, y su compañero Voronwë presenciaron un extraño y estremecedor espectáculo en los Estanques de Ivrin. Mientras descansaban junto a las aguas místicas, un hombre alto y oscuro apareció entre los árboles. Armado y vestido de negro, la figura llevaba una larga espada desenvainada, una hoja negra cuyas aristas brillaban frías y resplandecientes, contrastando con la melancolía que emanaba de su semblante. Según los observadores, el hombre se acercó a la orilla con el rostro grabado por el dolor. Al contemplar las aguas de Ivrin, donde antaño... (sigue)
Finrod Felagund
Elfo Noldo. Hijo de Finarfin y de Eärwen, hija de Olwë. Hermano de Orodreth, Angrod, Aegnor y de Galadriel. Nacido en Aman en el año 1300 de la Edad de los Arboles, muerto en el año 465 de la Primera Edad. También llamado Findaráto (nombre paterno en Telerin), Ingoldo (nombre materno en Quenya, “El Noldo”), y como Felagund (epessë en Khuzdul, “Tallador de Cavernas”) También conocido como Edennil (Sindarin, “Amigo de los Hombres”), Atandil (Quenya,”Amigo de los Hombres”), como Nóm (en la lengua de Bëor, “Sabiduría”), como el Fiel y como El Amigo de los Hombres. Fundador y primer Rey... (sigue)
Casa de Finrod
Familia noble Noldorin, Casa menor subrogada a la Casa de Finarfin, tercera heredera de la Gran Casa de los Noldor, la Casa de Finwë. Incluía a Finrod Felagund y los descendientes de la Casa de Finarfin junto con nobles sirvientes. Debido a que Finarfin finalmente no viajó a la Tierra Media, su hijo Finrod Felagund tomo el liderazgo de la Casa de Finarfin en este continente, pasando a denominarse la Casa de Finrod. El emblema de la Casa de Finrod presenta una antorcha y un arpa como sus motivos principales. Se cuenta que cuanto encontró por primera vez a los... (sigue)
Encuentros en el Bosque Viejo
Ya se acercaba la hora de regresar, pensaba mientras iba al encuentro de sus viejos amigos para despedirse. Hacía tiempo que había dejado atrás el puente del Brandivino y la verde pradera acabó de pronto ante un muro casi impenetrable de viejos robles y densos arbustos y zarzas de aspecto imponente, casi amenazador, que justificaba por sí solo las leyendas que se contaban sobre el Bosque Viejo. Pero no era por ahí por donde quería entrar, y continuó cabalgando hacia el oeste siguiendo los linderos del bosque. Al llegar a las primeras colinas, el bosque comenzó a volverse hacia el... (sigue)