Auriga

Lugar de origen o emplazamiento habitual: Rhûn

Los Aurigas, según nos dice Tolkien en los Apéndices, eran un pueblo, o una confederación de pueblos que venía del Este; pero eran más fuertes y estaban mejor armados que ningún otro que hubiera aparecido antes. Viajaban en grandes carromatos, y sus capitanes luchaban en cuadrigas.

Estamos hablando, por tanto, de un pueblo de carácter nómada, que se desplazaba en grandes carretas y que provenía del Este (Rhûn). Les fue dado el nombre de Aurigas precisamente por el hecho de conducir carromatos (y cuadrigas) tirados por caballos.

Los Aurigas cruzaron por primera vez el Mar de Rhûn en el año 1851 de la Tercera Edad, para, en 1856 TE atacar Gondor, agitados, como se supo después, por emisarios de Sauron. Como resultado de este ataque, los Aurigas mataron al Rey Narmacil II y sometieron al pueblo de Rhovanion oriental y austral. De esta forma las fronteras de Gondor tuvieron que retirarse hasta el Anduin y las Emyn Muil. Sin embargo, en el año 1899 de la Tercera Edad los hombres de Rhovanion se rebelan contra los Aurigas y, bajo el mando del Rey Calimehtar, el ejército de Gondor consigue derrotarlos en la Batalla de la Dagorlad.

Pero en el año 1944 de la Tercera Edad, los Aurigas se alían con Hombres de Khand y del Cercano Harad para lanzar un nuevo ataque contra Gondor desde el norte y el sur a la vez. El ataque que se efectúa desde el norte tiene buenos resultados para los Aurigas, pues consiguen invadir Ithilien, mientras que el Rey ondoher'>Ondoher y sus dos hijos (Artamir y Faramir) pierden la vida en la batalla del norte del Morannon. Sin embargo Eärnil, como capitán del Ejército Austral, consigue vencer al enemigo en el sur de Ithilien, acabando con el ejército de Harad que había cruzado el Poros. Y, además, sumando a sus tropas a los supervivientes del Ejército Septentrional, ataca el campamento principal de los Aurigas, quienes se encontraban celebrando la que creían que era su victoria sobre Gondor. Eärnil prendió fuego a los carromatos de los Aurigas y los expulsó de Ithilien, provocando una huída muy desordenada. De esta forma, muchos de los Aurigas que huyeron acabaron perdiendo la vida en las Ciénagas de los Muertos.