Batalla de Pelargir

Lugar: Pelargir

Protagonistas: Aragorn, Compañía Gris y Ejército de espectros; Haradrim

Año o época: 13 de marzo de 3019

Batalla librada el día 13 de marzo del año 3019 de la Tercera Edad entre el ejército de Aragorn y las huestes de los Haradrim en Pelargir.

Sucedió por ese entonces que Aragorn, tras la Batalla de Cuernavilla, decidió escrutar la Palantír de Orthanc, y se dice que cuando logró dominar la Piedra Vidente se enteró de muchas cosas; la principal de ellas era que vio llegar desde el sur un peligro grave e inesperado para Gondor que iba a privar a Minas Tirith de gran parte de las fuerzas defensoras. Por tanto decidió que tenía que actuar con premura para contrarrestar la grave amenaza que se cernía sobre su amado reino. Para ello decidió atravesar los Senderos de los Muertos para que se cumpliera la profecía de Malbeth, el Vidente del Rey Arvedui, que auguraba que el Heredero de Isildur atravesaría algún día la Puerta que lleva a los Senderos para obligar a los Muertos a cumplir el juramento de luchar contra Sauron que quebrantaron en los Años Oscuros.

Por tanto Aragorn, junto con Legolas, Gimli, Elladan, Elrohir y una compañía de 30 Montaraces (lo que se pasó a llamar la Compañía Gris), tomó los Senderos de los Muertos el día 8 de marzo del año 3019 T.E., llegando a la Colina de Erech justo antes de la medianoche. Una vez ante la Piedra Negra, que según se decía había sido llevada allí por Isildur y que era el lugar donde se hizo el juramento con el Rey de las Montañas, Aragorn sopló un cuerno de plata traído por Elrohir y convocó al Ejército de las Sombras, al cual anunció que partirían en dirección a Pelargir, diciéndoles que cuando le ayudaran a destruir a los servidores de Sauron consideraría cumplido su juramento y por tanto serían liberados de la maldición que pesaba sobre ellos.

La Compañía Gris acompañada por el Ejército de las Sombras se encaminó a Pelargir con gran rapidez pues de su pronta llegada dependía el destino de Minas Tirith. Así atravesaron el Ciril y el Ringló, y en el tercer día de viaje (el 11 de marzo del 3019 T.E.) llegaron a Linhir, en la desembocadura del Gilrain. Allí los habitantes de Lamedon luchaban en los vados contra las huestes feroces de Umbar y Harad que habían remontado el río, sin embargo cuando los enemigos vieron la llegada de los Muertos huyeron de la batalla gritando que el Rey de los Muertos había llegado. Fue así como Aragorn sumó a sus fuerzas las de Angbor, el Señor de Lamedon, que junto a sus tropas tuvieron el coraje de no huir ante tan espantoso ejército de muertos. Más tarde el ejército cruzó el Gilrain, y todos los enemigos huían ante su presencia por las tierras de Lebennin en dirección a Pelargir, hasta que por fin llegaron al objetivo el día 13 de marzo del año 3019 T.E., comenzando la verdadera batalla.

Se dice que en Pelargir se encontraba la flota principal de Umbar, compuesta por 50 navíos de gran calado y por infinidad de embarcaciones más pequeñas. Muchos de los que huyeron del Ejército de las Sombras intentaban huir en algunas de las embarcaciones río abajo pues estaban aterrorizados por lo que habían visto, pero los Haradrim, atrapados en el borde del Anduin, se sintieron acorralados y cargaron con gran ferocidad alentados al ver que el ejército de Aragorn era menos numeroso de lo esperado. Fue en ese momento cuando Aragorn lanzó un gran grito y en nombre de la Piedra Negra llamó al Ejército de las Sombras que se encontraba en la retaguardia de su ejército y como una marea implacable se lanzó contra el enemigo. Los Muertos provocaban tanto miedo que nadie era capaz de hacerles frente, y se dice que en realidad ni necesitaban de sus armas pues el enemigo huía aterrorizado ante su sola presencia. Trepaban a todas las naves que estaban en los diques e incluso pasaban por sobre las aguas para llegar a las naves ancladas en el río, y los marineros no se atrevían a hacerles frente, y se arrojaban por la borda a las aguas en un intento desesperado de huir del horror que avanzaba inexorable ante ellos. Mientras, el resto del ejército de Aragorn, perseguía a caballo a los restos del ejército Haradrim que se batía en fuga, arrasándolos como si se trataran de hojas marchitas que caen de un árbol podrido. Se dice que antes de que terminara el día no quedaba ningún enemigo que se les resistiera, y que los que no murieron ahogados huyeron hacia el sur en rápida desbandada.

Tras esta batalla Aragorn se apoderó de la mayor parte de la flota negra, y tras elegir la nave más grande subió a bordo de ella e hizo sonar un gran coro de trompetas tomadas de los enemigos para convocar al Ejército de las Sombras. Allí Aragorn les anunció que habían cumplido con su juramento y los liberó de la maldición, dejándoles partir en libertad para que así obtuvieran su merecido descanso, y desde entonces no se volvió a ver a los Hombres Muertos en la Tierra Media.

La Batalla de Pelargir fue fundamental ya que de no haberse obtenido la victoria Minas Tirith no hubiera podido resistir el sitio a que fue sometida pocos días después. Tras esta batalla Aragorn reunió un gran ejército formado por hombres que llegaban de Lebennin y del Ethir, que sumados a los que reunió Angbor, fueron embarcados en la flota negra para posteriormente combatir en la famosa Batalla de los Campos del Pelennor.