No hay referencia en las lenguas canónicas de Tolkien para las palabras abeja, no obstante, sí encontramos algunas referencias en algunas lenguas pre-canónicas como en el qenya (quenya pre-canónico).
Según las referencias en la obra de Tolkien, hemos de suponer que estos insectos estaban presentes en la Tierra Media de una forma tan corriente como en nuestros días.
Sin apenas relevancia en la obra de Tolkien, sólo destacar a la raza de abejas criadas por Beorn, las cuales destacan por su gran tamaño y fiereza; descritas en El Hobbit como: “Eran más corpulentas que avispones Los zánganos, bastante más grandes que vuestros pulgares, llevaban bandas amarillas que brillaban como oro ardiente en el negro intenso de los cuerpos.”.
Como curiosidad, mencionar la historia de Gil (Ingil), publicada en El Libro de los Cuentos Perdidos; según este texto, tras herir a Melko, Gil y Telimektar le siguen y ascienden a los cielos, donde se encargan de vigilarle. Desde entonces, a Gil se le puede ver como una abeja portadora de miel llameante, también llamado Abeja Azul o Nielluin, es decir Sirius (llamada Helluin en El Silmarillion).