Gran torre y fortaleza, alta y bella, construida por los Numenoreanos en el 3320 de la Segunda Edad, en la cima de Amon Sûl, la más al sur de las Colinas de los Vientos. En la torre se custodia la Piedra de Amon Sûl, una de las palantíri más pequeñas. Desde la cima se pueden ver amplias extensiones de tierra en todas las direcciones en pleno centro de Eriador, y se tiene control sobre el Camino del Este, que pasa al pie de la colina en su vertiente sur. Por todo esto, la torre es un lugar de gran valor estratégico.

Se dice que el propio Elendil sube a la torre para esperar la llegada de los ejércitos de Gil-Galad (3430-3431 SE) y unir así la Última Alianza. Durante siglos, la torre pertenece a Arnor, hasta la disolución del reino en el 891 de la Tercera Edad. A partir de este año, pasa a manos de Arthedain, pero la zona de las Colinas del Tiempo es fronteriza con Cardolan y Rhudaur, y se producen rivalidades y enfrentamientos entre los tres reinos para el control de la región y de la torre. En 1409, el Rey Brujo de Angmar sitia la torre. Como precaución, la palantír es llevada a Fornost. Pero finalmente, el Rey Arveleg I muere durante la defensa de la fortaleza, que resulta incendiada y arrasada. Nunca será reconstruida, y en los siglos siguientes sólo quedará de ella un círculo de piedras melladas recubiertas por la hierba.

A finales de la Tercera Edad, las ruinas vuelven a ser escenario de eventos importantes. En la noche del 3 de octubre de 3018, Gandalf es asaltado por los Nazgûl en el círculo de piedras. Y tres días después, Aragorn, Frodo y Merry rastrean en el mismo lugar los restos de la batalla, además de observar la llegada de cinco Jinetes Negros por el camino.