Lossoth

Lugar de emplazamiento habitual: Cabo de Forochel

Otros nombres: Hombres de las Nieves de Forochel, Hombres de las Nieves, Pueblo de la Nieve, Snowmen of Forochel en la V.O.

Lossoth

Los Lossoth (tambien llamados Hombres de las Nieves de Forochel, Hombres de las Nieves, Pueblo de la Nieve y Snowmen of Forochel en la V.O.) eran un pueblo singular que habitaba las frías tierras del extremo norte de la Tierra Media, en el Cabo de Forochel. Eran considerados Hombres Medios, descendientes de los Forodwaith, un antiguo pueblo que permaneció en las regiones septentrionales tras la gran marcha de los Atani hacia Beleriand; los Lossoth desarrollaron una cultura única adaptada a su duro entorno.

El nombre de Lossoth proviene del sindarin y significa Pueblo de la Nieve.

Aislados del resto del mundo, los Lossoth vivían en armonía con el frío y la nieve. Construían sus hogares con hielo y nieve, similar a los iglús, y se desplazaban en trineos y patines de hueso. Su conocimiento de la naturaleza y su entorno era profundo, y se dice que podían sentir el peligro en el aire, una habilidad que les permitía anticiparse a las amenazas.

Su cultura era primitiva en comparación con otros pueblos de la Tierra Media. Tenían poco interés en la riqueza material y valoraban más la supervivencia y la conexión con su entorno. Su hostilidad hacia los extraños era legendaria, y se creía que provenía de su miedo al Rey Brujo de Angmar y sus hombres, quienes los habían aterrorizado y perseguido en el pasado.

El Rey Arvedui buscó la ayuda de los Lossoth acuciado por el hambre, pero éstos no le ayudaron de buen grado, pues no tenía nada que ofrecerles a cambio, además de que temían al Rey Brujo. Pero, en parte por compasión y en parte porque los hombres del Rey estaban armados, les proporcionaron alimento y les construyeron unas chozas de nieve. Cuando finalmente llegó un barco enviado por Círdan en ayuda de Arvedui, no pudo acercarse a la costa, pues ese año el invierno fue muy crudo, pero los Lossoth llevaron al rey y a sus hombres con trineos hasta donde les fue posible. Pero los Hombres de las Nieves olían el peligro en el aire, y le recomendaron a Arvedui que no subiera al barco y que esperara hasta que pasara el invierno. Sin embargo, el rey no hizo caso a esta advertencia y dándoles las gracias a los Lossoth, entregó a su jefe su anillo como recompensa por la ayuda prestada, diciéndoles que cuando quisieran, podrían obtener un buen rescate a cambio del mismo. Este era el Anillo de Barahir y fue de esta manera como se salvó, pues los Dúnedain pagaron después rescate por él.

Pero el consejo que los Lossoth habían dado al rey era acertado, pues antes de que el barco enviado por Círdan y en el que viajaba Arvedui con sus hombres llegara a mar abierto fue sorprendido por una tormenta de nieve. El hielo quebró el casco y el barco se fue a pique, pereciendo así Arvedui, el último Rey y perdiéndose para siempre las palantíri que llevaba con él, en el año 1975 de la Tercera Edad.

Los Lossoth, a pesar de su aislamiento, es posible que hayan tenido algún contacto con los Enanos de las Montañas Azules y con los Hombres de los Valles del Anduin, especialmente aquellos que vivían más al norte, debido a sus rudimentarios conocimientos del oestron.

No eran similares a los Edain, sino más bien a los Hombres de las Tierras Brunas o Dunlendinos; en algunas fuentes se sugiere que pudieran descender de los orientales de la Casa de Bór que no llegaron a Beleriand.

Es interesante notar las similitudes entre los Lossoth y los pueblos indígenas del Ártico, como los inuit. Tolkien, al crear a los Lossoth, pudo haberse inspirado en estas culturas, adaptando sus costumbres y conocimientos a su universo fantástico.


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