Por El Silmarillion sabemos que Ungoliant se marchó a Nan Durgortheb, donde se acopló con otras criaturas arácnidas que allí moraban desde los días de la excavación de Angband. Después de acoplarse con las arañas, Ungoliant las devoró, pero sus vástagos se quedaron allí, tejiendo horribles redes.

Cuando, a finales de la Primera Edad, Beleriand es destruída, es probable que muchas de estas arañas gigantes descendientes de Ungoliant murieran, pero sabemos que al menos una de ellas sobrevivió: Ella-Laraña. Ésta logró escapar a Ephel Dúath y sus vástagos se diseminaron por las montañas de Mordor: desde Ephel Dúath hasta las colinas del Este, y hasta Dol Guldur. Durante la Tercera Edad, algunas de estas grandes arañas de Mordor se marcharon al Bosque Negro en la época en la que Sauron se estableció allí.

Recordemos que, al cruzar el Bosque Negro, Bilbo y la compañía de Enanos se enfrentan con arañas gigantes: eran muy grandes, de aspecto horrible y hablaban. Gracias a la invisibilidad que le confiere el Anillo Único, a su buena puntería y a su espada a la que bautiza como Aguijón, Bilbo logra burlar a las Arañas y liberar a sus amigos Enanos.

Es probable que estas Arañas del Bosque Negro fueran destruídas durante la Cuarta Edad, cuando el Bosque Negro fue saneado.