Beorn es un Hombre, perteneciente a la raza de los Beórnidas, de origen impreciso pero emparentados con los Hombres del Norte.

Vive en un robledal entre el Bosque Negro y las Montañas Nubladas, cerca de un lugar llamado La Carroca, en una casa grande de madera y techo bajo, rodeada de jardines, establos, graneros y colmenas. Cría ganado, caballos, abejas y se alimenta de crema y miel.

La principal particularidad de Beorn reside en su habilidad de transformarse a voluntad en oso, Gandalf lo describe con la siguientes palabras: “El es un cambia pieles, cambia de piel: unas veces es un enorme oso negro, otras un hombre vigoroso y corpulento de pelo oscuro, con grandes brazos y luenga barba.”

También tenía la capacidad de hablar con sus animales, a los que apreciaba mucho. De enfado fácil, no era muy aficionado a las visitas, aunque en el Hobbit, Gandalf consigue que reciba amablemente a Bilbo, Thorin y los doce enanos, a los que ayuda contra sus perseguidores. Les suministró también armas y víveres, llegando a prestarles sus propios poneys hasta la entrada del Bosque Negro.

Beorn aparece de nuevo en forma de terrible oso durante la Batalla de los Cinco Ejércitos, rescata a Thorin y mata a Bolgo (jefe de los orcos del Norte). Nadie puede hacerle frente y los orcos se baten en retirada a su paso. Finalizada la batalla, Gandalf y Bilbo pasan una temporada en su casa antes de regresar a La Comarca.

Llegó a gobernar una extensa zona entre las Montañas Nubladas y el Bosque Negro donde ni orcos ni lobos se atrevían a entrar. Sucedido por su hijo, Grimbeorn el Viejo, se dice que durante muchas generaciones los descendientes varones heredaron su capacidad de transformación.