Mi opinión de La Desolación de Smaug

¡Hola a todos!
Es la primera vez que publico una crítica y más de algo que me gusta tanto y a lo que tengo tanto cariño como es el Universo Tolkien y las adaptaciones cinematográficas de PJ.
Antes que nada, será una crítica CON SPOILERS, TANTO DE LA PELÍCULA COMO DEL LIBRO  para que lo tengan en cuenta quienes aún no han visto la peli.
Espero hacerlo bien y que por supuesto no le moleste a nadie lo que digo… al fin y al cabo es solamente mi opinión subjetiva, tan acertada o desacertada como cualquier otra.
Como es mucha película que comentar (y yo también tiendo a enrollarme) intentaré no dejarme nada en el tintero y llevar cierto orden para que no resulte muy pesado el texto.
Para empezar, el principal punto negativo que encuentro en la película es el uso de los efectos digitales, que creo que en algunos momentos (no todos), resultan bastante falsos.
Destaco sobre todo dos escenas: la escena en que los elfos del Bosque Negro aparecen deslizándose entre los árboles, y la escena en que los orcos están trepando por los Tejados de Valle. Tanto en una como en otra me parece que los movimientos de los personajes resultan muy irreales, incluso la imagen, me parece más propia de un videojuego que de una película. También hay algunos planos de orcos en los que, para mi gusto, sus caras resultan poco creíbles, sobre todo en el modo de moverse, incluso un tanto inexpresivas.
Otra cosa que para mí “chirría” es la repetición de algunas frases que ya hemos oído en las películas de ESDLA y los paralelismos que detecto entre muchos de los personajes y situaciones de hobbit'>El Hobbit y los de ESDLA, por ejemplo, Aragorn/Thorin, aunque aquí puedo entenderlo, ya que este paralelismo también se da en el libro: los dos son los herederos de un linaje interrumpido hacía tiempo, los dos tienen un reino que recuperar, una compañía que guiar, una guerra que ganar… en fin, que aquí los paralelismos son inevitables y no se puede culpar a Jackson.
No se puede decir lo mismo, creo, de la historia de Kili y Tauriel… y lo que me molesta no es que Jackson se la haya sacado de la manga, a mí me parece que si te sacas algo de la manga y es para bien, bienvenido sea. Pero esta relación, de momento, no me gusta, por su parecido más que descarado con la relación Aragorn/Arwen, con la única diferencia de que aquí tenemos además un tercero en discordia: Legolas.
También me ha parecido muy surrealista el modo en que ambos se enamoran, prácticamente a primera vista, al estilo cuento de Disney… que sí, no olvido que el libro de El Hobbit no deja de ser un cuento, pero ya que Jackson le ha dado un enfoque mucho más oscuro, ese “flechazo” a primera vista entre dos seres tan incompatibles resulta difícil de creer, en ella sobre todo.  Otro paralelismo son las “charlas” vía satélite mental que se marca Galadriel con, en este caso, Gandalf, como en ESDLA hacía con Elrond. Otro parecido que me inquieta, es el que encuentro entre Thranduil y Denethor, aunque esto lo desarrollaré más adelante porque a Thranduil le quiero dedicar un apartado para él solo.
 A esto hay que añadirle las frases reutilizadas, como: “ha sido un sueño”, de Kili refiriéndose a Tauriel, que ya oímos en boca de Aragorn cuando hablaba de su relación con Arwen, o “una insomne malicia”, frase de Thranduil que pronunció en el prólogo de ESDLA Galadriel.
Siguiendo con los puntos negativos (tranquilos, que también hay positivos), y también con el guión, otro patinazo, para mí, ha sido el uso de algunas frases mil veces escuchadas en otras películas que ya no tienen nada de nuevo, ni fresco ni sorprendente, y más bien huelen a rancio: por ejemplo, “confiad en mí” (Bilbo antes de la estupenda escena de los barriles), el diálogo: “¿Y si es una trampa?” -“Por supuesto que es una trampa”, entre Radagast y Gandalf, y la peor de todas para mí, “-El Dragón nos matará”, “-No si yo lo mato antes”, diálogo entre Bardo y su hija. Además de ser frases mil veces oídas en el cine, tienen un aire a película de terroristas americana que no encaja para nada con el léxico ni la ambientación del mundo Tolkien. Creo que un equipo capaz de hacer un guión bueno como el que vimos en ESDLA podría haber dado muchísimo más de sí sin recurrir a esto.
Otra cosa que me preocupa, es el cambio tan llamativo en el enfoque de esta película respecto a la primera: mientras que en “Un viaje Inesperado” prácticamente había un gag humorístico en cada escena y pocos momentos oscuros, ésta es más bien al contrario, apenas hay alivio cómico y sí un tono bastante oscuro durante casi toda la película.
No es que me parezca un gran fallo pero creo que, si consideramos las tres películas como un todo, ese cambio tan drástico de la primera parte a la segunda resulta bastante desconcertante. He echado muchísimo de menos la escena en que Bombur se queda dormido en el Bosque Negro, creo que hubiera venido muy bien para aliviarnos un poco de tanto oscurantismo y además hubiera servido para reforzar el nexo con la primera parte.
Y para terminar ya con la parte mala, otra cosa que no me ha gustado ha sido el comportamiento de Legolas en algunos momentos (de nuevo no voy a entrar en si debería estar ahí o no). Me ha gustado mucho verlo desempeñando su papel como príncipe, el modo en que da órdenes o se dirige a los enemigos y también esa actitud arrogante y despectiva que muestra cuando prende a los enanos. No sólo encaja con la historia original, donde elfos y enanos no se llevan bien, sino también con el carácter clasista de su padre. Es lógico suponer que al ser su hijo esté influenciado por sus ideas.
Sin embargo, en otras escenas de Legolas se le muestra casi como un adolescente celoso y engreído, una actitud que no me encaja nada con un personaje tan “militarizado”, arrogante e inclusoun poco pagado de sí mismo como el Legolas que vemos en esta película. Por ejemplo, no es necesario hacer una pirueta con la espada cada vez que la desenfundas, un guerrero, por muy elfo que sea, no se entretiene a hacer eso estando rodeado de orcos. La escena de la conversación entre Tauriel y Kili, con Legolas espiando a escondidas, me parece infantil e irrisoria, aparte de ser otro recurso mil veces visto en el cine.
Y  ahora, las cosas que me han gustado, que también han sido muchas.
Para empezar, Beorn. Sé que aquí mucha gente no va a estar de acuerdo porque hay quien opina que se le ha robado mucho protagonismo a este personaje, pero para mí su tiempo en pantalla en esta película ha sido el necesario (aunque quizá un poco más no hubiera estado mal tampoco, pero no mucho más), es más, prefiero que nos “olvidemos” un poco de Beorn y así sus próximas apariciones nos cogerán más por sorpresa. Me ha encantado la caracterización, la casa, el “oso”… creo que, pese al poco tiempo que lo tenemos en pantalla, es un personaje que conecta con nosotros y nos deja con ganas de volver a encontrarnos con él. Sus diálogos me parecen de los más destacables de la película, en pocas líneas nos deja comprender mucho de su forma de pensar y de vivir. La imagen de ese hombretón sujetando entre sus dedos un ratoncillo mientras habla sobre la importancia de las vidas de aquellos que otros consideran inferiores es simplemente entrañable.
 Sólo espero que a Jackson no se le vaya la olla e incluya una escena en la versión extendida donde se meriende al ratón (lo que pensé que iba a hacer en un principio).
La visión un poco más detallada de los enanos es algo que se agradece también. Se entiende que es muy difícil profundizar en tantos personajes de forma individual en tres películas, más cuando el propio Tolkien no lo hizo en el libro (aunque vamos comprobando que eso para Jackson tampoco es un gran problema).  Me parece que Balin ha sido un completo acierto, un personaje sabio, prudente, anciano pero fuerte y decidido. Es la voz de la razón cuando Gandalf no está (que en esta película es casi todo el tiempo). Para mí, Balin es un diez.
Kili, también bien definido como un joven inquieto, algo bromista y temerario. Nos puede gustar o no el tema de su “amor” por Tauriel pero hay que reconocer que le queda bien a un personaje que se define entre otras cosas por su carácter impulsivo y curioso (es a ella a quien no le pega ni con cola).
Por lo demás, tenemos más del carácter alegre y algo desorganizado de Bofur, que sin ser uno de los más destacados es un tipo que engancha, cae bien y gusta de ver en pantalla, y también más de Gloin, cuyo carácter nos trae a la mente a su hijo en varias ocasiones. La escena de Legolas con el camafeo donde están su mujer y su hijo es graciosa, sobre todo si piensas que ese “orco mutante” será después el amigo del alma del elfo, aunque traspasa un poco la frontera entre las bromas acerca de esta raza y su humillación.
Smaug, el momento más esperado de la película, me ha gustado, pero reconozco que ha sido lo que más. El dragón por supuesto, muy bien hecho, como era de esperar. Para mí, lo mejor en el diseño del dragón es el modo en que el fuego se transluce bajo la piel y los ojos, y cómo se puede ver su resplandor tras la boca abierta. No sé si otros dragones han sido representados así en el cine, pero para mí, es la gran diferencia para bien, entre Smaug y otros dragones.
La ambición cada vez mayor de Thorin, bien representada también. Nos da una idea clara de cómo evolucionará Thorin en la siguiente película (si Jackson no lo cambia).
La música, de nuevo magnífica, en especial la pieza que suena cuando están en Valle.
No he oído a Smaug con el doblaje original, y no puedo opinar de él, pero el doblaje español me ha gustado, creo que es todo lo creíble y aterrador que puede ser un dragón que habla. Buen diálogo también entre Bilbo y Smaug, mejor para mí esa parte que la lucha que viene después.
El personaje de Bardo, nuevo acierto. Prácticamente perfecto, todo lo que podemos esperar en un personaje como él,  100% creíble.
Y para el final, dejo las tres cosas que me han parecido mejores:
La escena de los barriles: fantástica,  sobre todo en la primera parte, antes de que los elfos cerraran las puertas.  Trepidante, divertida, original, y a pesar de lo inverosímil de la situación, te la llegas a creer. Es una gozada de escena.
El Nigromante: he aquí la parte buena de las “licencias” del director. Si la relación Tauriel/Kili, de momento para mí sobra bastante, la trama de Dol Guldur me parece de las mejores ideas que se le han podido ocurrir al director.
Estoy segura de que no soy la única que más de una vez ha lamentado que Tolkien no desarrollara más esta parte de la historia. Me parece un pasaje interesantísimo, lleno de intriga, y me alegro de que, ya que no pudimos leerlo, al menos podamos verlo. La recreación de Dol Guldur es siniestra, y la aparición de Sauron espectacular. Quizá hubiera quitado ese momento en que la imagen de Sauron se repite varias veces en bucle, por ser demasiado “psicodélico” y artificial para mi gusto, pero por lo demás, genial. Incluso Radagast queda bien ahí, y además encaja cronológicamente.  Un nueve, no le doy el diez por el momento psicodélico.
Y por último, otro de los grandes aciertos de la película y que no lo esperaba: Thranduil.
Digo que no lo esperaba porque el tratamiento que se le dio al personaje en la primera película no me gustó nada, ni en la versión de cine ni en la extendida: en ninguna de las dos acabas de comprender por qué demonios Thranduil, tras formar a sus tropas (porque imagino que las tropas van con él porque pensaba ayudar a Thorin), cuando por fin llegan a Erebor, se da la vuelta y los deja tirados. La explicación “oficial” de que no quería arriesgar las vidas de los suyos parece insuficiente para justificar una traición así, y si recurrimos a la versión extendida, peor aún, porque ahí da la impresión de que el rey elfo los deja a todos tirados en venganza por no haberle dejado tocar las joyas que tenían en el cofre. Es decir, que tanto de una forma como de la otra, la primera película dejaba muy mal parado al personaje. Incluso el espectador se solidariza con los enanos y experimenta cierta antipatía hacia Thranduil, por vengativo y traidor.
Sin embargo, en esta película, Peter Jackson se toma una nueva licencia y añade un detalle de lo más desconcertante, pero que en mi opinión dice muchas cosas en apenas un segundo: el momento en que Thranduil muestra a Thorin la mitad de su cara quemada prácticamente hasta el hueso, mientras le dice que no le hable precisamente a él de dragones… reconozco que la escena es extraña, impactante y hasta confusa, ¿Qué es realmente lo que significa ese momento? Parece que no soy la única a quien le llamó la atención y hay un puñado de teorías al respecto (sobre todo en inglés). No queda claro si Thranduil tiene realmente esa cicatriz tan tremenda en la cara y la oculta mediante algún tipo de magia élfica, si la cicatriz es un reflejo de la herida que una vez tuvo o si simplemente es un truco que ha utilizado para mostrarle a Thorin lo que él mismo vio en las batallas a las que hace referencia.
La verdad es que este segundo de metraje abre un abanico de teorías y también de posibilidades para Peter Jackson. No sabemos nada de la madre de Legolas, por ejemplo, ¿habrá decidido Jackson añadir un pasado trágico al personaje, donde su mujer y madre de su hijo murió abrasada por fuego de dragón? Podríamos estar de acuerdo o no, pero la verdad es que ahora mismo, la historia se presta a ello.
En el Silmarillion, además, se nos cuenta brevemente que Oropher, padre de Thranduil, marchó por su cuenta con su propio ejército hacia la batalla de la Última Alianza, porque el rey era demasiado orgulloso como para permitir que Gil-Galad mandara a su ejército, y debido a esto, el padre de Thranduil y sus soldados fueron masacrados, ¿Quizá Peter Jackson ha construido el personaje de Thranduil a partir de esta historia y ha incluido un par de dragones? Hay que tener en cuenta que no sabemos casi nada de Thranduil, así que es de suponer que PJ haya recurrido a todas las referencias que haya podido encontrar para moldear el carácter del personaje.
Sea como sea, esta escena nos muestra a un Thranduil distinto al de la primera parte: sigue teniendo un carácter complicado y en ocasiones, hasta odioso (el diálogo con Tauriel, por ejemplo), pero ya sabemos que sus razones para dejar a Thorin y su pueblo abandonados estaban un poco más justificadas de lo que creíamos. ). Si, como creo, el director se ha servido de la historia de Oropher para darle un pasado a Thranduil, después de haber contemplado las muertes de los suyos (su propio padre incluido) en las garras de un dragón, y puede que hasta haber sido herido él mismo por uno, se comprende mucho mejor el que no quisiera volver a enfrentar a otro.
Por otra parte, me gusta el carácter del personaje. Ya vimos en el Silmarilion que los elfos no son todo bondad como parecía en ESDLA, y  que también cometen errores y pueden sucumbir a la ambición, la vanidad o el miedo. La actitud de Thranduil me gusta, incluso en el momento en que resulta más odioso, creo que es la adecuada para el personaje y concuerda con las historias de malas relaciones entre elfos y enanos.
Eso sí: hay una cosa que me da miedo, y es el parecido que encuentro entre este personaje y el gondor'>senescal de Gondor, Denethor.
Ambos son personajes endurecidos por las calamidades que han pasado a lo largo de su vida, escudados y acomodados en sus creencias y su poder y que parecen haber perdido la fe en el mundo más allá de sus fronteras.  Incluso el desafío de Legolas a las órdenes de su padre me hace pensar en Faramir, que también desafía a Denethor cuando deja ir a Frodo y Sam, y esto me asusta. Sólo espero que a Peter Jackson no se le ocurra convertir la desconfianza de Thranduil en paranoia y locura como le ocurrió a Denethor, y por supuesto que no se le ocurra llevarlo a la muerte, porque si lo hace, el buen rumbo que hasta ahora lleva el personaje se torcerá del todo (o al menos para mí),  y arruinará un, de momento, gran personaje.

Otra cosa que me preocupa es que el orco al que interrogan le haya revelado a Thranduil la existencia del Único, porque de nuevo me hace temer que al director se le haya ocurrido llevar a un asustado Thranduil (como demuestra su cara cuando el orco le habla del Único) a querer apoderarse del Anillo para defender su propio pueblo como le ocurrió a Denethor.
Además me parece una incoherencia haber hecho saber a Thranduil que el Único existe, porque se supone que eso no se sabe hasta el Concilio de Elrond y que Legolas sólo acude para informar de que Gollum se les ha escapado, si bien en la película Legolas nunca dice porqué está en el concilio, así que, aunque sea una puñalada a la historia original, si nos fijamos sólo en las películas, podría encajar. Crucemos los dedos porque no sea así.
En fin, para concluir, que esto me ha quedado tres veces más largo de lo que pretendía: si dijera que la película me ha gustado mucho, mentiría, porque hay cosas que me han chirriado bastante. Sin embargo, si dijera que no me ha gustado también mentiría, porque hay cosas que para mí han sido brillantes.
Como ocurre muchas veces con las películas que están “en medio”, como esta, creo que no podré decidir si me gusta o no hasta que haya visto la tercera y sepa cómo se cierran todas las tramas que se abren en ésta. Para bien o para mal, el director se ha alejado del libro de una forma en la que hace que nos resulte imposible adelantarnos a los acontecimientos y saber a ciencia cierta cómo terminará cada una de las tramas. Sabemos cuál será el final, en general, pero no lo que ocurrirá por el camino… así que literalmente todo queda ahora en manos de Peter Jackson.
Personalmente creo que hay tramas que sólo pueden ir a peor, como el triángulo Legolas/Tauriel/Kili, pero otras que pueden evolucionar hasta quedar perfectas (o también fracasar terriblemente según lo que haga el director), como la de Dol Guldur o la historia de Thranduil. Habrá que mantener la fe.