18 de octubre de 3018 de la Tercera Edad (año 1418 del Cómputo de la Comarca), cercanías del Bruinen.
En una jornada que podría cambiar el destino de la Tierra Media, el elfo noble Glorfindel, enviado por el Señor Elrond desde Rivendel, ha encontrado al Portador del Anillo, Frodo Bolsón, en los caminos hacia el Bruinen. El encuentro, que ocurrió al caer la tarde, trae un rayo de esperanza para los hobbits, que han sido perseguidos incansablemente por los Nâzgul en su desesperada huida hacia el refugio de Rivendel.
Según los informes, Frodo, debilitado y afectado por la herida infligida por un arma maligna de los Jinetes Negros, avanzaba lentamente junto a sus compañeros Sam, Merry y Pippin, cuando Glorfindel apareció en el horizonte, montado en su majestuoso caballo blanco, Asfaloth. La luz que irradiaba de él fue descrita como un faro en la oscuridad que rodea la región, espantando momentáneamente a los espectros que acechaban a los hobbits. Conocido por su valentía y su gran poder, Glorfindel es una de las figuras más veneradas entre los elfos de Rivendel, habiendo regresado a la Tierra Media tras morir en combate en la Primera Edad, y su llegada no podría haber sido más oportuna.
"Vi la sombra oscura en el corazón de Frodo, pero hay esperanza aún," declaró Glorfindel. "Nos queda poco tiempo antes de que los Jinetes Oscuros se reagruen, pero si logramos cruzar el río, el poder de Rivendel podrá protegernos."
Mientras tanto, en Rivendel, se informa que el mago Gandalf el Gris ha llegado al hogar de Elrond después de días de separación de sus compañeros. Gandalf, que escapó de las garras del traidor Saruman tras un enfrentamiento en Isengard, ha traído noticias sombrías de la creciente amenaza en el sur, pero también se ha enterado de que Frodo sigue con vida y se aproxima al refugio élfico.
"Mi corazón estaba inquieto por Frodo, pero ahora sé que Elrond ha enviado a su mejor emisario. Glorfindel no fallará, y pronto nos reuniremos en Rivendel," se cuenta que dijo Gandalf a los presentes.
Con los Nâzgul cada vez más cerca, y Frodo cada vez más debilitado por la influencia del Anillo y la herida maligna, el tiempo corre contra los héroes. Sin embargo, la intervención de Glorfindel y el regreso de Gandalf son vistos como un rayo de esperanza en medio de las sombras que acechan en todas partes. Las defensas de Rivendel están listas, y todos los ojos están puestos en el próximo cruce del río Bruinen, donde las fuerzas de la oscuridad podrían chocar con el poder de los elfos.
El desenlace de este viaje aún está por escribirse, pero la llegada de Glorfindel ha encendido una chispa de esperanza en los corazones de aquellos que defienden la libertad de la Tierra Media.