¿Son Dragones y Gusanos el mismo tipo de criaturas?

Muerte de Scatha

Los dragones son criaturas que encontramos recurrentemente en la mitología y en los cuentos y, como hemos visto, están también presentes en la obra de Tolkien. En la creación mitológica de Tolkien para la Tierra Media aparecen distintos tipos de dragones, por un lado los alados como podría ser Ancalagon El Negro (de El Silmarillion) o Smaug (de El Hobbit) y que según su autor serían una evolución de los grandes gusanos o dragones sin alas cuyo representante por excelencia sería Glaurung.

     En los escritos en los que Tolkien esboza por primera vez sus dragones, es decir, en El Libro de los Cuentos Perdidos, cuyos textos fueron redactados entre 1917 y 1919, podemos encontrar la primera explicación concreta de Tolkien sobre los gusanos y los dragones:

"Ahora bien, esos dragones son las criaturas más malvadas que ha creado Melko y las mas extrañas, pero son las más poderosas, sólo con la excepción de los Balrogs. Son extremadamente astutas y sabias y, por ese motivo, desde antaño se ha dicho entre los Hombres que quien llegue a probar el corazón de un dragón conocerá todas las lenguas de los Dioses y de los Hombres, de los pájaros y de los animales y que sus oídos oirán los susurros de los Valar o de Melko como nunca antes. Muy pocos han logrado realizar una hazaña tan extraordinaria como dar la muerte a un dragón y ni siquiera esos valientes pueden probar su sangre y seguir con vida, porque es como un veneno ardiente que da muerte a todo aquel que no tenga una fuerza similar a la de los Dioses. Como quiera que sea, al igual que su amo, estas bestias asquerosas adoran los engaños y anhelan con gran ardor poseer oro y otros objetos preciosos, aunque no los usen ni se deleiten con ellos."
(El Libro de los Cuentos Perdidos II, "Turambar y el Foalókë")

     Y aunque, como podemos observar en este párrafo, se habla de dragones, podemos comprobar, si acudimos al texto en su versión original, que Tolkien habla de dragones y gusanos:

"Now those drakes and worms are the evillest creatures that Melko has made (…)"

     La traducción literal de este fragmento sería la siguiente: "Ahora bien, esos dragones y gusanos son las criaturas más malvadas que Melko ha hecho"; por lo tanto, en esta cita, Tolkien se estaba refiriendo a los dragones y a los gusanos, no sólo a los dragones.

     Por otro lado, este fragmento resulta altamente interesante, pues en él podemos observar las características comunes con las que Tolkien quiere dotar a los dragones y los gusanos: son criaturas muy poderosas, solamente superadas por los Balrogs, son muy astutos y sabios, les gusta engañar y les encanta poseer tesoros (algo que podemos ver también, por ejemplo, en El Hobbit, con Smaug y que en este cuento de Turambar queda también patente con respecto a Glaurung). Además, matar a un dragón es, como suele ocurrir en la mayoría de cuentos e historias de dragones, una hazaña sólo digna de grandes héroes.

     En el mismo libro nos encontramos con un comentario de Christopher Tolkien respecto a este fragmento, en el que nos apunta lo siguiente:

"El pasaje en el que se describen las características de los dragones es muy interesante: se dice que tienen una sabiduría perversa, que les complacen las mentiras y el oro ‘aunque no lo(s) usen ni se deleiten con (él)’ y que los Hombres pueden llegar a comprender todas las lenguas si comen el corazón de un dragón (lo que evidentemente es una referencia a un personaje de la leyenda nórdica de los Edda, Sigurd Fafnisbane, que recibe el don de comprender el lenguaje de los pájaros, don que le resulta muy valioso, después de comerse el corazón del dragón Fafnir guisado en un asador)."
(El Libro de los Cuentos Perdidos II, "Turambar y el Foalókë")

     Por lo tanto, vemos que Tolkien, para sus dragones, busca paralelismos en otras leyendas, en este caso en una nórdica. Sin embargo, también hay que decir que no volvemos a encontrar en los posteriores escritos de Tolkien referencias a este hecho.

     También, y como nos recuerda Christopher, a los dragones de Tolkien les encantan los tesoros, y si tienen la oportunidad, suelen dormir sobre el montón de oro, idea que ya está presente en Glorund:

"Pero el dragón miró con maligna satisfacción el botín y enroscó la cola en torno a él, y ese enorme tesoro de objetos dorados y de oro en bruto que se encontraba junto a las cuevas, en lo alto del río, llegó a ser célebre en todas partes; pero la enorme serpiente dormía a su lado, concibiendo maléficas ideas mientras reflexionaba cómo difundiría sus arteras mentiras y cómo éstas germinarían y se multiplicarían y darían frutos, y de sus narices salían bocanadas de vapor y de humo durante su sueño."
(El Libro de los Cuentos Perdidos II, "Turambar y el Foalókë")

     Tanto a los grandes gusanos como a los dragones alados les gusta dormir sobre sus tesoros... al menos en esto, Glaurung y Smaug tenían los mismos gustos.

     Por otro lado, en El Señor de los Anillos encontramos otro dato interesante respecto a los dragones:

"Se ha dicho que el fuego de los dragones podía fundir y consumir los Anillos de Poder, pero no hay ahora ningún dragón que tenga ese fuego; ni siquiera Ancalagon el Negro podría dañar el Anillo Único, el Anillo Soberano, pues fue fabricado por el mismo Sauron."
(El Señor de los Anillos, "La sombra del pasado")

     Esta idea de que el fuego de los dragones puede fundir los Anillos de Poder, ya aparece esbozada en la Historia de "El Señor de los Anillos", y la vemos confirmada en el caso de los Anillos de los Enanos, ya que cuatro de ellos fueron devoradas por los dragones:

"Los reyes Enanos poseían siete, de los cuales pudo recuperar tres, los otros los devoraron los dragones."
(El Señor de los Anillos, "La sombra del pasado")

     Estas serían, por tanto, las características comunes de los gusanos y los dragones, pero, ¿en qué se diferencian? También en El Libro de Los Cuentos Perdidos, nos encontramos, este interesante fragmento:

"Melko ha arrojado muchos dragones contra el mundo y algunos de ellos son más fuertes que otros. Los más débiles -inmensos en comparación con los Hombres de ese entonces- son fríos como las víboras y las serpientes y muchos de ellos tienen alas y se desplazan con gran rapidez y estrépito, pero los más fuertes tienen la sangre caliente y son muy pesados y avanzan lentamente y arrojan llamaradas y entre sus escamas surgen lenguas de fuego, y ninguna criatura los supera en codicia y avidez y maléficos ardides; y así era el Foalókë, cuyo ardor convertía todos sus refugios en yermos desolados."
(El Libro de los Cuentos Perdidos II, "Turambar y el Foalókë")

     Según este escrito, queda claro que para Tolkien existen distintos tipos de dragones, que se diferencian por su tamaño, en si tienen o no la sangre caliente, o en si tienen o no alas... Normalmente, solemos pensar que la distinción que hace Tolkien entre los gusanos y los dragones podría ser la siguiente: por un lado estarían los dragones que tendrían alas, mientras que, por otro, tendríamos a los gusanos, sin alas.

     Sin embargo, tampoco esto es algo que se pueda afirmar de forma clara, ya que, como vemos, en el mismo texto se nos dice que muchos de los dragones de sangre fría tienen alas, pero no dice que las tengan todos. Esto nos lo confirma también Christopher Tolkien en una nota al final del cuento sobre Turambar y el Foalókë:

"En cambio, según El cuento de Turambar (pág.126), Melko tenía muchos dragones, algunos de los cuales eran más pequeños y fríos como serpientes, y muchos de ellos eran criaturas aladas mientras que otros, los más poderosos, eran dragones lerdos y de sangre caliente que arrojaban fuego y no tenían alas."
(El Libro de los Cuentos Perdidos II, "Turambar y el Foalókë")

     Por otro lado, en El Hobbit, al referirse a Smaug, el dragón alado, Tolkien también lo denomina gusano, tal y como podemos comprobar, por ejemplo, en la historia narrada por Thorin en el capítulo "Una tertulia inesperada":

"Había un gusano que era muy ambicioso, fuerte y malvado, llamado Smaug. Un día echó a volar y llegó al Sur."
(El Hobbit, "Una tertulia inesperada")

     Al final del cuento de Turambar y el Foalökë, Christopher Tolkien nos dice lo siguiente respecto a los dragones en una nota:

"Hacia el final de El Silmarillion (pag. 343) Morgoth ‘lanzó sobre el enemigo el último ataque desesperado que había previsto, y de los abismos de Angband salieron los dragones alados que habían estado ocultos hasta entonces’. Lo que se insinúa con esto es que los dragones alados eran criaturas más desarrolladas que las concebidas originalmente por Morgoth (representadas por Glaurung, el Padre de los Dragones, que sólo se arrastraba)."
(El Libro de los Cuentos Perdidos II, "Turambar y el Foalókë")

     Por lo tanto, según la interpretación de Christopher Tolkien, los dragones alados serían una "evolución" de los gusanos como Glaurung.

     En la Bodleian Library de la Universidad de Oxford se guarda el manuscrito de un texto navideño para niños que Tolkien leyó el 1 de enero de 1938 en el University Museum de Oxford. En ese texto reflexiona sobre la forma que debían tener los dragones, y en él se dice lo siguiente:

"Pienso que el fabuloso dragón, el viejo gusano, o el gran dragón, era así:

     Una criatura serpiente, pero con cuatro patas y con garras; su cuello podía ser más o menos largo, pero tenía una cabeza horrible con largas mandíbulas y dientes o lengua de serpiente. Usualmente estaba cubierto con una pesada coraza, de manera especial la cabeza, el lomo y los costados. A pesar de ello era bastante flexible (se podía mover hacia arriba y hacia abajo, y también a los lados) y, llegado el caso, incluso podía formar nudos con su cuerpo, y tenía una larga y potente cola... Algunos tenían alas, el legendario tipo de alas que van juntas con las patas delanteras (en vez de ser patas frontales que se han debilitado)..."

     En este fragmento queda bastante claro que para Tolkien, el gran gusano y los dragones alados son aparentemente el mismo tipo de criaturas, pues la única diferencia que comenta al respecto es que algunos de estos dragones que describe tenían alas.

     Por último, en las "Etimologías", que podemos encontrar en El Camino Perdido (quinto volumen de la Historia de la Tierra Media) podemos ver la clasificación de los dragones que se plantea Tolkien a partir de sus nombres:

"LOK- gran serpiente, dragón. Q lóke (-i) dragón; angulóke dragón [ANGWA], rámalóke dragón alado [RAM], urulóke dragón de fuego [UR], fealóke dragón de chispa [PHAY], lingwilóke dragón pez, serpiente marina [LIW]. Cf. N lhûg, amlug, lhimlug."
(El Camino Perdido, "Etimologías")

     Por lo tanto, y volviendo a la pregunta que nos planteábamos, aunque en algunos momentos parece evidente que existe una diferencia entre los gusanos y los dragones, diferencia que normalmente optamos por establecer en la tenencia o no de alas (como se ha podido comprobar tras la lectura de diferentes textos), esta es una de las cuestiones que Tolkien no dejó aclaradas del todo... Además, si buscamos los significados de las denominaciones, nos encontramos con que la antigua palabra "wyrm" aparentemente podría proceder de la antigua "ormr", cuyo significado sería el de serpiente. Por otro lado, la palabra griega "drakon" también significa serpiente, por lo que podemos acabar deduciendo que ambas palabras, al menos en sus comienzos, significaban lo mismo.

     En definitiva, y si somos objetivos, parece que Tolkien utiliza ambos términos de forma indistinta, por lo que dragones y gusanos, finalmente, serían lo mismo y englobarían tanto a los dragones sin alas como a los alados. Sin embargo, aún así, nos queda la siguiente duda: con lo cuidadoso que era Tolkien para el empleo de las palabras, ¿por qué entonces en la redacción de sus textos habla de dragones y gusanos?

© Las FAQ de ElFenómeno, 2003