14 de marzo de 3019 de la Tercera Edad: Frodo vive y la esperanza renace

Cirith Ungol - Cuando todo parecía perdido, cuando la misión había fracasado y la sombra de Sauron se cernía implacable sobre la Tierra Media, una noticia inesperada nos devuelve la esperanza: Frodo Bolsón está vivo. No ha caído. El Anillo sigue a salvo.
14 de marzo de 3019 de la Tercera Edad

En los oscuros pasillos de la Torre de Cirith Ungol, Samsagaz Gamyi obró un milagro. Arriesgando su vida, se infiltró en la fortaleza de los orcos y, contra toda esperanza, encontró a su señor aún con vida. Los orcos, sumidos en su propia brutalidad, se habían masacrado entre sí, dejando la torre en un caos sangriento. En lo alto, prisionero pero vivo, estaba Frodo. El Portador del Anillo ha sido rescatado y, lo que es más importante, el Anillo Único sigue a salvo (gracias, de nuevo, al heroico comportamiento de su fiel compañero Sam). La misión continúa, aunque los peligros aún no han terminado.

Mientras tanto, en Gondor, la situación sigue siendo crítica. Minas Tirith soporta el segundo día de asedio. El enemigo ha cubierto el Pelennor con fuego y muerte, y la Ciudad Blanca se prepara para su prueba más dura. “Las murallas resisten, pero no sabemos cuánto más podremos aguantar”, confiesa un soldado gondoriano. Dentro de la ciudad, la tensión aumenta con cada hora. Denethor se encierra en su locura, mientras que Gandalf sostiene la defensa como puede. Sin embargo, una luz nueva brilla en el horizonte: Aragorn ha zarpado con la flota capturada en Pelargir y se dirige a Minas Tirith. La esperanza, aunque tenue, no está completamente extinguida.

Más al norte, en las tierras de Rohan, el ejército de Théoden sigue su marcha implacable. Guiados por los drúedain, los rohirrim han alcanzado el Bosque Gris, acortando el camino hacia la batalla. “No cabalgamos a la muerte, cabalgamos a la gloria”, aseguró un jinete. El tiempo se agota, pero su llegada puede cambiar el destino de Gondor.

Sin embargo, no toda la lucha ocurre en el sur. En el lejano norte, en los pies de Erebor, una nueva batalla ha estallado. Las fuerzas de Oriente han cruzado el Carnen, empujando al rey Brand de vuelta a Valle. Junto a él, los Enanos de Erebor han salido de la Montaña Solitaria para resistir al enemigo en una batalla encarnizada. “No cederemos, lucharemos hasta el último aliento”, proclamaron los defensores de la ciudad.

La guerra sigue, la sombra avanza, pero la esperanza ha vuelto a encenderse. Frodo vive. El Anillo sigue en camino. Y mientras la batalla por la Tierra Media se libra en múltiples frentes, el destino aún no está escrito.