Destrucción de las Dos Lámparas

La Destrucción de las Dos Lámparas marcó un punto de inflexión en la historia de Arda, sumiéndola en la oscuridad y alterando su forma para siempre.

Durante la Primavera de Arda, los Valar, establecidos en Almaren, iluminaban el mundo con las Dos Lámparas, Illuin y Ormal. Sin embargo, el resplandor de Illuin ocultó el regreso de Melkor desde el Vacío Intemporal, permitiéndole construir su fortaleza de Utumno en el norte de la Tierra Media sin ser detectado.

Melkor, conociendo los planes de los Valar a través de sus espías Maiar, lanzó un ataque repentino y devastador. Aprovechando el sueño de Tulkas, derribó los pilares que sostenían las Lámparas, provocando su destrucción, en la llamada Segunda Batalla de los Poderes.

La caída de las Lámparas desató un caos de incendios y cataclismos. La tierra se quebró, los mares se levantaron y la simetría original de Arda se perdió. En los lugares donde se alzaban los pilares, se formaron los mares de Helcar (donde estuvo Illuin) y Ringil (donde estuvo Ormal, aunque esta última formación fue desechada en escritos posteriores).

Los Valar, incapaces de reparar el daño, abandonaron la Tierra Media y se retiraron a Aman, donde fundaron Valinor. Allí crearon los Dos Árboles, fuentes de luz dorada y plateada, como sustitutas de las Lámparas.

La destrucción de las Lámparas dio inicio a la Larga Noche en la Tierra Media, un período de oscuridad que duraría casi quince mil años, hasta el primer alzamiento de la Luna. Mientras tanto, los seres vivos que habían despertado durante la Primavera de Arda fueron puestos bajo el Sueño de Yavanna, esperando el regreso de la luz.