El nombre de Indis, en Quenya, tiene el significado de “Mujer Grande”, “Mujer Valiente”.
Elfa de los Vanyar. Segunda esposa de Finwë y madre de Findis, Fingolfin, Lalwen y de Finarfin; pariente cercana de Inwgë, Rey Supremo de todos los Elfos (en algunos escritos se dice que Indis era en realidad hija de la hermana de Ingwë, cuyo nombre se desconoce). Conocida también como Indis la Bella y la Hermosa.
Tras la muerte de Míriel, en el año 1170 de la Edad de los Arboles, Finwë quedó sumido en una profunda tristeza. Sólo él de entre todos los que vivían en el Reino Bendecido no tenía alegría alguna y por ello, con el paso de los años, Finwë solicitó a Manwë que diera solución a su pesar pues veía que Míriel no regresaría nunca de Mandos y porque tenía deseos de tomar una nueva esposa para así tener más hijos. El Rey Mayor se reunió en Consejo con los Valar y en el año 1172 de esta misma Edad se decretó la conocida como Ley de Finwë y Míriel mediante la que se proclamaban las condiciones en que el matrimonio de los Eldar podía quedar anulado. Pasaron los años y Míriel escogió permanecer en Mandos pues estaba cansada de la vida en el cuerpo y ya no sentía deseos de volver entre los suyos y por tanto los Valar dieron por terminado el compromiso matrimonial entre Finwë y Míriel dando así luz verde a la posibilidad de que Finwë tomara una nueva esposa.
Mientras tanto sucedió que Ingwë, enterado del extraño mal que aquejaba a su pariente, quiso animar el corazón de Finwë apartándolo de su duelo diario en Lórien y por ello envió mensajeros para pedirle que abandonara Tirion y los recuerdos de Míriel y para que morara en la luz de los Dos Arboles, en su morada al oeste de Oiolossë. Al principio Finwë no dio respuesta alguna al ofrecimiento de Ingwë, pues trató de normalizar su vida viajando sólo a lo largo y ancho del Reino Bendecido, mas no habría de encontrar de este modo el remedio a su dolor. Fue después del pronunciamiento del decreto de Mandos (otro nombre con que se conoció la Ley de Finwë y Míriel) que Finwë decidió empezar una vida nueva y se encaminó a la morada del Rey Ingwë, pues pensó que su ofrecimiento era sabio y que podría serle beneficioso para aliviar su pena. Se dice que su llegada fue inesperada y que cuando Indis vio a Finwë subiendo por los senderos de la montaña se puso a cantar de alegría pues le pareció el más hermoso y noble de entre todos los Eldar. Finwë escuchó la canción y vio a Indis envuelta en la luz de Laurelin y al mirarla a los ojos supo que ella le amaba, y que lo había amado desde mucho tiempo atrás (pues en verdad el corazón de Indis se volvió a Finwë desde los tiempos en que los Noldor y los Vanyar vivían juntos en Tirion, y desde entonces no había deseado a otro Elda). Indis la Bella la llamaban, tenía los cabellos dorados y era alta y de movimientos gráciles; no trabajaba con las manos y se decía que cantaba y hacía música y siempre hubo luz y alegría a su alrededor en tanto duró la paz en Aman. Pasados unos años, concretamente en el 1185 de la Edad de los Arboles, Finwë desposó a Indis y hubo una gran alegría entre los Vanyar y los Noldor y se celebraron magnánimos festejos y todos fueron felices… todos menos Fëanor, pues el casamiento de su padre nunca fue de su agrado y por ello nunca tuvo en gran estima ni a Indis ni a sus posteriores hermanastros (o medio-hermanos, que era como Fëanor los llamaba). En los amargos sucesos de que más tarde Fëanor fue protagonista muchos vieron el resultado de esta ruptura en la Casa de Finwë ya que muchos dijeron que si el Rey de los Noldor hubiera soportado la pérdida de Míriel y se hubiera contentado con un único y poderoso hijo se habrían evitado muchos de los malees que luego tuvieron lugar. Sin embargo son otros los que culpan a Míriel por no haber reconsiderado su decisión de no volver a la vida, porque muchos pensaron que la falta de su madre en una etapa crítica en el desarrollo como son los primeros años de vida de un Elda influyó negativamente en la personalidad y el carácter de Fëanor ya que de haber estado presente Míriel podría haber templado el impetuoso corazón del indómito Fëanor con la paciencia y la sabiduría de que Míriel siempre hizo gala, habíendose evitado también de este modo los males que más tarde se habrían de producir. Pero fuera como fuese la historia nos dice que los hijos de Indis fueron grandes y gloriosos, al igual que los hijos de éstos, y que de no haber existido la historia de los Eldar nunca habría alcanzado la grandeza y el recuerdo imborrable que luego alcanzó.
Indis dio hijos y dos hijas a Finwë: Findis, que fue la primogénita, y luego habrían de venir al mundo Fingolfin, Lalwen y Finarfin, que heredó el color dorado de los cabellos de su madre. Sus hijos fueron grandes y poderosos entre los Noldor y de ellos se habla mucho en las historias que en este lugar no habrán de ser contadas, mientras que de sus hijas poco sabemos pues las crónicas apenas las mencionan.
Indis y Finwë vivieron con alegría durante un tiempo hasta que los días de paz en Valinor llegaron a su fin. Porque en el año 1490 de la Edad de los Arboles Fëanor fue desterrado por los Valar de Tirion y se instaló en su fortaleza al norte, en Formenos, y con él se marcharon sus hijos y Finwë, que siempre sintió más amor por su primogénito que por su esposa Indis (porque el recuerdo de la sombra de Míriel aún planeaba sobre él) provocándose así un alejamiento entre ambos que hizo que Indis se sintiera triste y buscara el amor de sus hijos e hijas y de sus parientes más cercanos. La Bella regresó junto con Ingwë y no volvió a ver a su esposo con vida puesto que en el año 1495 de esta misma Edad Finwë fue muerto por Morgoth, que también robó los Silmarils, y su espíritu se trasladó a Mandos. Indis sintió una gran pena cuando se enteró de la noticia de la muerte de su marido pero aún tenía la esperanza de que pasado un tiempo su espíritu retornara y volviera entre los vivos. Mas esto no habría de ser así porque cuando Finwë se encontró con Míriel en Mandos sintió que aún la amaba y con tal de aliviar su pena (pues Míriel deseaba volver a la vida al enterarse de todo lo sucedido desde su partida) se ofreció a permanecer hasta el Fin de los Días descarnado en Mandos, cediendo así su derecho de retorno a la vida a Míriel, que finalmente retornó a su cuerpo pero que no volvió a ser vista por ningún Elda muerto o vivo en tanto duró el Mundo.
Indis mientras tanto se refugió en el amor de su hija Findis y de su hijo Finarfin (porque Fingolfin y Lalwen partieron al Exilio rumbo a la Tierra Media en persecución de Morgoth), y en el de sus parientes de los Vanyar, y desde entonces guardó luto en espera de que algún día su amado Finwë regresara de entre los muertos (cosa que, finalmente, nunca sucedió).
Fuentes:
- Los Pueblos de la Tierra Media