Manwë
Raza o especie: Ainu; Vala
Padres: Ilúvatar
Casado con: Varda
Hermanos: Melkor
Grupos: Aratar
Otros nombres: Súlimo, Rey de Arda, Rey del Mundo, Rey Mayor, Vice-regente de Ilúvatar, Ilustre Rey de Arda, Regidor de Arda, y como Rey del mundo de los Valar los Elfos y los Hombres
Manwë era el más noble y el más poderoso de todos los Valar, tan sólo superado en poder por Melkor, quien ya no se contaba entre los Valar. También era el más querido por Ilúvatar y comprendía sus propósitos mejor que nadie. Los dominios de Manwë eran los aires y los vientos, las nubes y las nieblas. Según se cuenta, sus vestidos eran de color azul, como también dicen que eran sus ojos, y en su mano sostenía firmemente un cetro de zafiro, labrado expresamente para él por los Noldor.
Entró en Arda al principio de los tiempos, acompañado por otros muchos espíritus con los que llevar a cabo los trabajos necesarios para la construcción de la morada de los Hijos de Ilúvatar. Pero Melkor, que había producido la discordancia en la Gran Música, también estuvo allí desde el principio y Manwë le advirtió que no podía tomar el reino de Arda como suyo puesto que no le pertenecía por derecho. Y ya en el año 1 de la Edad de las Lámparas tuvo lugar la primera guerra contra Melkor, conocida como la Primera Batalla de los Poderes. Este enfrentamiento se prolongó hasta el año 1500 de la Edad de las Lámparas, cuando, con la llegada de Tulkas, Morgoth fue derrotado.
En el año 1900 los Valar construyeron las Dos Grandes Lámparas, que fueron consagradas por Manwë, y gracias a las cuales comenzó lo que se conoció más tarde como la Primavera de Arda. Los Valar se instalaron entonces en Almaren y Manwë ordenó que se hiciera una gran fiesta, lo que Melkor aprovechó para realizar un ataque por sorpresa y destruir las Lámparas creadas por Aüle. Esta destrucción, en el año 3450 de la Edad de las Lámparas produjo un cataclismo que destruyó la morada de los Valar, por lo que éstos deciden abandonar la Tierra Media y se instalan en Aman.
Después de la creación de los Dos Árboles, Manwë continuaba pensando en las Tierras Exteriores pues sabía que Melkor estaba extendiendo su poder sobre la Tierra Media y le preocupaba la predicción de Varda sobre la llegada de los Hijos de Ilúvatar. Por entonces, había instalado su morada, que compartía con Varda, en un palacio en Oiolossë, la más alta torre de Taniquetil, desde la que solía mirar a la Tierra Media. Según se cuenta, si Varda estaba a su lado, la mirada de Manwë alcanzaba más lejos que ninguna otra, por encima de los mares y a través de las nieblas.
Y fue en el año 1086 de la Edad de los Árboles cuando Oröme informó a los Valar de la llegada de los Elfos, por lo que se celebró un consejo, en el que Manwë decidió hacerle la guerra a Melkor para protegerlos. Y de esta forma, entre los años 1090 y 1092 tuvo lugar la Gran Guerra de los Dioses y el Sitio de Utumno, que se prolongó hasta el año 1100, cuando Melkor fue nuevamente derrotado y encadenado. Y Melkor fue llevado a Valinor para ser juzgado, y Manwë lo condenó a pasar tres edades en la prisión de Mandos, tras las cuales sería nuevamente sometido a juicio. Entonces los Valar convocaron a los Elfos para que se establecieran en Valinor y los primeros en llegar fueron los Vanyar que, según se cuenta, fueron los más amados por Manwë, quien les enseñó la poesía y el canto, pues era lo que más le deleitaba. Cuando Finwë, tras la muerte de Míriel, quiso tomar otra esposa, los Valar se reunieron en consejo y en el año 1172 se pronunció el Juicio de Manwë sobre los Esponsales de los Eldar, en el que se indicaban las circunstancias concretas en que los Eruhíni podían volver a casarse.
En el año 1400 de la Edad de los Árboles Melkor fue llevado ante los Valar para ser nuevamente juzgado y el Vala rebelde se rebajó a los pies de Manwë y prometió ayudar a restaurar todos los males que había cometido. Y el Rey de Arda le creyó y pensó que en verdad estaba arrepentido, por lo que le concedió su perdón. Sin embargo, en el año 1495 de la Edad de los Árboles Melkor, con la ayuda Ungoliant, destruyó los Dos Arboles. Y Manwë pidió entonces a Fëanor que cediera los Silmarils a Yavanna para devolver la vida a los Dos Arboles, pero éste se negó. Cuando fue pronunciado el Juramento de Fëanor, Manwë se mantuvo en silencio pues los Valar no podían someter a los Eldar por la fuerza, pero al enterarse de lo sucedido en la Matanza de Hermanos de Alqualondë, agachó la cabeza y lloró apenado.
Cuando el sol y la luna (que se hicieron a partir de los últimos frutos de los Dos Árboles consagrados por Manwë) se alzaron en los cielos, dio comienzo la Primera Edad, y aunque Manwë se desentendió de lo que sucedía en la Tierra Media, no dejó de estar informado de todo lo que acontecía, pues las Grandes Águilas acudían a sus palacios para darle noticias de los resultados de la vigilancia que ejercían sobre Morgoth y sus súbditos. Y en el año 542 de la Primera Edad Eärendil llegó a las costas de Valinor para pedir la ayuda de los Valar en nombre de los Dos Linajes en la guerra contra Morgoth. Fue entonces cuando el Señor de Arda pronunció el que fue recordado como el Edicto de Manwë, según el cual Eärendil y Elwing (y sus descendientes) podían elegir a cuál de los dos linajes unir su destino. Además, Manwë escuchó la súplica de El Marinero y preparó un gran ejército para enfrentarse a Morgoth, al frente del cual marchaba Eönwë. Y el Ejército de los Valar se enfrentó a su enemigo en la que se conoció como la Guerra de la Cólera (entre los años 545 y 587 de la Primera Edad). Tras esta guerra muchos de los Noldor recibieron el perdón de Manwë y regresaron al Oeste, a la isla de Tol Eressëa y Morgoth fue conducido nuevamente a Valinor, donde fue juzgado y expulsado al Vacío por orden de Manwë en el año 590 de la Primera Edad.
A principios de la Segunda Edad Manwë envió a Eönwë en busca de Sauron, para ser juzgado por el Rey de Arda. A los Edain que participaron en la guerra contra Morgoth se les dio como recompensa gran conocimiento y unas vidas más largas que las de ningún otro mortal y se levantó la Isla de Númenor y se les entregó para que la habitaran. Pero cuando en el año 3319 de la Segunda Edad, Ar-Pharazôn, que había sucumbido a los engaños de Sauron, reunió una gran flota para invadir las Tierras Imperecederas, Manwë no tuvo más remedio que pedir la intervención de Eru Ilúvatar. Y la hermosa Númenor desapareció para siempre bajo las profundas aguas, al igual que ocurrió con el ejército invasor, y la forma del mundo cambió y se curvó y sólo los Elfos podían encontrar el Camino Recto que conducía a las Tierras Imperecederas.
Durante la Tercera Edad se produjo el despertar de Sauron, que amenazaba con convertirse en el amo del Mundo. Pero los Grandes Águilas continuaban informando a Manwë de todo lo que ocurría en la Tierra Media, por lo que, tras reunirse en consejo con los Valar, decidió enviar a los Istari para que ayudaran a los Pueblos Libres en la lucha contra el Señor Oscuro.
A partir de la Cuarta Edad, cuando comienza el dominio de los Hombres, nada más se dice sobre Manwë, pero según se cree, cuando sobrevenga la Dagor Dagorath, éste luchará contra Morgoth, y le vencerá y de esta forma librará al Mundo de todo mal. Y así comenzará una nueva era que culminará con la Arda Rehecha en la cual se verán cumplidos todos los designios que Eru dispuso.