Eärnur
Raza: Hombre
Línea de sangre: Dúnedain del Sur, Casa de Anárion
Nacimiento: Año 1928 de la Tercera Edad
Muerte/desaparición: Año 2050 de la Tercera Edad
Título: Rey de Gondor (2043–2050 T.E.)
Padre: Eärnil II, Rey de Gondor
Residencia: Minas Anor (renombrada Minas Tirith)
Grupos: Capitanes de Gondor, Herederos de Isildur y Anárion, Reyes de Gondor.
Objetos: Corona de Gondor.
Eärnur fue el último Rey de Gondor, descendiente directo de Anárion. Se le recuerda tanto por su valentía en el campo de batalla como por su carácter impetuoso. Alto, fuerte y excelente jinete, era un hombre de gran vigor físico, amante de las armas y las justas, aunque menos dado a las tareas del gobierno. En El Señor de los Anillos, se le describe como un rey valeroso, pero dominado por la ira y la imprudencia.
En el año 1973 de la Tercera Edad, siendo aún príncipe, Eärnur fue enviado por su padre Eärnil II con una poderosa flota hacia el norte, en ayuda del reino de Arthedain, el último de los reinos de Arnor, que se encontraba bajo asedio por el Rey Brujo de Angmar. Cuando Eärnur llegó a los Puertos Grises, Arthedain ya había caído. El rey Arvedui había muerto en el naufragio del barco que intentaba evacuarlo desde la bahía de Forochel, y Fornost, la antigua capital, estaba en manos del enemigo.
Sin embargo, Eärnur se unió a las fuerzas de Círdan de los Puertos Grises y a los elfos enviados desde Rivendel bajo el mando de Glorfindel. Juntos atacaron a las huestes de Angmar desde el oeste, en la llamada Batalla de Fornost (1975 T.E.). Fue una gran victoria para las fuerzas libres: Angmar fue derrotado y disuelto, y sus ejércitos huyeron hacia el este.
Eärnur persiguió al propio Rey Brujo hasta Carn Dûm, y estuvo a punto de enfrentarlo cara a cara, pero su caballo, dominado por el terror, se desbocó y lo alejó del combate. Cuando quiso regresar, Glorfindel le impidió perseguir al enemigo, y pronunció entonces una de las profecías más célebres de la obra:
“¡No lo persigas! No volverá a esta tierra. Lejos está todavía su condenación, y no caerá por mano de hombre”.
(J.R.R. Tolkien - El Señor de los Anillos: Apéndices)
Esta profecía se cumpliría muchos siglos después, en la Guerra del Anillo.
Tras la muerte de su padre, Eärnur fue coronado Rey de Gondor en el año 2043 T.E. Aunque era un guerrero valiente, su carácter impetuoso preocupaba a los sabios. En el primer año de su reinado, fue desafiado por el Rey Brujo, ahora señor de Minas Morgul, que lo provocó por no haberlo enfrentado en la batalla del norte. El senescal Mardil Voronwë, hombre de gran prudencia, consiguió convencer a Eärnur de no aceptar el desafío.
Siete años después, en el año 2050 T.E., llegó una segunda provocación, aún más insultante. Esta vez Eärnur aceptó el reto y partió con una pequeña escolta hacia Minas Morgul. Ninguno volvió jamás, y su destino quedó envuelto en el misterio. Se presume que fue capturado y posiblemente torturado o destruido, pero no existen testigos ni pruebas de lo ocurrido.
Antes de partir, Eärnur depositó su corona en la Casa de los Reyes en Minas Tirith, lo que permitió a su senescal gobernar en su nombre tras su desaparición. Así comenzó la línea de los Senescales Gobernantes, con Mardil Voronwë como el primero.
La desaparición de Eärnur marcó el final de la Casa de Anárion y el comienzo de una nueva etapa en la historia de Gondor. Desde entonces, ningún rey se sentó en el trono hasta la llegada de Aragorn Elessar al final de la Tercera Edad. De esta manera, Eärnur se convirtió en una figura de transición, entre la monarquía de sangre y el gobierno de los Senescales.