Batalla de Fornost

Lugar: Eriador

Protagonistas: Eärnur, Glorfindel, Rey Brujo

Año o época: 1974-1975 Tercera Edad

Batalla librada en el noroeste de la Tierra Media en el año 1975 de la Tercera Edad, entre los ejércitos de los Pueblos Libres de Gondor, Lindon y Rivendel contra el ejercito del reino de Angmar, en las llanuras al oeste de Fornost.

En el año 1973 de la Tercera Edad, Arvedui, rey de Arthedain (lo único que quedaba del antaño próspero reino dúnadan del norte, Arnor), previendo un ataque de Angmar y siendo consciente de que el frágil reino estaba en un serio aprieto, envió mensajes solicitando ayuda urgente al Rey Eärnil II de Gondor, el reino dúnadan del sur.

Por desgracia, el Rey Eärnil II tardó un tiempo en reunir a sus tropas, por lo que en el 1974 de la Tercera Edad, antes de que acabara el invierno, el Rey Brujo lanzó a los ejércitos de Angmar ocupando Fornost y rechazando a los Dúnedain más allá del Lhûn. Arvedui, resistió mientras pudo en las Quebradas del Norte, para más tarde escapar con algunos miembros de la guardia al noroeste con las heredades de Arnor. Se refugia entre los Lossoth en la Bahía de Hielo de Forochel, (donde posteriormente moriría tras el naufragio de un barco enviado por Círdan para rescatarle, desapareciendo para siempre la Piedra de Annúminas y la Piedra de Amon Sûl) mientras Arthedain desaparecía bajo el poder arrollador de las tropas del Rey Brujo.

Pero en 1975, arriba finalmente al Golfo de Lhûn una enorme flota en proveniencia de Gondor, al mando del príncipe Eärnur. Hubo gran alegría y sorpresa ante tan inesperada llegada y se dice que tan grande era el calado y el número de sus naves que todos los Puertos Grises, incluyendo el Harlond y el Forlond, se ven desbordados por los barcos, en los cuales también viajan jinetes de los Hombres del Norte de Rhovanion, y sin embargo esto no era más que una reducida fuerza del poderío que Gondor poseía en ese momento.

Fue entonces que Círdan reunió a todos los que quisieron partir a la guerra desde Lindon y Arnor (se dice que hasta los Hobbits enviaron un batallón de arqueros, que nunca regresaron a La Comarca), y cuando fueron reunidos los restos dispersos del antiguo ejército de Arthedain cruzaron el Lhûn y marcharon avanzan hacia las Colinas de Evendim para hacerle la guerra al Rey Brujo, el cual se había establecido en Fornost, y según se dice la ciudad había sido poblada con toda suerte de gentes y criaturas malignas que corrompieron su antigua majestad.

El Rey Brujo pecó de orgullo y confianza pues no esperó a que el enemigo atacara su fortaleza, sino que le salió al encuentro confiado que los arrojaría al Lhûn, tal y como hiciera anteriormente. Pero el Ejército del Oeste cargó sobre él desde las Colinas del Crepúsculo, y hubo una gran batalla en la llanura situada entre Nenuial y las Quebradas del Norte. Las tropas de Angmar no podían contener tan feroz embestida, y comenzaron a retirarse hacia Fornost cuando el cuerpo principal de jinetes de Gondor, que había rodeado en secreto los montes, descendió sobre el enemigo desde el norte, obligándoles a huir en desordenada fuga. Tras esta primera derrota el Rey Brujo decidió retirarse con los restos de su ejército a las tierras de Angmar, pero antes de que pudiera llegar a su refugio de Carn Dûm, en las Landas de Etten, la caballería de Gondor le dio alcance. Al mismo tiempo que esto sucedía llegó una fuerza al mando de Glorfindel, que capitaneaba a los Elfos enviados desde Rivendel. Las fuerzas del Rey Brujo se hallaban en clara inferioridad ante tales adversarios, y se dice que tan grande fue la derrota de Angmar que ni un Hombre ni un Orco de ese reino quedó al oeste de las Montañas.

Finalmente, y cuando todo estaba perdido, el propio Rey Brujo apareció, todo vestido de negro y a lomos de un caballo negro. El terror sobrecogió a todos los que le veían, y con un terrible grito lanzó su cabalgadura contra el Capitán de Gondor. Eärnur se le hubiera resistido pero su caballo fue vencido por el miedo y giró en redondo llevándoselo lejos antes de que pudiera dominarlo. Fue entonces cuando el Rey Brujo rió, y nadie que haya escuchado ese grito podrá olvidarlo jamás, pero justo entonces se acercó Glorfindel montado en su caballo blanco, ante cuya presencia el Rey Brujo dio media vuelta y huyó, perdiéndose en las sombras.

Aunque Eärnur trata de perseguirle, Glorfindel se lo impide, profetizando que “No volverá a esta tierra. Lejos está todavía su condenación, y no caerá por mano de hombre.”.

Aunque el reino de Angmar finaliza para siempre, con sus habitantes y criaturas expulsados de Eriador, Arthedain ha quedado tan afectada que no podrá volver a levantarse hasta los tiempos de Aragorn, en 3019.