Aredhel
Raza o especie: Elfo Noldo.
Nacimiento: 1362 Edad de los Arboles, Tirion.
Muerte: 400 Primera Edad del Sol.
Casado con: Eöl
Hijos: Maeglin
Hermanos: Fingon, Turgon y Argon.
Grupos: Casa de Fingolfin, Gondolindrim.
Titulos: Princesa de Gondolin.
Otros Nombres: Ar-Feiniel, Señora Blanca de los Noldor, Señora Blanca de Gondolin.
Elfa Noldo, hija de Fingolfin y Anairë, y hermana de Fingon, Turgon y Argon. Nació en Tirion, en el 1362 de la Edad de los Árboles.
El nombre sindarin Aredhel quiere decir “Elfo Noble”; su nombre quenya es Irissë. De sobrenombre sindarin Ar-Feiniel que significa “Señora Blanca y Noble”. También llamada Aredhel la Blanca, la Señora Blanca de los Noldor, y la Señora Blanca de Gondolin.
Aredhel era alta, fuerte y hermosa, muy voluntariosa, aventurera e inquieta, se aburría fácilmente; gustaba de ir de caza y practicar la equitación en los bosques. Su piel era pálida y su pelo oscuro; siempre vestía de plata y blanco.
No permaneció en Valinor sino que partió con su padre y sus hermanos a la Tierra Media al juramentarse junto con Fëanor en contra de Melkor.
Tras llegar a la Tierra Media, Aredhel Ar-Feiniel vivió junto a su hermano Turgon en Nevrast y luego se trasladó con él a Gondolin. Pero, tras doscientos años en la ciudad, se canso de vivir recluida, y añorando volver a cabalgar por las amplias llanuras y pasear por los bosques, decidió abandonar Gondolin; muy a pesar de Turgon, el cual temía que se descubriese el Reino Escondido, aunque con el paso del tiempo acabaría cediendo y aceptó dejarla visitar a su hermano Fingon en Hithlum junto con tres escoltas.
Aredhel y su escolta partieron entonces hacia Hithlum para ver a su otro hermano, Fingon; aunque, al llegar al Vado de Brithiach, cambió de opinión y se dirigió a ver a Celegorm y a Curufin en Himlad. Aunque compartía una gran amistad con los Hijos de Fëanor, Aredhel nunca se emparejo con ninguno de ellos.
Al ir en busca de los Hijos de Fëanor, se les niega el paso a través de Doriath, (ya que el Rey Thingol desconfiaba de la mayor parte del Noldor, sobre todo de los que eran amigos de los Hijos de Fëanor), por lo que se dirigieron a Himlad atravesando el paso norte de Doriath.
Al verse forzados a viajar hacia el este por el peligroso valle de Nan Dungortheb, que fue habitada por Grandes Arañas, Aredhel fue separada de su escolta, los cuales volvieron a Gondolin con la noticia de que Aredhel se había perdido; de modo que Aredhel continuo el viaje sola hasta Himlad, donde Celegorm y Curufin moraban, pero ellos se encontraban en ese momento lejos de casa. Su gente le dio la bienvenida y ella se quedó allí un tiempo.
Al pasar un tiempo sin que los Hijos de Fëanor volvieran, Aredhel se impacientó, y vagó hacia el sur, más allá del Gelion, hasta los oscuros bosques de Nan Elmoth. Allí fue descubierta por Eöl el Elfo Oscuro que vivía profundamente en el bosque, con la única compañía de unos cuantos criados. Eöl deseó a Aredhel y por medio de sus hechicerías, se encuentran, y él le conduce a su oscura morada cerca del lago Gladuial.
Allí se casan y moran juntos muchos años en los cuales Aredhel da a luz a un hijo, Maeglin. Siendo Maeglin ya adulto, Aredhel decidió volver a los dominios de su hermano Turgon, junto con su hijo, que deseaba ir a Gondolin, y que se había enojado con su padre porque éste no le permitía abandonar el Bosque. Así ambos huyeron y se refugiaron en la casa de Turgon.
Alcanzaron la entrada oculta a Gondolin perseguidos por Eöl, y son recibidos con gran alegría. Eöl es capturado y llevado ante Turgon, el cual le dio la bienvenida como a un pariente, pero según la ley, aquel que encontrara el camino secreto a la ciudad escondida de Gondolin, no podía abandonar la ciudad bajo pena de muerte. Eöl, enfurecido por la pérdida de su libertad, escogió la muerte para él y para su hijo, y lanzó una jabalina envenenada a Maeglin, con la que dio muerte a Aredhel, que se interpuso con su cuerpo para proteger a su hijo.
Por este asesinato, Eöl fue arrojado por el oscuro precipicio del Caragdûr por los Gondolindrim, donde encontró la muerte no sin antes maldecir, con su misma suerte a su hijo Maeglin.