Creador: Eöl
Propietarios: Eöl, Thingol, Beleg, Túrin Turambar
Cuando Beleg decide partir nuevamente en busca de Túrin le pide a Thingol un arma de valor, pues sólo con su arco no se cree capaz de poder vencer a los enemigos que encontrará en el camino. Y escoge a Anglachel, una espada pesada y fuerte y con la hoja negra, que no se parecía a ninguna otra en la Tierra Media, a pesar de la advertencia de Melian (la esposa de Thingol) de que en la espada había malicia, pues el corazón oscuro de su forjador aún habitaba en ella.
Fue con esta espada con la que Túrin, sin darse cuenta, mató a Beleg, el más fiel y leal amigo, y en ese momento, la espada se quedó opaca y roma. Túrin se marcha entonces con Gwindor a Nargothrond, donde la espada es forjada de nuevo por los herreros de Nargothrond y aunque su hoja continuó siendo negra, en su filo brillaba ahora un fuego pálido. A partir de entonces, Túrin llamó a la espada Gurthang, "Hierro de la Muerte", e hizo con ella tan grandes proezas que a él mismo se le conoció a partir de ese momento como Mormegil, la Espada Negra. Con esta espada mató Túrin a Glaurung, el gran gusano que tanta desgracia causó a su familia, pero también con ella se quitó la vida, después de lo cual, la espada se partió. Esta espada en sí, no poseía "magia" como la que tenían las fabricadas por los Elfos de Gondolin, pero antes de que Túrin la clavara en el suelo y se arrojara sobre ella, la espada le habló diciéndole que con gusto bebería su sangre, para olvidar así la sangre de Beleg y de Brandir, asesinados injustamente por Túrin.
Los trozos de Gurthang fueron colocados en el túmulo de Túrin, donde descansarán hasta el fin. Pues se dice en algunos escritos que Túrin, en representación de los Hombres, será el encargado de dar muerte a Morgoth con la espada Gurthang, en la Dagor Dagorath.