Guille
Guille, de quien sabemos (gracias a Berto) que su apellido era Estrujónez, tenía en uno de sus bolsillos un saquito parlante, que fue el que traicionó a Bilbo, al chillar cuando el hobbit intentó robarlo del bolsillo del Troll. De esta manera Bilbo fue descubierto y poco más tarde y tras una fiera lucha, también fueron capturados Thorin y los demás Enanos, a quienes los Trolls pretendían cocinar para comerlos. Gracias a la intervención de Gandalf, que simulaba sus voces, y debido a la gran estupidez e irascibilidad de estas enormes criaturas, los tres Trolls fueron sorprendidos por la luz de la mañana, por lo que resultaron muertos al convertirse en piedra.
Tom, Berto y Guille pertenecían a la especie de los Trolls de Piedra y, desde que habían bajado de las montañas, se habían comido un pueblo y medio, pues la carne humana era uno de sus bocados favoritos. Además, tenían un escondrijo en una cueva cercana, cerrado con una puerta de piedra, donde Gandalf, Bilbo, Thorin y la Compañía de Enanos encontraron comida, monedas de oro, vestidos y armas, que eran parte de los botines que los Trolls atesoraban. Fue en esta cueva en la que encontraron las hojas élficas Glamdring y Orcrist y el puñal al que Bilbo le dio más tarde el nombre de Dardo.
En el mes de octubre del año 3019 de la Tercera Edad, y tras el ataque sufrido en la Cima de los Vientos, Merry, Pippin, Sam y Frodo, acompañados por Aragorn, pasan por este bosque y encuentran la cueva abandonada de los trolls y poco después a los tres trolls convertidos en piedra, confirmando así la historia que Bilbo había protagonizado años atrás.