Baixauli
Quisiera saber cuál es la opinión predominante en este foro sobre el libro "La lengua de los elfos", de Luis González Baixauli, editado por Minotauro.
En este libro Baixauli hace un repaso exhaustivo a la gramática del quenya, tanto de aquello que se sabe a ciencia cierta como a aquello que supone, y hace notar los puntos oscuros, proponiendo a veces soluciones basadas en el finés, idioma que Tolkien usó como inspiración de su quenya.
Dejando de lado el tema de su ortografía ("kwenya" en vez de "quenya"),
- porque al fin y al cabo la ortografía es una convención de los hablantes (en castellano se utiliza c, q k para un mismo sonido por motivos históricos, ¿qué razón hay para tener las grafías c y q para el sonido k en quenya?),
- y porque en la versión original aparecen diéresis inncesarias para nosotros pero útiles para los angloparlantes, es decir, que esas diéresis son externas a la lengua élfica.
Sin tener en cuenta su ortografía, ¿qué opinión os merece el libro de Baixauli?
Gracias por adelantado.
(Mensaje original de: lapse)
#1 Respondiendo a: Anónimo
Hola!
Quisiera saber cuál es la opinión predominante en este foro sobre el libro "La lengua de los elfos", de Luis González Baixauli, editado por Minotauro.
En este libro Baixauli hace un repaso exhaustivo a la gramática del quenya, tanto de aquello que se sabe a ciencia cierta como a aquello...
Tenna rato, lambendil!

-But I am the real Strider -he said, looking at them with his face softened by a sudden smile -I am Aragorn so...
#1 Respondiendo a: Anónimo
Hola!
Quisiera saber cuál es la opinión predominante en este foro sobre el libro "La lengua de los elfos", de Luis González Baixauli, editado por Minotauro.
En este libro Baixauli hace un repaso exhaustivo a la gramática del quenya, tanto de aquello que se sabe a ciencia cierta como a aquello...
Qué decir de sus deducciones a partir del finés... me parecen arriesgadas. Cierto que es la base del quenya pero también el latín y el griego intervinieron en su formación y... más acertado es derivar a partir del sindarin (lengua emparentada) o del protoeldarin (protuoélfico como lo llama Baixauli, la lengua madre) como han hecho limportantes estudiosos como Fauskanger o Salo. Pero entiendo su postura... es normal buscar solución a las carencias que presenta el quenya que se nos ha conservado.
Y sobre Kwenya/quenya... es cierto que significante y significado no tienen relación natural pero Tolkien usó la k por un motivo muy simple y muy claro. Se advierte ya en SDLA que Tolkien pretendía adaptar al quenya a la ortografía latina (lo mismo sucede con la k; aunque siga apareciendo en escritos tardíos, pero la intención de Tolkien era esa. Al fin y al cabo el latín (lengua preferida de Tolkien) había participado en la creación del quenya y compartía con él la misma situación histórica (Tolkien llama al quenya "latín élfico). ¿Por qué contradecir lo que Tolkien escribió y quiso? También podríamos decir kweña, ¿no? (parece ser que el grupo ny en quenya se pronunciaba como nuestra ñ) Piensa por ejemplo que podía haber escrito las vocales largas tal y como se hace en finés, duplicándolas (aa) pero en lugar de eso prefirió usar la tilde...
Puestos así también podríamos reescribir El Cid enteramente con k y y, ¿no?
Por respeto a una obra, no debemos alterarla, aunque pueda entenderse de la misma manera, ¿o acaso hablamos espagnol? ¿o espanhol?
Lo de la diéresis no importa. El objetivo aquí de Tolkien era claro y no era precisamente estético sino eminentemente práctico. Personalmente prefiero usarlas, le dan un toque muy exótico (aunque lo mismo podría decir de kw-

Sin que esto significa nada, decir por último que pese a sus carencias es un libro muy recomendable y muy asequible, fácil de entender para los no iniciados al tema.
Un saludo desde Gondolin.
(Mensaje original de: Pengolodh el Sabio)
#1 Respondiendo a: Anónimo
Hola!
Quisiera saber cuál es la opinión predominante en este foro sobre el libro "La lengua de los elfos", de Luis González Baixauli, editado por Minotauro.
En este libro Baixauli hace un repaso exhaustivo a la gramática del quenya, tanto de aquello que se sabe a ciencia cierta como a aquello...
Bueno, eso de que ese libro es un "hueso" depende de los estudios de cada uno, claro, a mí me pareció bastante asequible, y sin saber nada de los idiomas élficos puedo seguir los razonamientos que hace.
Respecto a que ese libro se ha quedado "desfasado"... ¡interesante! ¿han aparecido nuevos escritos de Tolkien?
Ya dije que el tema de ortografía me es completamente tangencial. Fíjate, en Israel los sefardíes hablan su dialecto del castellano con una ortografía propia y no pasa nada.
La diéresis ya expliqué que sólo era para recordar a los angloparlantes que debían pronunciar la vocal final, así que seguro que los elfos no la hubieran necesitado, y los habalntes de castellano tampoco.
Que si kwenya, que si quenya... que si escribir el Cid en una nueva ortografía... ¿has visto el Cid en su versión original? ¿has visto la cantidad de grafías inconstantes? mana, magna, manha... cosa, coza, cossa
...y la obra sigue siendo la misma, y la lengua sigue siendo la misma. Sólo que una escrita con una ortografía más metódica y consistente que la dehace 9 ó 10 siglos.
La ortografía usada por Tolkien está claramente motivada por la estética, no por razones lingüísticas.
Decís que el quenya está basado en el finés, el latín y el girego, además del sindarin. Uuuuffff!!!!
He estudiado latín, griego, finés y galés, entre otros idiomas. Por tanto me veo con capacidad suficiente para decir que la fuente principal del quenya es el finés, del latín y del griego no veo ningún trazo, la verdad. Bueno, las declinaciones, pero el vasco tiene declinaciones y no por eso decimos que quenya y vasco estén relacionados, ¿verdad?
Eso de que el quenya tenga como base el sindarin me ha sorprendido. Lo poco que he visto del sindarin me da la impresión que está todavía menos perfilado que el quenya. Y además el sindarin es un trasunto del galés, lengua que no tiene absolutamente ninguna relación con el finés, así que difícilmente pudo Tolkien emparentarlas. La única concordancia entre ambas que he visto es la existencia en quenya del artículo definido "i" (que en finés no existe) y que se corresponde con el artículo definido "y".
Pero ya comenté en el primer mensaje que el tema de la ortografía me es bastante indiferente.
Respecto a las conclusiones, generalizaciones, suposiciones, propuestas sintácticas que hace Baixauli en su libro, sobre eso quiero saber.
¿Cómo conjugáis vosotros el verbo "ser", por ejemplo?
¿y cómo lo negáis, cómo decís "no soy, no eres", etc?
¿cómo decís "yo tengo una espada"?
¿cómo decís "vosotros le dáis un libro al mediano"?
¿cómo decís "vosotros no le dáis el libro al mediano"?
Me refiero a, los problemas que comenta Baixauli en el libro, ¿cómo los solventáis?
(Mensaje original de: lapse)
#4 Respondiendo a: Anónimo
Ortografía tangencial
Bueno, eso de que ese libro es un "hueso" depende de los estudios de cada uno, claro, a mí me pareció bastante asequible, y sin saber nada de los idiomas élficos puedo seguir los razonamientos que hace.
Respecto a que ese libro se ha quedado "desfasado"... ¡interesante! ¿ha...
hay un lugar estupendo donde dirigirse, lleno de expertos en las lenguas élficas. es el instituto lingüístico Lambenor. buscadloe en algún buscador y os aparecerá. además la lista que hay en Yahoo Grupos es donde las dudas encuentran su luz de una forma erudita y rápida.
Ela.
(Mensaje original de: elanor la flor)
#5 Respondiendo a: Anónimo
las soluciones a todo
hay un lugar estupendo donde dirigirse, lleno de expertos en las lenguas élficas. es el instituto lingüístico Lambenor. buscadloe en algún buscador y os aparecerá. además la lista que hay en Yahoo Grupos es donde las dudas encuentran su luz de una forma erudita y rápida.
Ela....
Perdón por la tardanza en contestar.
A ver, según tengo entendido, el último escrito nuevo (descubierto) de Tolkien en los últimos años ha sido la traducción de Beowulf con su comentario que encontró un filólogo estadounidense en de este año.
Lo que ocurre es que muchos escritos filológicos (y que resultarían demasiado eruditos si fueran implicados, al menos ésa es su opinión) fueron desestimados por Christopher a la hora de publicar la Historia de la Tierra Media. Pero el buen señor decidió en 1991 entregarlos al grupo de estudiosos de las lenguas tolkienianos, llamados Elfconners quien se encarga de publicarlos tras una revisión en 2 revistas, Vinyar Tengwar y Parma Eldalamberon. La información, sale a cuentagotas y muchos les han achacado su “pereza editorial” de los últimos años.
En esta publicación aparecen muestras tanto del qenya (la forma más primitiva del quenya; para que veas lo importante que es una grafía

La relación del quenya con el latín y el griego no es invención mía. El propio Tolkien admite en sus Cartas (ayúdame Elfa Árwena

Siento que hayas entendido lo de la derivación del sindarin mal. Yo no he dicho que el quenya derive del sindarin. Dije que para las formas no conocidas del quenya sería mejor derivarlas del sindarin o del protoeldarin, lenguas afines y no del finés, que aún siendo su base “real” no es afín etimológicamente hablando. El señor Helge K. Fauskanger, por ejemplo, formó muchos pronombres quenya a partir de los conocidos del sindarin. Esta actitud es tan discutible como derivarlos del finés, pero lo veo más conveniente.
Y lo de la ortografía… existe una cosa llamada norma ortográfica que si bien nos puede resultar incomprensible (o incluso una tontería) es necesaria para el común entendimiento (aunque todos podamos entender “kayemos las adas”), por razones históricas, como tu indicas; por una cuestión de orden o incluso por mero romanticismo y/o “encanto” (¿por qué no?). Además, si Tolkien lo hizo así, ¿por qué cambiarlo? Si hay alguien que pueda ser el legítimo propietario y hacer lo que quiera con el quenya es (era) Tolkien. Y por eso usó qu- en lugar de kw igual que nosotros podríamos haber usado th (transcropción latina de la zeta griega) para decir thapato en lugar de zapato.. Nosotros sólo podemos (debemos) disfrutar de él. Considero un error cualquier modificación de lo básico por nuestra parte aun con intención de mejora.
Por cierto; kw es una transcripción fonética. No sé si has visto alguna vez una transcripción fonética de alguna palabra inglesa, que ayuda a pronunciarla correctamente; como usar þ, ?, o ? para expresar varios sonidos que se corresponden con determinadas grafías. Si escribieras así las palabras, gran parte de los angloparlantes no te entenderían y los que sí lo hicieran no te tendrían mucho aprecio. Ya no hablo de los franceses, que son para su idioma…

Lo de la diéresis no tiene importancia y se puede quitar, aunque por fidelidad a Tolkien (y porque me gusta más así) yo no lo haría. Pero eso es algo más personal.
En cuanto a las preguntas… muchas (como la primera o la tercera) no tienen aún respuesta (al menos exacta) y quizás no las tengan jamás. No estoy al tanto de los escritos filológicos de Tolkien de última aparición. No conozco mucho más allá de los libros de la Historia de la Tierra Media y otros libros de Minotauro. Puedes buscar en buenas páginas sobre el tema (casi todas ellas en inglés) o en algunas listas de Correo y foros donde se discute el tema y las novedades al respecto.
Tus preguntas sería, creo yo, más conveniente, analizarlas en otro mensaje distinto cuando quieras.
Volviendo al tema principal, que me voy mucho por las ramas (y me gusta

Coincido totalmente contigo en que es muy asequible. Creo que puede encontrarse dificil si lo que se esperaba eran 4 frases del estilo “Buenos días”, “Gracias” y “Adios” o si se tiene un nulo interés por aprender en serio una lengua. El problema ahí es el concepto que tenemos de aprendizaje de una lengua.
Un saludo desde Gondolin.
P.D.: Respecto a la grafía inconstante del Poema de Mío Cid, eso tiene fácil explicación. El primer intento de normalización del castellano (o español, como prefieran) fue en tiempos de Alfonso X el Sabio, cuando se empezó a adoptar como lengua escrita en documentos importantes. En aquel tiempo, el castellano era una lengua aún un tanto “caótica” y su ortografía lo era aún más. La primera norma ortográfica la dio el importante humanista español Elio Antonio de Nebrija en su “Gramática de la lengua castellana” (1492) y “Reglas de ortografía castellana” (1517). La opinión general es que el Poema de Mío Cid es que el original que se conserva proviene de un manuscrito del siglo XIV copia a su vez de la transcripción de Per Abbat de 1207, por lo que en aquel entonces, no existía aún una norma clara.
Menudo tostón…
(Mensaje original de: Pengolodh el Sabio)
#1 Respondiendo a: Anónimo
Hola!
Quisiera saber cuál es la opinión predominante en este foro sobre el libro "La lengua de los elfos", de Luis González Baixauli, editado por Minotauro.
En este libro Baixauli hace un repaso exhaustivo a la gramática del quenya, tanto de aquello que se sabe a ciencia cierta como a aquello...
Antes que nada, gracias por responder. Respuestas con sustancia y criterio (o al menos, con enlaces a donde podía encontrarlos).
Intentaré contestar por partes antes de ir al grueso de la cuestión.
A vueltas con la ortografía:
"¿A ti no te fastidiaría escribir Espanha?"
Hombre, pues sinceramente, no. No. Sólo en la península se utilizan también otras formas para referirise a EspaÑa. A saber EspaNHa (portugués), EspaNYa (catalán) y EspaINia (vasco). Y no les pasa nada por no utilizar la Ñ.
La ortografía es sólo una convención entre los hablantes.
La ortografía que usaba Tolkien era de carácter eminentemente estético, es decir, la forma escrita de cada idioma debía reflejar cómo sonaba cada lengua. Así, el quenya a simple vista nos parece una lengua bella y musical, mientras que el Habla Negra nos parece ruda y cacofónica.
Muchas gracias por hacerme saber de la Universidad de Lambenor, la cual desconocía y en donde, en la introducción al curso de quenya, aparece un enlace al ensayo del finlandés Harri Peväla. Desgraciadamente ese enlace está roto. Así que busqué en Google, Altavista y Yahoo sin encontrar mención alguna a ese señor. En cambio, de David Salo y Heige F. Fauskanger sí hay menciones por doquier. Por una mera cuestión de confianza voy a creer que ese tal Peväla no es otro bulo de Internet.
Quenya y finés:
A falta del ensayo del señor Peväla sobre esas supuestas relaciones, semejanzas o afinidades, con un breve repaso al diccionario quenya me he topado con una palabra de las llamadas "100 básicas", el verbo "venir", que es traducido por la raíz "tul-" en quenya y en finés por "tul-la" (separo con un guión la marca de infinitivo).
Haría falta examinar detenidamente ambos diccionarios para encontrar, si es que existen, más similitudes.
Pero si las correspondencias léxicas pueden ser, incluso, casualidades, en donde encontraremos una base firme de cada idioma, aquello que se resiste a cambiar por el paso del tiempo, será en los sufijos verbales y nominales.
Compilando en una tabla los sufijos posesivos del quenya y del finés veremos que en el caso de la primera personal (tanto singular como plural) son casi idénticos:
mi -> finés -ni / quenya -nya
nuestro -> finés -mme / quenya -mma
En el resto de personas hay también semejanzas, pero en esos otros casos yo opinaría que Tolkien más bien se basó en vez de calcarlos, aunque un lingüista comparatista los relacionaría enseguida (cambiamos -nsa por -nta y ya tenemos "su (de ellos)" en finés trasplantado a quenya).
Igualmente sucede con los sufijos verbales de nominativo: la 1ª y la 2ª persona del singular son idénticas en ambos casos (yo -n, tú -t, tanto en finés como en quenya), también con otras semejanzas deconstruidas en el resto de sufijos personales.
Una última pregunta para acabar este apartado: ¿Existe el partitivo en latín o en griego? No. ¿Existe el partitivo en finés? Sí. Y también en quenya.
Pero, por favor, no nos detengamos en la ortografía o en el debate sobre la fuente de inspiración de la lengua. Vayamos al verdadero meollo de mi pregunta:
Para vosotros, amantes del mundo, las historias y las lenguas de Tolkien, ¿el quenya es una lengua de culto? Debe ser mirada y admirada, ¿o es una lengua útil para la comunicación?
Si se da el último caso debe haber un consenso sobre su uso entre quienes hablen quenya (o tengan unas mínimas habilidades comunicativas), no ya sobre la ortografía, sino sobre el uso de partes básicas de una lengua, como la conjugación de verbo "ser".
¿Existe ese consenso? O sea, ¿hay un esfuerzo para convertir el quenya en una lengua útil? (y en mi opinión el libro de Baixauli es un intento de ir en esa dirección), ¿o el quenya es una lengua reliquia? De mírame y no me toques, tan muerta como el sumerio o el córnico.
(Mensaje original de: lapse)
#7 Respondiendo a: Anónimo
Consenso básico
Antes que nada, gracias por responder. Respuestas con sustancia y criterio (o al menos, con enlaces a donde podía encontrarlos).
Intentaré contestar por partes antes de ir al grueso de la cuestión.
A vueltas con la ortografía:
"¿A ti no te fastidiaría escribir Espanha?"
Homb...
Gracias a tí. Es muy placentero discutir sobre estos temas con personas tan preparadas.
Bueno, para empezar me gustaría decir que desconozco la lengua finesa (y sobre el trabajo de Harri Pevala, no puedo hablarte, pues no lo he podido leer aunque la fuente es fiable, el señor Helge K. Fauskanger). Es lógico que encontremos muchos puntos de contacto con el finés, pero ahí no acaba todo. Muchas veces hemos discutido aquí algunas palabras que por su evidente parecido con ejemplos de las lenguas élficas (tanto en significado como significante) nos han dado que pensar y muchas son algo más que anecdóticas (es el caso de atar, “padre” y su relación con el gótico. Al fin y al cabo era una lengua conocida y amada por él). Y en el aspecto gramatical, está la diferencia fundamental de las declinaciones, que es uno de los pilares característicos de una lengua, aunque por supuesto no sea algo exclusivo del latín y el griego; pero ahí está la referencia de Tolkien y si él lo dice… (Por cierto que me acaba de acordar de un artículo en la web de Lambenor sobre la relación entre el español y el quenya, si no mal recuerdo; debo releerlo. No te puedo pasar el enlace porque parece ser que no funciona su página). No quiero decir con ello que el quenya sea un compendio de finés y otras lenguas. Tolkien mismo renegó de esa idea, como cuando deja claro que el sindarin no es idéntico al galés ni pretendió copiarlo, sino que trató de captar su esencia, más eufónica que gramatical. Por eso mismo veo desacertado lo que propone el señor Baixauli. Lo que me parece arriesgado es pretender conocer el propio funcionamiento y la metodología de Tolkien a la hora de crear sus lenguas. ¿Acaso sabríamos si le gustaría tal o cual forma, aunque fuera por simple criterio estético? Creo que no. Y es algo impredecible. Sólo existe un criterio a la hora de descubrir y desentrañar el quenya con cierta precisión: la relación con las otras lenguas que creó Tolkien. Es algo lógico. El quenya deriva del élfico de Cuiviénen del que a su vez derivan las lenguas telerin y las silvanas y que a su vez tienen influencia sobre las lenguas humanas y enana. Y eso es algo fácilmente comprobable. El propio Tolkien lo hizo así. Para muestra ahí tienes las Etimologías. Pero tranquilo, la actitud del señor Baiuxauli me parece loable, pues intenta buscar soluciones a las dificultades. Pero me parece equivocada.
Lo de la ortografía… bueno, no me quiero extender en esto, la verdad. Hablas de lenguas distintas al español, con normas ortográficas distintas y con organismos distintos que regulan esas normas. Sin embargo, yo, que soy andaluz, no podría escribir s en lugar de z pese a que pronuncio ambas grafías de la misma manera, ni omitir las s finales porque las aspiro ni otras cosas más. Y ya no sólo eso, que al fin y al cabo son rasgos exclusivos, sino que si a cualquier español, sea vasco, murciano o gallego, se le ocurriera usar k en una redacción se la darían por incorrecta debido a fallos ortográficos. Puede parecerte una tontería. Y te comprendo. Pero al menos nos queda la “esperanza” de que esa norma se puede cambiar y no hay problema en ello, porque además nosotros decidimos. Tú lo has dicho: consenso. Pero el caso del quenya es distinto. En realidad todo esto tiene muy poco que ver con él. Con el quenya no puede haber consenso. Lo que sale de Tolkien es lo que hay, pues es su obra y decide lo que quiera con ella. Es la libertad del creador y se le tiene que rendir cuentas a algo es a Dios o a la necesidad, si apremia. Creo que no debemos buscarle los 5 pies al gato, como diría el viejo Tío.
Y con esto llego al meollo. Personalmente, no creo en un quenya útil, una lengua viva que podamos hablar, al menos un grupo reducido. Para ello serían necesarios nuevos elementos que no están presentes y ello implicaría desvirtuar el original. Crearíamos nuestro quenya, el de cada uno. Y si, cada uno puede hacerse su quenya, pero cada uno usaría el suyo y al final no existiría consenso.
Creo que debemos conformarnos estudiando lo que hay e intentando buscar nuevas formas con teorías posibles. Como ocurre con los neologismos. Aunque no confío del todo en ellos, no me parece descabellado crear palabras a partir del sindarin, conociendo los cambios lingüísticos que sufrieron ambas lenguas a partir del protoélfico. Es lo que se ha hecho (eso sí, en sentido inverso) con el indoeuropeo. Aunque no sea un proceso exacto y fiable al 100 %, pero es aceptablemente correcto. Sin embargo, habrá elementos que jamás se resolverán o se resolverán insatisfactoriamente. Jugamos en un terreno difícil y más imprevisible que nuestro terreno de casa.
Y por eso, creo que no hay más remedio que resignarse. Buscándole lo bueno a lo malo, podríamos decir que así es más romántico

O podemos renegar de todo y entrar a saco y crear, o sub-crear, como decía el Profesor. A mí, por lo menos, se me plantea el debate ético de si es correcto o no. Tolkien no creó el quenya para un uso prolongado ni para una lengua personal de expresión cotidiana. Era más bien un experimento eufónico. No es como el esperanto. La intención de Zamenhof, su creador, era distinta. Buscaba una utilidad práctica y confiaba, porque además lo veía una necesidad, en que aquellos que le apoyaran y creyeran en el esperanto lo enriquecerían pues, al fin y al cabo, era su lengua. Sin embargo el vicio secreto de Tolkien era una cuestión personal, terriblemente personal, era su expresión más honda, su sinfonía. Que vayamos nosotros y pretendamos modificarla a nuestro gusto no me parece correcto. Que cada uno piense lo que quiera. Desde luego, no reniego del todo de la idea de que Tolkien pudiera haber deseado que otros hubieran enriquecido su subcreación, pero supongo que ni siquiera se esperaba que nadie pudiera conocer a Eöl, las hazañas de Túrin, la ruina de Doriath, la muerte de Fingolfin o… la estructura gramatical del quenya, al menos tan profundamente como podemos saberlo hoy. No sé si todo esto le parecería bien aunque si no hubiera sido por otros no podríamos haber descubierto toda esta maravilla.
Al final me he vuelto a enrollar un montón. Es un defecto grave que tengo. Creo que además se me ha visto mucho el plumero. Respeto mucho el trabajo de Tolkien, me gusten o no algunas de sus partes (aunque debo reconocer que tengo un poco idealizado al hombre

Un saludo desde Gondolin.
P.D.: Un consejillo. No me des mucha coba que no me callo ni debajo del agua y no acabo nunca. Te lo digo por tu bien…

Como nunca hemos debatido aquí en el foro (de lo cual me arrepiento) y para que no pienses mal de mí me gustaría señalarte que eso de "el Sabio" no es ninguna pretensión personal vanidosa. Es sólo un apodo que recibe el personaje en el que se basa el pseudónimo que uso.
(Mensaje original de: Pengolodh el Sabio)
#8 Respondiendo a: Anónimo
El consenso...
Gracias a tí. Es muy placentero discutir sobre estos temas con personas tan preparadas.
Bueno, para empezar me gustaría decir que desconozco la lengua finesa (y sobre el trabajo de Harri Pevala, no puedo hablarte, pues no lo he podido leer aunque la fuente es fiable, el señor Helge...
Bien, a la hora de construir ese consenso, necesario para hacer del quenya una lengua artificial útil para la comunicación, deberían ser los propios aficionados a la ficción de Tolkien los responsables de tutelar la verosimilitud, el respeto y la continuidad respecto al resto de su obra. Ya que, al parecer, es opinión mayoritaría que cualquier añadido o modificación supone una traición a la obra de Tolkien.
Tomemos, sin ánimo de comparar, el caso del Klingon, lengua artificial creada por otro lingüista (Marc Okrand) para la serie Star Trek.
El Dr. Okrand ideó ese idioma por encargo y se publicó una gramática bajo el equívoco título de "The Klingon Dictionary". Enseguida aparecieron dos facciones entre los seguidores klingonistas:
Los continuistas para bien y para mal, aquellos que preferían mantenerse fieles a lo inventado por el lingüista, respetando su chocante ortografía, obviando los errores evidentes e intentando integrarlos como las irregularidades que toda lengua tiene.
Y los renovadores, la de aquellos que proponían retocar la, en su opinión aberrante, ortografía, además de eliminar aquellas "irregularidades" para regularizarlas en la sintaxis klingon. Se arropaban también la autoridad de crear nuevo léxico ante quienes defendían que era el autor de la lengua el único con potestad para ello.
Tras años de discusiones bizantinas fue la linea purista la ganadora, y en la actualidad es la única sección de klingonistas que continua trabajando. Con la suerte de que el Dr. Okrand añade nuevo vocabulario (a instancias de los hablantes más capaces), y nuevas oraciones que, de manera implícita, resuelven dudas sobre usos léxicos o construcciones gramáticales.
¿Qué relación tiene esta historia con el quenya?
Parece claro que los seguidores de la lengua élfica todavía no han superado la etapa del consenso básico.
Encontramos el quenya de Tolkien, el de Fauskanger, el de Baixauli, ...
Debido a que el quenya de Tolkien es imposible de utilizar como lengua de comunicación hace falta un trabajo previo de sistematización. Una normativización absolutamente ineludible para que cualquier persona de cualquier rincón del mundo llegara a una misma traducción de las frases que yo proponía en un mensaje anterior, esas frases no eran baladíes, incidían en los interrogantes que me causó la lectura del libro de Baixauli.
Pero, me repito, esa labor de normativización sólo se podrá dar con el consenso previo de los seguidores de Tolkien. En caso contrario, me temo que el quenya será una pieza de museo:
Digna de ser admirada, resguardada bajo temibles medidas de seguridad, e inútil para todo uso práctico.
PD: Ha sido un auténtico placer y un verdadero estímulo esta discusión. Dice mi amigo Pengolodh que nunca habíamos debatido aquí en el foro. Pues bien, ya lo hemos hecho. Y ojalá sean todos los debates tan provechosos y constructivos como éste.
(Mensaje original de: lapse)
#9 Respondiendo a: Anónimo
Concluyendo
Bien, a la hora de construir ese consenso, necesario para hacer del quenya una lengua artificial útil para la comunicación, deberían ser los propios aficionados a la ficción de Tolkien los responsables de tutelar la verosimilitud, el respeto y la continuidad respecto al resto de su obra...

Perdón de nuevo por contestar otra vez tan tarde. Es una lástima que tenga que esperar tanto tiempo para poder pasar tan buen rato aquí.
El paralelismo que pones sobre el Klingon ilustra bien el tema, pero no es del todo comparable al caso de Tolkien y el quenya. Las circunstancias y la intención del "autor" del quenya no eran las mismas. Me he puesto a pensar estos días sobre los planes que Tolkien tenía sobre su lengua y sus historias, lo que haría con ellas. Creo muy probable que al final de sus días Tolkien se sintiera más que nunca como Niggle más que como el Herrero de Wotom Mayor y percibiera que su obra se perdería para siempre con su muerte y que sólo viviría con él. Diríamos, se habría dado cuenta, tras tantos intentos editoriales fallidos, de lo personal de ella. Habría vuelto a los orígenes, previo al periodo de difusión y muestra de El Hobbit y SDLA; en los que había surgido la Tierra Media como algo muy profundo en respuesta a las circunstancias de la guerra y a sus propias circunstancias vitales, a sus deseos e inquietudes. Las lenguas serían el elemento más enraizado y más personal de ello. Más que nunca se convertiría en algo “privado”. Dudo mucho que Tolkien esperara la posterior difusión que ha tenido y no sé que le hubiera parecido… Gracias a Dios que a Christopher se le pasó por la cabeza lo que quizás a su padre no se le hubiera ocurrido…
Pero siempre nos queda el consuelo de que el quenya dé discusiones tan productivas e interesantes como estas. Con eso me conformo. Será una pieza de museo bien placentera.
Me alegra de que me consideres un amigo. Es lo bueno de este foro, lo bien que uno se siente aquí escribiendo… Ojalá que se repita la experiencia.
Un saludo desde Gondolin.
(Mensaje original de: Pengolodh el Sabio)