13 de marzo de 3019 de la Tercera Edad: El asalto a Minas Tirith y el fracaso de la misión
Desde la frontera de Mordor, lamentamos comunicar que la misión ha fracasado. Frodo Bolsón ha caído. En los túneles de Cirith Ungol, la traición de Gollum se completó: Ella-Laraña cumplió su macabra labor, y ahora el cuerpo sin vida del Portador del Anillo ha sido capturado por los orcos. El último rayo de esperanza se extingue en la sombra. Ni siquiera el valeroso Sam, que enfrentándose a Ella-Laraña y derrotándola contra todo pronóstico por sí mismo, pudo evitar la tragedia.
En Gondor, la batalla ya no es una amenaza, sino una realidad devastadora. Las fortalezas de la Calzada cayeron, y Rammas Echor, la muralla exterior de la ciudad, ha sido destruida por las huestes de Sauron. "El enemigo avanza sin descanso, es una ola que no puede ser contenida", describió un soldado gondoriano. Faramir, liderando la retaguardia en su retirada, cayó bajo el fuego enemigo. Aunque Gandalf y los caballeros de Dol Amroth lograron rescatarlo, fue llevado de vuelta a Minas Tirith gravemente herido. En la ciudad, Denethor lo recibió con desesperación, sumido en su propio abismo de locura.
El Pelennor, antaño fértil y resguardado, es ahora un mar de muerte y fuego. Las tropas del Enemigo lo han inundado, y la resistencia de Gondor parece desmoronarse. Desde las alturas de Minas Tirith, Beregond, guardia de la Torre, observó un fenómeno inquietante: una luz espectral iluminando la cima de la torre, reflejo de un enfrentamiento silencioso entre Denethor y la sombra de Sauron. "Algo oscuro está ocurriendo dentro del palacio del Senescal", murmuró uno de sus compañeros.
En el sur, Aragorn ha alcanzado Pelargir, donde, con la ayuda de los Hombres Muertos del Sagrario, ha tomado la flota enemiga. "Las velas negras ondean en nuestras manos, pero ¿llegaremos a tiempo? Mi corazón dice que ya es demasiado tarde", se oyó entre los hombres de su compañía.
En los campos de Rohan, el ejército de Théoden prosigue su galope. Al caer la noche, atravesaron el Bosque de Drúadan, guiados por aquellos que conocen los senderos ocultos de la región. Pero su marcha, que debía traer esperanza, parece ahora solo un eco fúnebre en la tempestad.
La guerra sigue, pero con el fracaso de la misión, la victoria ya no parece posible. El Enemigo ha ganado. La oscuridad se alza, y con ella, el fin de la Tercera Edad.