Ciudad y capital del Reino de Arnor, fundada por Elendil en el año 3320 de la Segunda Edad. Annúminas fue edificada en la orilla meridional del lago Nenuial, a unos 20 kilómetros al oeste del nacimiento del Baranduin. Debió ser una magnífica ciudad aunque no se conocen detalles de su disposición urbana. La ciudad estaba bien protegida por las quebradas que formaban las colinas de Emyn Uial, en una comarca llamada Evendim, de la que el lago también tomaba el nombre. Dependía pues de la comunicación fluvial para evitar su aislamiento, y era él Baranduin su principal vía de comunicación. Esto, unido a otros factores de tipo político y demográfico, pudo haber influido en la progresiva decadencia de la ciudad.

En el año 10 de la Tercera Edad, tras la muerte de Elendil e Isildur, el hijo menor de este último, Valandil, ocupa el trono de la ciudad. En Annúminas gobiernan los siete siguientes Reyes de Arnor (Eldacar, Arantar, Tarcil, Tarondor, Valandur, Elendur y Eärendur), en los años más prósperos y tranquilos del reino. En la ciudad se custodian los principales objetos heredados de Númenor, como el Cetro de Annúminas, símbolo del poder real, la Piedra de Annúminas, el Elendilmir, el Anillo de Barahir y los fragmentos de Narsil.

En 810, Arnor se divide en tres dominios, y Amlaith, primer rey de Arthedain, traslada la capital, la corte y todas las heredades a Fornost, su ciudad de adopción. Annúminas cae entonces en una decadencia progresiva. Sus últimos habitantes la abandonan definitivamente pocos siglos después, quedando sólo un montón de ruinas de la antaño poderosa villa.

No es hasta principios de la Cuarta Edad cuando Aragorn, proclamado soberano del Reino Unificado, emprende los trabajos de reconstrucción de la ciudad. Acompañado por Arwen, el Rey viaja a la ciudad en el año 15. Durante las estancias de Aragorn en el norte, Pippin y Merry le visitan con asiduidad en su corte de Annúminas.

El significado ‘Torre del Poniente’ (annûn = puesta del sol, poniente, oeste; minas = torre).

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