Ered Nimrais

Cordillera este-oeste al sur de las Montañas Nubladas que, desde las estribaciones más orientales (Emyn Arnen, cerca de las Ephel Dûath), se extendía hasta el Belegaer, en el Cabo de Andrast. El nombre es Sindarin y significa “montañas de cuernos blancos”; en Oestron se conocen como las Montañas Blancas.

Sus principales cimas están ubicadas en sus estribaciones centrales y son: el Mindolluin, el Dwimor o Monte de los Espectros, el Pico Afilado y el Thrityrne. Los picos sobre los cuales los gondorianos construyeron sus almenaras son, de este a oeste: Amon Dîn, Eilenach, Nardol, Erelos, Min-Rimmon, Calentad y Halifirien.

Grandes valles se abren en sus laderas meridionales, surcados por los cursos de importantes ríos (de este a oeste): el Erui y el Sirith (con sus afluentes, Tumleden y Celos); el Serni y el Gilrain; el Ringló (con sus afluentes, Ethring y Ciril), el Morthond; y el Lefnui. Desde sus faldas septentrionales nacen: en el este, el río Nevado y la Corriente de Mering que desembocan en el Entaguas; hacia el oeste el río Adorn se convierte en afluente del Isen.

Acerca de sus pobladores hay que destacar en la Primera Edad del Sol al legendario pueblo de los Gwathuirim, tribus de Hombres de las que surgirían pueblos como los Haladin o los Dunlendinos de las Tierras Brunas. Muchos de esos Hombres que permanecieron en estas cumbres y sus valles (destacando a los Hombres del Sagrario del Valle Sagrado, a los pies de los picos centrales) en la Segunda Edad cayeron bajo la influencia de Sauron. Con la llegada de Elendil el Alto estos Hombres pactaron una alianza con los dúnedain exiliados que rompieron en la Última Alianza (3429-3441 SE), por lo que fueron condenados a vagar como fantasmas por estas tierras que se consideraron a partir de entonces malditas (siendo liberadas en los tiempos de la Guerra del Anillo por el futuro rey Elessar).

A lo largo de la Tercera Edad, el reino de Gondor fundó asentamientos y puestos de vigilancia en sus cumbres, sobre todo en las más orientales: Minas Tirith en Emyn Arnen, las almenaras, el fuerte de El Sagrario… La cesión de las tierras de la Marca de Calenhardon al pueblo de Eorl (2510 TE) también supuso la creación de importantes plazas fuertes de los Rohirrim, como Edoras o Cuernavilla, en el Abismo de Helm.

Tras la Guerra del Anillo, el Enano Gimli trajo a numerosos miembros de su pueblo desde Erebor a Aglarond (las Cavernas Centelleantes del Abismo de Helm, empleadas desde antiguo por las gentes de Cuernavilla como almacén y refugio en tiempos de guerra), donde prosperaron en la Cuarta Edad del Sol.

El extraño pueblo de los Drúedain también se asentó en sus bosques y laderas más orientales (el Bosque Drúadan), procedentes del Drúwaith Iaur en Enedwaith y llevando una vida oculta al resto de los Hombres.

Aunque nunca libres de criaturas malignas, se cuenta que el siglo XXIX TE su presencia aumentó tras la Batalla de Nanduhirion, cuando muchos Orcos en retirada huyeron al sur refugiándose en las Montañas Blancas, desde donde hostigaron durante un tiempo a Gondor y Rohan.

Muchas son las leyendas que incluyen a las Montañas Blancas, como las tierras malditas del Valle del Morthond por los Hombres Muertos del Sagrario; la Piedra de Erech, que se cree procedente de los cielos (en realidad una reliquia de Númenor), dónde juraron en vano los Hombres del Sagrario y se forjó la alianza entre Gondor y Rohan por Cirion y Eorl (renovada tras la Guerra del Anillo por Aragorn II y Éomer); el fatal viaje de Amroth y Nimrodel, en el que ésta se perdió junto a su séquito de doncellas Avari (1981 TE)…