Origen: Fuego Secreto de Ilúvatar.
Fëa y Hröa son las palabras para denominar los conceptos del “alma” y el “cuerpo físico”. La forma plural de fëa es fëar (pronunció [ˈfɛ.ar]) y la forma plural de hröa es hröar (pronunciado [ˈɹ̥ɔ.ar]).
Los Hijos de Ilúvatar (Elfos y Humanos) son descritos existiendo en dos partes: ellos poseen un “espíritu” o “alma” llamado fëa que proviene del Fuego Secreto de Ilúvatar, y un cuerpo físico o hröa que está compuesto de la materia de Arda. Según los Elfos, el fëa no es dependiente del hröa, al contrario que el hröa, que moriría sin el fëa.
Fëa sería el concepto que dirige las acciones de un individuo. Es el alma, el espíritu, que mora en el interior de cada ser racional y determina la personalidad del individuo.
El destino de los Elfos existirá mientras Arda exista; están atados al mundo y no lo puede abandonar. A diferencia de los Hombres, los Elfos no mueren de enfermedad ni de vejez ya que su fëa controla al hröa perfectamente y cuida de que el cuerpo no enferme ni envejezca; aunque con el paso del tiempo, el fëa acabará consumiendo el hröa, de ahí el cansancio que tienen los Elfos del mundo. Sin embargo, los Elfos pueden ser asesinados o perder la vida, por ejemplo a causa de la pena. Cuándo un Elfo muere, el fëa sale del hröa, y entonces “muere”. El fëa es llamado a las Estancias de Mandos, donde se le juzga. Si es permitido por Mandos, el fëa puede reencarnarse en un cuerpo recién nacido que sería idéntico al hröa previo.
Este podría ser el caso de Glorfindel, un elfo que murió durante la Primera Edad del Sol, luego volvió a la Tierra Media y todavía vivía a fines de la Tercera Edad del Sol. De ser así, sería un hecho notable, ya que los Elfos después de su reencarnación tenían prohibido salir de Aman y regresar a la Tierra Media. De ser esto cierto, Glorfindel sería la única excepción conocida (nunca se indicó en los textos que él fuese reencarnado).
Una fëa puede decidir permanecer en las Estancias de Mandos, o bien pudiera ser que se le llegara a negar la reencarnación. Esto sólo ocurría si había hecho mucho mal. En tal caso el fëa quizás tenga que esperar mucho tiempo o quizás nunca se le permita salir de Mandos. Un ejemplo de esto sería el elfo noldo Fëanor.
La situación de los Hombres es diferente: un fëa Humano sólo es un visitante en Arda, y cuando su hröa muere, su fëa sale de Arda completamente, por esta razón se dice que el Destino de los Hombres y de los Elfos están separados. Los hombres poseen un hröa material también, pero el dominio que tiene el fëa de éste es bastante menor. Por eso sus hröar envejecen y enferman, se desgastan poco a poco.
La elección del Medio-elfo es una elección del fëa, no del hröa. Lúthien escogió el Destino de los Hombres, de modo que su fëa se separó de Arda y no pudo volver a ver a sus parientes del linaje de los Elfos.
No sólo los Hijos de Ilúvatar poseen fëa: también les fue otorgado a los Ents y a algunos animales, tales como Huan el perro cazador de Valinor, y quizás también a las grandes Águilas. Cuándo Ilúvatar adoptó a los hijos de Aulë, los Enanos, les otorgó también su propio fëa. Estos conceptos también se presumen existentes en las razas de los Orcos y Trolls.
Para más información de las relaciones entre el fëa y el hröa, véase “El Anillo de Morgoth”.